n Entregaron León de Oro a Bourgeois y Nauman
Se inauguró la 48 Bienal de Artes Visuales de Venecia
n Por México, Paula Santiago participa con tres obras en papel
Dpa, Venecia, 12 de junio n La versión 48 de la Bienal de Artes Visuales de Venecia se inauguró hoy, de manera oficial, con la entrega de dos Leones de Oro, uno a la casi nonagenaria artista francesa Louise Bourgeois y otro al estadunidense Bruce Nauman, quienes sólo estarán presentes en el certamen mediante sus obras.
En el acto se entregó, además, el Premio Internacional Bienal de Venecia 1999 a tres artistas que exponen: el estadunidense Doug Aitken (1968), por ''recuperar la forma narrativa y la búsqueda experimental del cine, negada por los valores económicos de la industria fílmica comercial"; el chino Cai Gio-Giang (1957) por su trabajo ''fuerte y sorprendente, perfectamente balanceado en el espacio"; y la iraní Shirin Neshat, debido a la ''fuerza crítica y emocional de una obra que enfrenta un modelo cultural socialmente impuesto, con la energía de otro modelo que hasta ahora ha permanecido silencioso".
La bienal, que podrá ser visitada por el público a partir de este domingo y hasta el próximo 7 de noviembre, otorgó menciones especiales para George Adéagbo, la finlandesa Eija-Liisa Athila, la polaca Katarina Kozyra y la coreana Lee Bul. Con ello, señaló su director, Harald Szeemann, se hizo un justo reconocimiento a la fuerte presencia femenina en el encuentro.
América Latina participa de la fiesta con una selección pequeña pero rica en arte actual del continente. Catorce países fueron reunidos en el Tese, un antiguo almacén de maderas recuperado para la muestra internacional ųque exhibe por primera vez a artistas de Haití, Nicaragua y Hondurasų y que contrasta por su reducido espacio con la del resto de una bienal que se caracteriza, entre otras cosas, por sus amplias dimensiones (10 mil metros cuadrados).
Paula Santiago, quien representa a México, participa con tres pequeños trajes de papel que parecen realizados en encaje, pero que poseen una característica muy especial: la artista ha utilizado en ellos sus cabellos y su sangre, en una entrega real de cuerpo y alma a su obra.