El tiempo es un fabricante de serenidad y a casi una semana del asesinato de Francisco Stanley, y sus derivaciones políticas por el papel jugado por los medios de comunicación, el problema central es debatir con frialdad el concepto y otorgamiento de las concesiones de radio y televisión por parte del Estado a particulares que, violando su responsabilidad en el uso de las señales que pertenecen a la nación, han hecho una práctica monopólica, racista, generadora de odios, destructora de la cultura nacional y puesta al servicio de un solo interés político. Tv Azteca fue adquirida principalmente para el apoyo de la venta de electrodomésticos, especulación con los ahorros de los más pobres, usura con la trasferencia de dinero de los migrantes mexicanos en Estados Unidos y en el tiempo sobrante envilecer, denostar, denigrar a la población del país. Tv Azteca, al igual que Televisa, han pretendido frustrar las aspiraciones de cambio de la sociedad mexicana y, por lo tanto, estas concesiones otorgadas no constituyen un servicio al país.
La más preocupada por la investigación sobre el crimen de Stanley es la misma televisora, pues los correlativos que han empezado a surgir no parecen ser sólo resultado de una adicción personal y aislada a la cocaína, sino toda una cultura de usos y abusos de gente, prostitución, narcotráfico y negocios que en nada corresponden con la imagen altruista que se daban. Al Capone, al igual que Ricardo Salinas Pliego, era aficionado a la filantropía y la caridad; era conservador y no le gustaban las elecciones. Mucho del discurso de Salinas Pliego ante las cámaras el 7 de junio, servirá de referencia para señalar el camino por el cual no puede ni debe caminar México.
Si las televisoras hicieron a Güicho Domínguez, un personaje para recrear al mexicano arribista y desclasado, Azteca creó el prototipo del funcionario priísta con derecho a portar armas, medio gángster o gángster y medio, y que se ríe de las imputaciones por su propia irresponsabilidad. La credencial expedida a Paco Stanley el 11 de mayo, un día antes del destape de Francisco Labastida, huele a Zorrilla y la historia de narcos convertidos en agentes de Gobernación, que condujo a la desaparición de la DFS y asesinó a Manuel Buendía. Hoy le da risa a Labastida el señalamiento, sin embargo, detrás de estas prácticas oficiales hay un mar de irregularidades. ƑEste será compromiso de campaña del plan de seguridad anunciado por Labastida?
Tal parece que el charco de las ranas es en realidad una gran laguna... El teletón denigrante del 7 de junio debe ser investigado. Lo que se dijo y como se dijo, si se repitiera, no dejaría dudas de que la concesión de Azteca debe retirarse. Todos los que despotricaron por consigna contra Cárdenas, quizás no tengan vergüenza de lo que dijeron, pero sí reconocerían su pésima actuación y los exabruptos del apuntador Salinas Pliego, quien luego de la autopsia a Stanley generó un vacío en la línea editorial de los noticieros, de la cual aún no se reponen.
Tv Azteca usó a sus peluches de Fox y Castillo Peraza, es decir, al PAN. Del odio de los dos se ha hecho la verdadera alianza, pues comparten los mismos criterios de comunicación con Salinas Pliego, hermanados ahora con el PRI en defensa de los negocios y las privatizaciones turbias.
El Congreso debe llamar a comparecer a los secretarios de Comunicaciones y Gobernación a fin de revisar estas concesiones. Estamos ante el preámbulo de la expansión de Tv Azteca en telefonía inalámbrica de Unifón, para lo cual necesitó nuevamente de una prórroga para pagar una nueva concesión. Esta comparecencia deberá conocer las implicaciones de programas y campañas contra las drogas, cuando esta empresa se encuentra bajo investigación de la PGR, luego de que el hallazgo de cinco gramos de cocaína dentro y fuera de la víctima, tienen hoy el peso de una tonelada de preguntas. La concesión de Tv Azteca debe regresar a la nación y ser depositada en la sociedad que, hoy por hoy, requiere de medios para comunicarse de manera responsable y honesta.