¿De veras se puede? Hay tabasqueños que lo ponen en duda. En abril pasado, las televisoras que transmitían los machacones comerciales del gobernador Roberto Madrazo Pintado recibieron una carta donde varios políticos de Tabasco, de los tres principales partidos, pedían la realización de un programa especial para refutar los supuestos logros que Madrazo presumía en sus anuncios.
La petición fue firmada por el senador priísta Héctor Argüello, el diputado panista Juan José Rodríguez Prats, el dirigente del prd en la entidad, Octavio Romero, y los también priístas Luis Priego Ortiz y Lorena Beauregard.
En un principio, Tristán Canales, ex funcionario del PRI y hoy directivo de Televisión Azteca, recibió bien la idea. Pero luego de algunas largas de plano dijo que el programa era imposible porque el gobierno de Tabasco -es decir la promoción de la imagen de Madrazo- era un buen cliente.
Los firmantes querían mostrar que Tabasco no es el mundo feliz que el gobernador presumía en sus anuncios.
El análisis de varios políticos tabasqueños, de todos los partidos, indica que en la campaña de promoción madracista había verdades a medias y también mentiras.
Los resultados del gobierno de Madrazo, según políticos tabasqueños, son distintos a la imagen televisiva: salvo algunas ``obras de relumbrón'', prácticamente no ha habido obra pública; los pequeños programas ``lucidores'', como los de atención a discapacitados y a niños de la calle, no han cumplido sus objetivos; las inversiones que se presumen son fundamentalmente en el sector comercial, y derivadas del incremento de la presencia de Petróleos Mexicanos en la entidad.
``Llevo casi 250 pueblos recorridos desde que regresé a Tabasco -dice el ex líder nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador- y lo único que he encontrado es un desempleo como nunca, y en cuanto a obras, sólo dos caminos''.
En uno de los anuncios de Madrazo se presumían la reducción de índices de criminalidad y la tranquilidad reinante. Sin embargo, datos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, recopilados por René Alberto López, corresponsal de La Jornada, indican lo contrario. Sólo dos ejemplos: los robos a mano armada crecieron de 524 registrados en 1997 a 671 el año pasado, y los delitos de lesiones denunciados pasaron de 272 a 523.
En otro anuncio aparecía un padre de familia que decía haber llegado de una entidad vecina y presumía de haber encontrado una buena vida en Tabasco.
En Villahermosa cuentan otra historia. ``Es un empleado del IFE, originario de Comalcalco y que no es casado'', afirma un ex dirigente local del PRI.
Entre las obras de ``relumbrón'' se cuentan un par de puentes y el Parque Tabasco, una inversión millonaria que sólo se utiliza durante un mes, en la feria de abril.
Por si fuera poco, algunas de las actividades económicas fundamentales para la entidad están en crisis desde hace varios años: es el caso de la producción de cacao y la ganadería, donde se resienten aún los efectos de la falta de créditos.
El ex líder del PRD nacional dice que el hato ganadero de la entidad se derrumbó de un millón 600 mil reses en 1990 a alrededor de 800 mil en la actualidad.
Cifras de la Secofi indican que las exportaciones no petroleras de la entidad cayeron 7% entre 1997 y 1998.
En el ejido El Chicozapote, del municipio de Cárdenas, tiene lugar la visita número 238 de López Obrador en su regreso a Tabasco, luego de que dejó la presidencia nacional del PRD. El ex líder perredista lanza el mensaje que suelta por todo el estado: ``Madrazo se está gastando todo el dinero en publicidad: cada vez que sale en la televisión son cuatro casas que no se construyen. Pero son puras mentiras, aunque todo mundo repita la frase de `¿Quién dice que no se puede?', ideó por el publicista Carlos Alazraki, quien también inventó otra frase famosa, la de `Bienestar para tu familia'''.
Hechos que nadie puede cuestionar, no palabras. Y un descubrimiento después de 28 años de militancia: ``Hoy sabemos que Carlos Madrazo y Luis Donaldo Colosio, adelantados a su tiempo, vieron (que) en la reforma democrática del PRI nos estábamos jugando el futuro del país''.
Roberto Madrazo Pintado ha fincado sus aspiraciones de alcanzar la candidatura del PRI a la Presidencia de la República en golpes de audacia con ácido anticentralista y publicidad, mucha publicidad, además de un trabajo sigiloso en la estructura priísta en muchas partes del país.
Madrazo será el último de los cuatro precandidatos priístas en separarse de su cargo -el plazo para que pida licencia a la gubernatura de Tabasco vence el próximo martes 15-, y lo hará tras haberse declarado el aspirante ``de las bases'', en un multitudinario acto realizado en esta ciudad el viernes 4, con motivo del 30 aniversario de la muerte de sus padres en un accidente aéreo.
Además de reclamarse heredero de los proyectos de su padre y de Luis Donaldo Colosio, Madrazo habló del ``temple'' que le dio la orfandad y se sumó a la añeja versión sobre el accidente en que murió Carlos Alberto Madrazo: ``Aprendí que la política es una razón para vivir, y comprendí, con la vivencia de mi padre, que la política es también una razón para morir''.
A Washington fue Roberto Madrazo, el demócrata, a decir: ``La primera tarea es abrir el proceso de selección del candidato. El poder de decidir nuestro debe pertenecer al pueblo''.
``Ojalá que en Tabasco hubiéramos tenido los mismos afanes de democratización del pri'', sostiene Raúl Ojeda, empresario y ex diputado federal priísta.
En la 17 Asamblea Nacional del PRI, Ojeda fue quien subió a la tribuna a proponer los candados que cerraron el paso a las candidaturas a los priístas que no hubieran ocupado cargos de elección popular ni puestos partidistas.
Con credenciales como esa, en 1997 Ojeda quiso pelear la candidatura a la presidencia municipal de Villahermosa y propuso una consulta a la base. Se topó con pared. Los afanes democratizadores de Roberto Madrazo aún no habían llegado.
Ojeda se resiste a contar lo sucedido, pero en Villahermosa se dice que el gobernador Madrazo lo llamó para decirle que ``en el centro'' su candidatura no era bien vista, precisamente por el asunto de los candados.
Cuando Ojeda insistió en la elección abierta, en darle al pueblo ``el poder de decidir'', Madrazo le dijo que no estaba descartada la idea, pero también le pidió que tomara unas vacaciones mientras bajaba la temperatura política.
Durante su viaje, Ojeda se enteró de que el PRI tabasqueño había hecho ``candidata de unidad'' a Georgina Trujillo, hija del ex gobernador Mario Trujillo, uno de los más activos promotores de las aspiraciones políticas de Madrazo (otra de sus hijas es secretaria de Educación en el gobierno estatal).
En el resto en los municipios hubo consultas, aunque previamente los operadores del gobernador Madrazo convencieron a los aspirantes ``incómodos'' de renunciar a sus pretensiones.
La semana pasada, varios periódicos publicaron el dato: Roberto Madrazo cuenta con 600 operadores, dos por cada distrito electoral federal.
``¿Seiscientos? ¡Eso no es nada! Para una elección como la que viene se necesitan muchos más y en algunos estados tenemos incluso hasta en el nivel municipal'', dice uno de los operadores de Madrazo.
Los promotores de la candidatura de Roberto Madrazo comenzaron sus recorridos por el país hace 18 meses. La red de relaciones que el gobernador tabasqueño construyó durante sus largos años de dirigente partidista -fue de líder juvenil a delegado en varias entidades y miembro del Comité Ejecutivo Nacional- fue la base para iniciar y consolidar el entramado ``desde abajo''.
Otro dato también conocido la semana anterior es confirmado por el equipo del tabasqueño: en la elección interna, las baterías principales estarán en los distritos ubicados en las entidades gobernadas por el PAN o el PRD. La razón es simple: ``Ahí no va a bajar la línea de los gobernadores, y esa es nuestra posibilidad'', sostiene uno de los operadores de Madrazo.
Esta semana comienza el capítulo madracista de la resurrección del padre: ``Carlos Madrazo salió de Tabasco para luchar por la democracia, impregnó su desempeño con el valor de la honestidad, la lealtad, la integridad, la congruencia y el valor. El ciclo se repite, quiero llevar la fuerza de Tabasco, la fuerza de las regiones para impulsar la democracia en los nuevos tiempos, para lograr los cambios que la nación reclama'', dijo el gobernador el pasado viernes 4.
``En su ambición de poder, Madrazo está desenterrando al padre; jamás había hablado de él. Y empieza a montarse en el discurso de la elección de Estado y de la falta de equidad. Es el mundo al revés'', juzga López Obrador.
Esta semana, Madrazo deja atrás el gobierno del ``cambio cierto'', mil historias de sus batallas contra el ``agresivo perredismo'' y el ``panismo oportunista'', denuncias a granel, su revuelta victoriosa contra Esteban Moctezuma, los pleitos constitucionales contra el presidente Ernesto Zedillo, el espectáculo del parche en la Cámara de Diputados, el capítulo de un ``secuestro'' en la ciudad de México, el éxodo, las marchas y plantones, la rebelión de policías.
Una entidad agitada más de una vez, aunque sólo se tratara de ``reacciones coyunturales por causas de ajustes gremiales, de vecinos que gestionan asuntos propios, sin alteración del orden público ni del gubernamental'', como se explica en un documento de la Secretaría de Gobierno tabasqueña.
Lo que sigue es la batalla interna, la lucha contra la ``elección de Estado'' que según él se avecina, el combate armado de las enseñanzas del padre que de haberse aplicado en su tiempo, dice Roberto Madrazo, hubieran evitado ``escisiones y costosas derrotas electorales'' al PRI.
Convencido de que ``la línea es que no hay línea'', Madrazo llega a la contienda interna con la bandera de la transición democrática y convencido de que puede derrotar a las ``fuerzas regresivas que temen perder sus privilegios, y se atemorizan frente al cambio que exige la gente''.
En Tabasco lo despidieron como a un héroe. Tras los pasos del padre va en pos de la ``democratización'' del PRI.
La contienda -afirma el ahora labastidista gobernador de Sinaloa, Juan S. Millán- será entre Madrazo y Francisco Labastida.
``Le van a dar una sopa de su propio chocolate'', dice López Obrador.