n Por tercera ocasión, CGH y sociedad civil "dialogaron" en el corazón del país
"La huelga no se levantará; ni un paso atrás", la consigna de este 10 de junio
n Cuatro marchas de estudiantes y maestros, sindicatos y padres de familia confluyeron en el Zócalo
María Esther Ibarra, Karina Aviles y Gustavo García n Por tercera ocasión, las calles de la ciudad de México y el Zócalo capitalino fueron ayer el espacio para que el Consejo General de Huelga (CGH) sostuviera un diálogo con la sociedad civil en defensa de la educación pública y gratuita, así como para exigir a las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) una respuesta satisfactoria a los seis puntos del pliego petitorio para levantar la huelga que hoy cumple 53 días.
De norte a sur, de oriente a poniente, estudiantes, académicos, organizaciones sociales, sindicatos y padres de familia marcharon simultáneamente hacia la Plaza de la Constitución. En los cuatro puntos cardinales de la capital del país, consignas, mantas y voces se unieron bajo un solo propósito: "Ni un paso atrás. La huelga no se levantará. Diálogo sí, represión no".
En el marco de la conmemoración de los sucesos trágicos del Jueves de Corpus, ocurridos hace 28 años, el 10 de junio de 1971, dos generaciones confluyeron sin que el tiempo se impusiera entre ambas: la de los estudiantes del 99 en huelga y la de los que cimbraron al país en 1968.
A partir de la cuatro de la tarde, los contingentes salieron de Tlatelolco, el Casco de Santo Tomás, Tlalpan y Villa de Cortés y la estación del Metro Zaragoza. La lluvia no logró apagar el ánimo encendido de los marchistas, que lo mismo coreaban la tradicional goya universitaria que sus ya conocidos cánticos de repudio a la propuesta del rector: "šBarnés, entiende, la UNAM no se vende!"
Así, cerca de las seis y media de la tarde, los primeros contingentes hicieron su llegada a la explanada en el corazón del país. Aquí, en un templete a espaldas de Palacio Nacional, se anunció la presencia de tres representantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Dos mujeres y una niña indígena hicieron que retumbara el grito: "Eee/zeta/ele/ene, Eee/zeta/ele/ene, Eee/zeta/ele/ene".
Lo mismo ocurrió cuando hizo su arribo el contingente que encabezaban algunos ex líderes del Consejo Nacional de Huelga de 1968. "šNo están solos, no están solos!" Estos realizaron el recorrido tradicional, que partió del Casco de Santo Tomás.
En espera de que el resto de los contingentes entrara, el llamado "poeta desnudo", José Luis Chávez, fue la atracción de los fotógrafos y cámaras de televisión. En unos segundos se despojó de sus ropas para hacer su "autodestape a la Presidencia de la República". Enseguida se encaminó hacia las puertas de Palacio Nacional, que fueron inmediatamente cerradas.
Poco después comenzaron los discursos. A nombre del CGH Norma Gaitán, estudiante de la Facultad de Química, leyó el manifiesto del movimiento estudiantil en paro. La advertencia fue clara:
"Ustedes serán los responsables de que la huelga se alargue más o no, y si se van por el camino de alargarla, sépanlo bien: por cada día de huelga que transcurra, el movimiento más se fortalece, y esto lo muestra la incorporación de un amplio sector de profesores y los resultados de la Consulta Metropolitana, en donde más de 600 mil trabajadores, amas de casa, así como población en general, dijeron sí a la gratuidad de la educación".
Y enviaron el mensaje. "Que lo entiendan bien el gobierno y sus funcionarios en la UNAM: no estallamos la huelga para entrar a regatear qué cosas se cobran y cuáles; si se cobran a más o a menos. Estallamos la huelga por la gratuidad, y no daremos marcha atrás hasta lograrla. Nuestra lucha es por el derecho de todos a estudiar, es por la gratuidad de la educación en nuestra universidad, la nacional, la más importante de América Latina".
Para dejar constancia de su rechazo al nuevo Reglamento General de Pagos uno de los moderadores del mitin, Edgar Pereyra, de Economía, arengó a la multitud con un "šDigámosle a Barnés lo que es su modificación". Un solo grito se escuchó: "šHuelga, huelga, huelga, huelga...."!
Pero la multitud se agitó con vivas momentos antes de que la indígena Mayra leyera el comunicado del subcomandante Marcos: "Los zapatistas queremos dar un saludo especial a los jóvenes, hombres y mujeres, del movimiento estudiantil de la UNAM, que son la base del movimiento social más importante en el México actual".
Diversos saludos envió el sub a todas las organizaciones sociales y sindicatos que han confluido en la lucha del movimiento estudiantil. "Día de la memoria, del dolor y la indignación, pero también es el día de la lucha por la dignidad, el día de gritar que demandamos para todos los mexicanos democracia, libertad y justicia", así calificó Marcos la conmemoración del 10 de junio.
Representantes del contingente estudiantil integrado por las preparatorias 2 y 7, CCH Oriente y ENEP Aragón, entregaron en la Cámara de Diputados documentos para acreditar el espionaje de que son objeto los paristas de la UNAM.
En lo que fue la única parada durante la marcha, los estudiantes fueron recibidos por un empleado de la Comisión de Educación y una representante de la Comisión de Gestoría y Quejas de la Cámara de Diputados.
El diputado José Luis Sánchez Campos, quien los recibió en uno de los accesos del Palacio Legislativo de San Lázaro, no estuvo presente en la reunión, y sólo intervino para que fueran recibidos por los dos funcionarios de la Cámara, uno de ellos de nombre Esteban Martínez, situación por la que en dicho encuentro no hubo un solo legislador presente o que se diera por enterado de la entrega de documentos.
La marcha iniciada en el Metro Zaragoza se desarrolló sin incidentes que provocaran violencia o enfrentamiento con ciudadanos o comerciantes; sin embargo, los comercios cerraban sus cortinas, o sus propietarios recogían a toda prisa sus mercancías por el temor de que les fueran "compradas". Pero en ningún momento los universitarios, que sumaron aproximadamente dos mil 500 o tres mil personas, intentaron apoderarse de mercancías u objetos.