n El IPAB tomará el control accionario del banco y le inyectará $20 mil millones
Pierden todo los socios de Serfin
n Tenía problemas estructurales desde 1998 n Saldrá a subasta a más tardar en seis meses
Roberto González Amador n El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) asumirá, a partir del 8 de julio próximo, el control del 100 por ciento del capital social de Banca Serfin, en una operación que implicará una inyección de recursos hasta por 20 mil millones de pesos (alrededor de dos mil millones de dólares). Los actuales socios de la institución, encabezados por el empresario regiomontano Adrián Sada González, perderán la totalidad de su inversión.
Después de una semana de especulaciones sobre el futuro del tercer banco más importante del país, la junta de gobierno del IPAB decidió ayer apoyar el proceso de capitalización de Serfin, en lo que constituye la primera operación de saneamiento de ese organismo gubernamental, desde que comenzó a funcionar en mayo pasado en sustitución del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).
En conferencia de prensa, Patricia Armendáriz, vicepresidenta de supervisión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), reconoció que Serfin presentaba "problemas estructurales" desde diciembre de 1998 -aunque en el primer trimestre de este año reportó ganancias-, y fue hace dos semanas cuando el IPAB comenzó a estudiar las opciones de capitalización.
Presente en la misma conferencia, Adolfo Lagos Espinosa, director general del Grupo Financiero Serfin y de Banca Serfin, dio a conocer que los consejos de administración de ambas entidades decidieron convocar a una asamblea de accionistas para el 8 de julio, en donde serán requeridos para aprobar el proceso de capitalización.
Vicente Corta, secretario ejecutivo del IPAB, afirmó que los accionistas del banco deberán asumir pérdidas por 13 mil millones de pesos, si desean conservar la propiedad de las acciones de la institución, una posibilidad que ayer mismo fue considerada improbable por Adolfo Lagos.
El secretario ejecutivo del IPAB dijo desconocer el monto total de recursos que requerirá el rescate de Serfin.
Vicente Corta y Patricia Armendáriz explicaron que el proceso de saneamiento y capitalización del banco se efectuará en dos fases, inicialmente.
Primero, el valor del capital del banco, que es de nueve mil millones de pesos, unos 900 millones de dólares, será reducido a cero y, además, los actuales socios deberán asumir una pérdida de cuatro mil millones de pesos, unos 400 millones de dólares, lo que sucederá durante la asamblea de accionistas, el 8 de julio.
En ese momento, si los accionistas actuales deciden no asumir ese costo -algo que se da por descontado- el IPAB inyecta a la institución los 13 mil millones de pesos necesarios para reponer el capital (nueve mil millones), y reponer las pérdidas (cuatro mil millones).
Posteriormente, y una vez que el IPAB tenga el control accionario del banco, serán necesarios, por lo menos, otros siete mil millones de pesos, unos 700 millones de dólares, para colocar a la institución "en la ruta de la rentabilidad", como aseguró la vicepresidenta de la CNBV.
Adolfo Lagos explicó que en la asamblea de accionistas del 8 de julio los tenedores de los títulos aprobarán la creación de reservas por el 100 por ciento "de las contingencias derivadas de la venta de cartera al Fobaproa durante 1995 y 1996", que sumaron 65 mil millones de pesos.
Los 13 mil millones de pesos es la cantidad requerida para alcanzar la cobertura del 100 por ciento de la cartera vendida por Serfin al Fobaproa.
Al crear las reservas y asumir las pérdidas por cuatro mil millones de pesos, explicó Adolfo Lagos, "el valor de las acciones actuales se eliminará, por lo que dichas acciones tendrían un valor cero y quedarían eliminadas para proceder, de inmediato, a la emisión de una nueva serie de acciones".
Con ello, el actual grupo de control accionario, encabezado por el empresario Adrián Sada, también propietario del gigante industrial Vitro, saldrá de la institución, dijo Lagos.
La ayuda del IPAB por 13 mil millones de pesos se concretará una vez que los actuales accionistas decidan no suscribir el nuevo capital que necesitará el grupo financiero.
Corta explicó que el IPAB tomará el control del 100 por ciento de las acciones de Serfin, para proceder a venderlo por un mecanismo de subasta. "El 8 de julio se iniciará el proceso de licitación, que regularmente tarda entre cuatro y seis meses", indicó por su parte Adolfo Lagos.
Tras la pérdida en el valor de las acciones, el banco inglés Hong Kong Shangai Bank, que posee actualmente el 19.9 por ciento de los títulos de Serfin, sería el único accionista que mantenga intacto el valor de su capital.
Vicente Corta señaló que el banco inglés puede reclamar que se reponga su capital, con un valor de mil 500 millones de pesos, unos 150 millones de dólares, pero ello deberá hacerlo hasta dentro de tres años.
De acuerdo con fuentes oficiales, además de los dos mil millones de dólares anunciados ayer, Serfin requerirá de por lo menos recursos adicionales por otros 3 mil millones de dólares, para que un eventual comprador pueda considerar atractiva la inversión.
Banca Serfin, que opera en México desde hace 135 años -su primer razón social fue Banco de Londres y México-, cuenta con 560 sucursales y cerca de 18 mil millones de dólares en activos. El 52 por ciento de su cartera de crédito, unos 62 mil millones de pesos, está en poder del Fobaproa.
El IPAB, dijo Vicente Corta, tiene facultades para contraer pasivos hasta por 70 mil millones de pesos, por lo que en el rescate de Serfin no necesitará la aprobación del Congreso. El funcionario dijo que el organismo no ha definido la forma en que obtendrá los 13 mil millones de pesos que requerirá inicialmente para el saneamiento de Serfin.
Los recursos obtenidos por la venta del banco serán empleados para reducir el costo del rescate, indicó.
Del gran potencial al naufragio
"Un banco con gran potencial de crecimiento, aunque con ciertos problemas operativos", fue el tipo de institución que encontró Adrián Sada González cuando en 1992 encabezó al grupo de accionistas que adquirió Banca Serfin del gobierno, desde entonces el tercer banco más importante del país. La definición es de Guillermo Ortiz, encargado del proceso de desincorporación bancaria durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
La de Serfin, afirmó entonces Guillermo Ortiz, "fue una de las operaciones más importantes de compraventa directa de una institución crediticia" realizada durante esos años.
Los "problemas operativos" llevaron a Serfin, a la vuelta de siete años, al punto de la quiebra, de la que será rescatada por el naciente Instituto para la Protección al Ahorro Bancario. Los recursos que inyectará el organismo permitirán al banco estar "sólidamente capitalizado", según definió ayer Adolfo Lagos. "No estamos en quiebra", añadió.
Pero lo cierto es que los accionistas que adquirieron Serfin -además de Sada estuvieron Gastón Luken y Guillermo Ballesteros, principales socios de Grupo Financiero Obsa- tendrán que despedirse del negocio bancario y asumir las pérdidas. Los inversionistas que adquirieron en la Bolsa Mexicana de Valores títulos de Serfín, quienes poseen una décima parte del capital social del banco, también verán reducido a cero el valor de sus depósitos.
Los 13 mil millones de pesos que inyectará inicialmente el IPAB a Serfin no representan costo fiscal, sino que serán obtenidos por el organismo gubernamental a través de una línea de financiamiento. El dinero producto de la venta será empleado para amortizar la deuda.
El IPAB garantiza totalmente los depósitos en el banco, que no corren riesgo de perderse. (Roberto González Amador)