n Labores suspendidas


Rompen pláticas en la DGST

n Se dejaría de recaudar $1 millón diario por trámites vehiculares n Habrá sanciones

Laura Gómez Flores y Ricardo Olayo n Los trabajadores de la Dirección General de Servicios al Transporte (DGST), quienes se oponen a la restructuración de este órgano y al cambio de inspectores de vía pública (Dantes), rompieron pláticas con las autoridades del gobierno capitalino, por lo que este jueves alrededor de 6 mil personas no podrán realizar ningún trámite en las 28 oficinas de control vehicular y se dejará de recaudar un millón de pesos, lo que podría constituirse en daño patrimonial, delito que puede conducir hasta la cárcel.

Fuentes de la dirección señalaron que la actitud de los trabajadores tiene el firme propósito de desestabilizar a la administración capitalina actual, pues en ningún momento se atenta contra sus derechos laborales: no se consideran despidos ni disminu- ción de salarios o cambios de funciones, ya que sólo se busca combatir prácticas irregulares en la prestación de los servicios en las áreas de atención al público.

El oficial mayor del gobierno capitalino, Porfirio Barbosa, dijo que todas las demandas de los trabajadores son atendibles, pero señaló que la descentralización de los servicios a las delegaciones tiene que darse para mejorar la atención al público, y esa es una prerrogativa de la autoridad.

Resistencias al cambio

Desde hace cuatro meses, las secciones 4, 23 y 28 del Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal advirtieron al gobierno que no permitirían cambios en las funciones de los llamado Dantes o Anáhuac, como se planteó en el caso de los inspectores de vía pública, proceso que está detenido, luego que se decidió cambiarles sus tareas.

Los trabajadores, en el tercer día de paro de labores en Alvaro Obregón --con una gran afluencia el miércoles porque en muchos casos se pidió a la gente que saliera de las instalaciones para verificar los daños ocasionados por el sismo--, anunciaron que hoy marcharán al Zócalo.

Según las fuentes de la DGST, con la movilización los trabajadores buscan "concientizar" a la población de la necesidad de continuar sus inspecciones, pero sin una orden y mantener el clima de "corrupción" imperante en el sector desde hace décadas.

En su pliego petitorio, las seccionales del SUTGDF demandan no descentralizar los centros de trabajo, porque no es justificable; que no se desplace personal de base por el de honorarios o confianza, y que no se ponga a disposición al personal de base.

Asimismo, se oponen al cambio de Dantes con funciones de inspectores a verificadores, por no existir esa plaza en la plantilla de base; por lo tanto, "deben de seguir haciendo sus funciones conforme a su nombramiento; de no ser así, se viola el artículo 14 de las condiciones generales de trabajo del Gobierno del Distrito Federal".

Además critican que no se tome en cuenta a la representación sindical en los cambios de organigrama de la dependencia y sólo se informe verbalmente de los cambios que se dan, como es la creación del Instituto del Taxi; y que los centros de trabajo que se encuentran cerrados (Cabeza de Juárez, Coyoacán, La Virgen y Velódromo) sean abiertos para servicio al público, pues a la fecha no se ha demostrado fehacientemente la necesidad de su cierre, argumentan.

Trascendió que detrás de este asunto se encuentra Rafael de Jesús Lozano, ex titular del SUTGDF, quien utiliza a Luis Ibarra, hermano de Armando Ibarra, que fue secretario de la sección cuatro, para movilizar a los representantes de las seccionales 23 y 28, y que ayer en la tarde tuvieron que "soportar que Luis rompiera de manera personal y unilateral las negociaciones".

Ayer, sólo cuatro oficinas trabajaban al ciento por ciento: Central de Abastos, Iztapalapa, Cuajimalpa y Los Galeana.