n Pascal Rogé: la sonoridad clásica necesita renovarse


La música francesa es sensual y debe tocarse con el corazón

n Se presenta el pianista en el Centro Nacional de las Artes

Arturo Jiménez n En el presente llegamos a un punto en el que no existe una renovación de la música clásica, pues la segunda parte del siglo no fue tan rica en creaciones, considera el reconocido pianista francés Pascal Rogé, una de las figuras del Festival Internacional de Piano en Blanco y Negro.

Rogé, quien interpretará hoy un programa de música francesa en el Centro Nacional de las Artes (CNA), agrega que este es uno de los problemas actuales de la música, ya que los jóvenes quieren oír creaciones de su tiempo.

Sin embargo, señala que su objetivo como intérprete es dar al público ''emoción, placer, descanso, sueños", y comenta que la música que recrea aporta mucho, ''abre ventanas y horizontes sobre un mundo más impresionista, más colorido que, por ejemplo, la música alemana clásica".

La obra que recrea, continúa, a veces es poco conocida por el público, pero las personas se sienten contentas cuando la descubren. ''No sé si yo aporte algo nuevo e importante, porque si uno toca la misma música desde hace siglos, se llega a un punto de saturación".

Rogé comenta que tiene más presentaciones en otros países que en Francia pero, señala, este es un problema general y nadie es profeta en su tierra. Y precisa: ''La música es un lenguaje universal. No creo que se deba buscar el nacionalismo".

No obstante, aclara, ''cada tipo de música es el reflejo de una cultura, el cual debe ser compartido al máximo con distintos públicos. Para mí tocar música francesa me causa más emoción ante un público mexicano que frente a uno francés".

ųEn el programa hay autores impresionistas (como Fauré y Debussy), Ƒqué vigencia tiene esta corriente a un siglo de haber surgido?

ųLos autores impresionistas siguen siendo importantes hoy día aunque reflejen una época pasada. Hay también en el repertorio una parte cubista, hablando en términos plásticos, con Satie y Poulenc, quienes deseaban alejarse del impresionismo haciendo una música más rítmica y menos colorida, más seca, de alguna manera, que la de Debussy.

Fuente sonora sin límites

Para Rogé existen dos categorías de compositores: los que interpreta y le gustan profundamente, y los que le gustan pero que no siente la necesidad de interpretarlos, ''o quizá no tengo la calidad para hacerlo". Antes de entender una música, dice, la siente.

Chopin y Schumann le agradan, pero no los siente. ''Como pianista uno puede tocar todo, técnicamente, aunque la pregunta es si se debe interpretar todo, pues el papel del ejecutante es comunicarse con el público y transmitirle emociones de una manera, si no única, sí especial".

Comenta que hay personas que no entienden a Beethoven y Schubert, cuya obra es universal, y que la música francesa está más apegada a una cultura y a un ambiente particular.

''Si alguien no ha leído o tenido un acercamiento a esta cultura, a su literatura, a su pintura, a su naturaleza, es más difícil entenderla". Por ejemplo, Poulenc, ''tan inmenso", no se comprende sin conocer la cultura parisiense.

Acerca del ''estilo francés", considera que quizá radique en ser ''claro, transparente, tener cierta precisión y ligereza, aunque no superficialidad, cierto encanto y mucha imaginación". Una de las cosas que más le gustan a Rogé al interpretar la música francesa es la posibilidad de improvisar. ''La música francesa, para mí, es sensual, hay que tocarla con el corazón más que con la cabeza".

Respecto de que si el piano como instrumento ya llegó o no a su límite, opina que es una cuestión más bien para los compositores pero, señala, ''lo que hace original a un intérprete es qué puede sacar del instrumento, además de la sonoridad y el fraseo".

La parte técnica, agrega, ''ya se exploró hasta sus últimas consecuencias. Por eso digo que tiene limitaciones pero la emoción no. Por ejemplo, Debussy, Fauré o Poulenc tienen una fuente sonora sin límites. Ese es el tipo de desafío que estoy buscando".

Buscar la complicidad del público

La sensibilidad y la emoción, reflexiona, se modifican con la vida y las experiencias, ''y también cambia nuestra manera de interpretar, así que esto nunca queda fijo". Señala que él se presenta en los diversos foros esperando la complicidad ''con el instrumento, con el público, con la acústica, con los colores". Busca que cada una de sus interpretaciones no se parezcan a lo ya hecho, o bien, a lo que hará.

Pascal Rogé ha recibido varios reconocimientos, como el Grand Prix du Disque y el Edison, por la grabación del Concierto No. 2 de Ravel con la Orquesta Sinfónica de Montreal. Otros son el Grammophone a la Mejor Grabación Instrumental, con obras de Poulenc, y a la Mejor Grabación de Música de Cámara, con composiciones de Ravel.

Rogé interpretará hoy ųauditorio Blas Galindo del CNA, 20:30 horasų Nocturne Op. 33, No. 1, de Gabriel Fauré; Gnossiennes Nos. 2, 3 y 5, de Erick Satie; Sonatine, de Maurice Ravel; Les soirées de Nazelles y Cinco improvisaciones, de Francis Poulenc; Dos arabesques y Suite Bergamasque, de Claude Debussy.