n Poco antes la OTAN dio la orden de suspender los bombardeos
Autoriza la ONU el despliegue de fuerzas militares y civiles en Kosovo
n Aprobada por 14 votos, la resolución en el Consejo de Seguridad n La delegación china se abstuvo
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Nueva York, 10 de junio n El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó hoy con 14 votos y la abstención de China una resolución que autoriza el despliegue de fuerzas militares y civiles en la provincia serbia de Kosovo.
Antes, la Organización del Tratado del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) dio la orden de suspender los bombardeos contra Yugoslavia, luego de que el organismo confirmó el comienzo del repliegue de las tropas serbias de Kosovo.
El secretario general de la OTAN, Javier Solana, afirmó que ya se dio la orden para que la fuerza de paz internacional para Kosovo (KFOR) ingrese a la provincia, e indicó que los primeros integrantes de la misma podrían entrar desde este viernes.
Sin embargo, Solana dijo que "no vamos a tolerar tener que discutir el futuro de Serbia con (el presidente Slobodan) Milosevic", y advirtió a los serbios "que si quieren incorporarse a los planes de la comuni- dad internacional y de la Unión Europea saben que tienen que transformar su país y adaptarse a pautas de comportamiento del resto de las naciones de la región".
Para el presidente estadunidense, Bill Clinton, el fin de las hostilidades en Kosovo representa "una victoria para un mundo más seguro", y afirmó que Yugoslavia no recibirá ayuda de su país para reconstruir los daños causados por los bombardeos "mientras Milosevic siga en el poder".
Los 15 miembros del Consejo de Seguridad aprobaron la resolución para Kosovo luego de que la OTAN anunció que suspendería la campaña de bombardeos contra Yugoslavia, en su día número 79, en vista de que las fuerzas serbias habían comenzado a replegarse de la provincia.
Solana indicó que el comandante de las fuerzas de la OTAN, Wesley Clark, le confirmó que las tropas serbias comenzaron el retiro de Kosovo conforme al acuerdo militar logrado entre la alianza y las autoridades de seguridad de Belgrado, según el cual el repliegue comenzaría en la zona norte de la provincia y se concluirá en su totalidad en 15 días, al tiempo que las tropas de pacificación ingresarán al territorio, con toda probabilidad, desde Macedonia.
China, miembro permanente del Consejo de Seguridad se abstuvo de bloquear la resolución, como amenazó en días pasados, pero se negó a votar a favor --explicaron diplomáticos chinos-- debido a que la resolución "no hace ninguna mención al desastre causado por los bombardeos de la OTAN" en Yugoslavia.
Sin embargo, las fuentes añadieron que decidieron no bloquear la aprobación del documento sólo porque ésta estipula que "el Consejo de Seguridad es el principal responsable del mantenimiento de la paz y seguridad internacionales", que fue incluida por la insistencia de Pekín y que, según los chinos, garantiza que en el futuro la OTAN no podrá reanudar los bombardeos contra Yugoslavia sin previo mandato de Naciones Unidas.
La resolución propone, además del despliegue de una fuerza de paz con facultades militares y civiles que funcionará por tiempo indefinido y bajo auspicio de Naciones Unidas en Kosovo, la toma de medidas dentro del organismo mundial para comenzar la reconstrucción de Kosovo y la repatriación de cientos de miles de refugiados.
También que el gobierno yugoslavo establezca una fuerza policial local para la provincia, y supervisará la creación de una administración civil de transición que siente las bases para un futuro gobierno autónomo albano-kosovense.
El documento especifica que tras el retiro total de tropas serbias de Kosovo podrá regresar a la zona un número limitado, y no especificado, de fuerzas de seguridad, que resguardarán puestos fronterizos y lugares de importancia histórica en la región.
También señala que si bien la KFOR deberá verificar que no se reanuden las hostilidades entre las fuerzas serbias y miembros del separatista Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), se exige el desarme de este grupo armado.
Se espera que tanto el ejército serbio como el ELK colaboren en las labores de desminado de la región y cumplan los requerimientos de desmilitarización.
Por lo pronto, el ELK señaló, a través del ministro de Información del autoproclamado gobierno en el exilio, Bajram Kosumi, que el grupo no depondrá las armas hasta que concluya el retiro serbio de Kosovo, aunque otras fuentes separatistas prometieron que no aprovecharán el repliegue para atacar a tropas de Belgrado.
La resolución de Naciones Unidas llama, por otra parte, a gobiernos y organizaciones a colaborar con la reconstrucción de Kosovo, pero también a cooperar con el Tribunal Penal Internacional (TPI) para aportar pruebas que ayuden a condenar a Milosevic y a sus cuatro principales colaboradores por crímenes de guerra.
Solana llamó indirectamente a los serbios a entregar a Milosevic al reconocer que la OTAN no puede hacer nada para mandar al presidente y sus coacusados al TPI, que no tiene facultad de juzgar en ausencia, y afirmó que "lo que corresponde ahora es que los ciudadanos serbios piensen qué quieren hacer con su destino colectivo, si quieren lanzarse hacia el futuro, avanzar o retroceder hacia el pasado".
Clinton, en un mensaje a la nación que dio fin oficialmente a la guerra con Yugoslavia, afirmó que la unidad y prestancia de la OTAN en sus acciones en Yugoslavia se tradujeron no sólo en un mundo más seguro "para nuestros valores democráticos", sino también, a la larga, en "seguridad y dignidad para la población de Kosovo".
Insistió en que el presidente Milosevic es "un criminal de guerra" y que su nación no recibirá ayuda para la reconstrucción mientras él siga en el poder.
Lo justo, consideró Clinton, es que la mayor parte de los gastos de la reconstrucción de Kosovo provengan de los países europeos pues la mayoría de los gastos de la campaña aérea fueron aportados por Washington, y celebró que durante la misma Estados Unidos no sufrió una sola baja.
El mandatario agradeció también al gobierno ruso por "haber comprendido las condiciones de la OTAN en la concreción de la solución política del conflicto", pese a todas las objeciones que Moscú mantuvo desde un principio, y agregó que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se "mantienen intactas" pese a las diferencias que surgieron durante la crisis.
Así, el subsecretario de Estado estadunidense, Strobe Talbott, arribó hoy a la capital rusa para negociaciones en torno al mando y fuerza que tendrá el contingente ruso que ingresará a Kosovo. Rusia está dispuesta a enviar 10 mil soldados, pero no a ponerlos bajo mando de la OTAN.
No hubo acuerdo en las conversaciones pues Talbott aseguró que la OTAN y Washington están en contra de que se cree un "sector ruso" en Kosovo.
Por otro lado, los países del Grupo de los Ocho concluyeron el pacto de estabilidad para los Balcanes, con el que se pretende fomentar la democratización de los países de la región y su integración a la economía de mercado, así como reducir tensiones internas y brotes nacionalistas.
El presidente francés, Jacques Chirac, opinó que el acuerdo de paz es más una "capitulación de Milosevic" pues los aliados pusieron en claro desde el principio que no habría negociación. Tony Blair y José María Aznar coincidieron en que los bombardeos de la OTAN lograron una victoria de la "civilización" sobre la "barbarie".
México expresó ante Naciones Unidas su beneplácito por la aprobación del plan de paz para Kosovo, mientras que los demás países del continente latinoamericano expresaron su alivio por el fin de la guerra.
Cuba afirmó que la decisión de Naciones Unidas fue tardía, pues ocurrió después de que la OTAN completó más de dos meses de genocidio contra los serbios.
Argentina, única nación latinoamericana que apoyó abiertamente los bombardeos de la OTAN, ofreció enviar a Kosovo a 500 soldados para ayudar a la fuerza de paz.
Misión imposible, la pacificación en Yugoslavia
En los documentos el proceso de normalización de Kosovo está claro: al cese de hostilidades seguirá el ingreso de fuerzas de paz, la repatriación de los refugiados y la creación de un gobierno de transición previo a la entrada en vigor de un estatuto de autonomía para el autogobierno de la población de origen albanés.
Pero Carl Bildt, el representante sueco de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Kosovo, considera que la pacificación en Bosnia-Herzegovina fue "sencilla" en comparación con lo que se espera en Kosovo.
Se espera, por ejemplo, que las tropas de paz de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) enfrenten cientos de minas, trampas explosivas y sus propias bombas sin explotar antes de poder adoptar posiciones en Kosovo, sin descartar que aún haya en la zona combatientes serbios nacionalistas con ánimos de venganza contra los aliados.
"Puede haber un fanático serbio detrás de cada roca", comentó un alto oficial de la OTAN, quien calculó que pueden pasar semanas antes de que el territorio sea lo suficientemente seguro para que las tropas de paz instalen sus puestos.
Hoy, por lo pronto, refugiados procedentes de la localidad kosovense de Gnjilane declararon a su llegada a Macedonia que las fuerzas serbias saquearon e hicieron estallar sus casas ante la noticia de que la ONU aprobó la resolución de paz para la provincia de Kosovo.
Asimismo, marines estadunidenses desembarcados en Grecia, quienes deberán llegar a Kosovo a través de Macedonia, han enfrentado protestas de Atenas y del pueblo griego, opuestos a los bombardeos contra Yugoslavia.
Estos obstáculos no sólo serán enfrentados por las tropas de la OTAN, sino también por investigadores de crímenes de guerra de la ONU, quienes esperan desde hace semanas para comprobar la perpetración de ejecuciones masivas, torturas, violaciones supuestamente cometidas por los serbios, que hasta ahora sólo se conocen a través de testimonios de refugiados y fotografías aéreas de lo que podrían ser fosas comunes.
Así, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ha resaltado que este año sólo podrán ser repatriados 400 mil de los más de 900 mil refugiados kosovo-albaneses que están principalmente en Albania y Macedonia, y cuyos costos de manutención ascienden a 10 millones de dólares diarios.
Sin embargo, aún no se ha sabe si esos refugiados todavía tienen hogares a los cuales regresar en su provincia, donde al menos 350 mil viviendas quedaron destruidas por los bombardeos, además de que escuelas, hospitales y demás infraestructura fue inutilizada.