n El caricaturista Quino prepara nuevo libro y visita México
Halagador, que Mafalda aún conserve vigencia
César Güemes n Joaquín Salvador Lavado, padre intelectual de Mafalda, se mantiene en sus trece de no revivirla. Le sobran razones para ello. Después de todo, no es ese el motivo de esta conversación, sino su estancia en México que es, a partes casi iguales, de índole laboral, por el nuevo libro que prepara, y de carácter vacacional y gastronómico. Quino, pues, entre nosotros una vez más.
-ƑQué tan cansado se descubre, luego de 45 años de publicar?, Ƒha pensado en tomar un lapso sabático?
-Lo he pensado, pero no encuentro la manera de conseguirlo. Me pongo a pensar: tengo una página semanal en un diario, Ƒentonces qué hago? ƑDejo la página en blanco y luego de un año, si ha llegado a ese espacio un dibujante joven, regreso y digo que siempre no? Es algo muy delicado. No sé cómo solucionarlo. Además la gimnasia de entregar un cartón cada semana ayuda a que se le ocurran más cosas a uno.
-A esto hay que sumar los libros. Ahora mismo está en México por motivos editoriales.
-Seleccionar el material para un libro produce cierto agotamiento. Mirar dibujos con esa idea, cansa. Este año, en efecto, vamos haciendo uno nuevo. Surgió la idea de hacer un volumen gordo con las mejores páginas de todo lo que he conseguido de humor. Ha sido un ejercicio interesante porque señalé páginas que nadie eligió, me refiero a los editores. Eso habla de que cada quien tiene sus gustos aunque se refiera a un mismo autor. Eso lo sé porque hay ocasiones en que entrego páginas que no me gustan del todo porque no se me ocurrió nada mejor, y tienen éxito. Hay otras que entrego con la ilusión de que le van a gustar a todo el mundo y nadie me dice una palabra.
El personaje fijo limita la libertad
-Respecto de hace, digamos, 20 años, Ƒse siente más leído o menos frecuentado?
-Me parece que a diferencia de cuando empecé a publicar, que siempre fue para un lector adulto, ahora veo que la gente muy joven e incluso los niños entienden bien lo que hago. Supongo que es por la información que les dan los medios, que es cada día mayor y a la que se tiene más fácil acceso.
-Está el caso de su página en Internet, que es completa y da cuenta de su obra.
-Eso fue para responder de antemano a las preguntas que me hacen siempre como, Ƒpor qué el papá de Mafalda no tiene nombre? La hice en colaboración con un amigo que se dedica a ello, porque yo de estos aparatos no sé nada. Con los teléfonos me manejo bastante bien, pero hasta ahí.
-Ciertamente la intención de esta plática no era llevarlo por los rumbos de Mafalda, pero ya que hemos llegado a ella, diga si no se le ha vuelto una especie de fantasma muy pesado para el resto de su obra.
-No, al contrario. Es una satisfacción. Nunca hubiera dibujado una historieta con personaje fijo si no me la hubiesen encargado. Luego que me dediqué a ella, hice lo posible para que saliera bien. Es halagador que tenga vigencia y eso indica que fue un buen trabajo. No me arrepiento ni de haberla hecho ni de dejarla de hacer.
-ƑPercibe el asedio de los lectores para resucitarla?
-Sí, con cierta frecuencia, pero eso no lo veo como un problema mío, sino de los lectores. Cuando un músico compone algo agradable, es mejor que no se repita, por ejemplo. Si aquello tuvo la fortuna de aparecer y contar con lectores, incluso si los cosecha hoy todavía, lo más sano y lo más indicado es dejarlo como está. Eso lo tengo decidido. Por lo menos hasta hoy.
-En México se publican desde hace tiempo sus trabajos que son una especie de historieta mural, una sola página para una sola idea.
-Eso es lo que más me gusta hacer, un solo dibujo a toda la página, lleno de elementos y cositas. Hacer una historieta con personaje fijo quita mucha libertad de acción. Esto de tener una plana donde uno hace lo que se le da la gana es magnífico. Quizá no le supe encontrar esa libertad al comic con personaje fijo. Contar con una página entera es como tener una casa más grande. En cuanto al tema, si nos fijamos bien, sigue siendo el mismo de Mafalda, la lucha de los débiles en contra de los poderosos. En Mafalda era contra los padres, la sociedad que la rodea o el colegio, y en las páginas completas de ahora es contra las fallas de la medicina o las cañerías. La temática es más o menos siempre la misma, uno cree todo el tiempo que tiene más ideas de las que realmente encuentra y no es verdad.
-O será que el estado de cosas no ha cambiado desde que dejó de hacer la serie.
-Cambió la tecnología. Hay personas con novia por Internet y que se llegan a casar. Eso es una novedad. Claro, antes estaban las revistas aquellas a las que la gente sola enviaba cartas y luego su foto y de ese modo se relacionaba. A mí por lo pronto me vuelve loco que al llamar a un teléfono aparezca una grabación tras otra de modo que nunca se puede hablar con otra persona. Eso me desespera.
-A propósito de la libertad de vivir en una casa más grande al tomar toda una página para su trabajo, Ƒno llega el momento en que no tiene nada qué decir?
-Todo el tiempo, cada semana. Pienso en el director del diario, que tiene que cerrar todos los días 60 u 80 páginas y quizá le pasa algo similar. Luego, cuando una página no me sale como deseo, me consuelo pensando que la semana entrante habrá otra oportunidad. En cambio, para un director de cine que se pasa cuatro meses trabajando como un animal, peleándose con el productor y los actores, si le sale mal la película debe ser horrible.
Dibujar como se puede -ƑDibuja más rápido ahora?
-Al contrario, como me gusta mucho mirar enciclopedias, documentarme, invierto buena parte del tiempo en buscar datos sobre el tema que me interesa. Me tardo muchísimo.
-En sus recientes dibujos, de cinco años hacia acá, el trazo y la cantidad de elementos en una plana se acercan al barroco.
-Es cierto, pero no me gusta. Quisiera ser más simple. Mirando mis propios libros veo que tengo épocas en que siento que dibujaba mejor. Pero como me dijo un amigo: nadie dibuja como quiere, sino como puede.
-ƑEventualmente le ha aparecido otro personaje fijo?, Ƒalguno por ahí en boceto que nunca nació públicamente?
-Jamás. Si la historieta no me la encargan, no la hago.
-Diga cuál es la razón por la cual no ha dado a conocer prosa, una novela, un cuento, si tiene los personajes y las anécdotas.
-Lo que pasa es que la literatura exige un manejo de la gramática que no tengo. Cursé sólo la escuela primaria, luego salí y estuve dos años en un colegio de bellas artes, cometí después el error de dejarlo. Aparte del sujeto y el predicado, tengo bastantes líos con la gramática. Inclusive con la acentuación, mi editor me está corriegiendo siempre. En la escuela me enseñaron a acentuar de una manera gráfica que luego cambió. Por otra parte, tengo cierta idea de cómo terminar un trabajo visual, pero en algo escrito no sabría dónde está el final. El cartón o la historieta casi me dan por sí mismos el cierre.
-ƑLa salida de la escuela de bellas artes es lo que lo hizo dedicarse más al dibujo que a la pintura?
-En realidad a los tres años de edad me dije que deseaba ser dibujante. Tuve mucha suerte al elegir oficio. Y luego me doy cuenta que mi manera de observar no es de pintor. Tomé clase con amigos pintores y ellos me hicieron consciente que veo más el contorno de los objetos que la mancha de colores que los conforma. Esa fue la razón técnica, por llamarle de algún modo.
-ƑSe ha acercado a los programas de diseño para procesar sus dibujos?
-Hasta ahora no. Seguro que es interesante, pero tengo algunos problemas de vista que se agudizan cuando estoy frente a una pantalla de computadora.
-Además de venir a México para trabajar sobre su reciente libro, Ƒcómo se descubre en este viaje?
-Con hambre de comida mexicana, que me gusta muchísimo.