n Manifestación de la Asamblea Universitaria de Académicos frente a sede alterna


Exigen profesores del CCH cesar represión a estudiantes

Frente a las oficinas alternas de la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, en Guty Cárdenas 126, colonia Guadalupe Inn, la Asamblea Universitaria de Académicos de los cinco planteles exigió el cese de la represión contra el movimiento estudiantil y de los actos de intimidación contra los docentes universitarios que no se han integrado a las actividades extramuros.

Asimismo, descalificaron la propuesta hecha en los últimos días por algunos políticos y miembros de la comunidad universitaria, en el sentido de que, para solucionar el conflicto en la UNAM, debe intervenir la fuerza pública. Indicaron que con este planteamiento se demuestra que la posición "ultra" no se encuentra en el Consejo General de Huelga (CGH), sino que ha sido asumida por personalidades como Marcos Moshinsky, premio Príncipe de Asturias, y profesores como Jorge Villamil Rivas, del plantel Azcapotzalco, "supuesto" representante del bachillerato en la Comisión de Encuentro nombrada por el rector Francisco Barnés de Castro.

Indican que el "autoritarismo" asumido por Barnés, que originó el conflicto, "no ha variado ni un ápice, ya que todas las respuestas son de profundo desprecio hacia la comunidad universitaria"

A nombre de los profesores del plantel Oriente, el profesor Fidel Belmares Hernández expresó que, en los dos meses que está por cumplir la huelga estudiantil, "las autoridades han desencadenado, paulatinamente, una terrible escalada de represión, que ha ido desde la amenaza y el secuestro a estudiantes hasta la agresión con grupos policiacos, que han llegado a la violación de una compañera estudiante".

Están convencidos, dijo, de que "las autoridades no son ajenas a los hechos violentos" y responsabilizó al rector de las agresiones físicas y morales que pudiesen recibir los participantes en el conflicto; además, lo conminó a buscar una salida que satisfaga a la comunidad universitaria.

Por su parte, la representación del CCH Sur hizo hincapié en las "presiones e intimidaciones" de las que han sido objeto los docentes que no participan en las actividades extramuros: se les niega el vale de despensa; el día de pago no aparecen sus cheques o, si se los dan, no pueden cobrarlos; reciben amenazas verbales sobre la cancelación de la solicitud de ingreso al programa de estímulos, la no asignación de grupos para el siguiente semestre, quitarles los estímulos, rescindir el contrato si no entregan calificaciones en las fechas establecidas, negarles la carta de desempeño académico, retrasarles el pago, y llamadas hasta tres veces al día a sus domicilios particulares para que se presenten en las sedes alternas.

Para los profesores del CCH, las clases, los exámenes, los trámites y las asesorías extramuros representan "un fraude académico, que están preparando como un arma para vencer al movimiento estudiantil, sin que les importe hundir en el desprestigio académico a la UNAM", ya que, explican, tales actividades no promueven el verdadero aprendizaje entre los estudiantes y, en cambio, propician "la corrupción, porque se regala la calificación a aquellos alumnos que se someten".

Al respecto, el maestro Mario Rojas, del plantel Naucalpan, indicó que "las autoridades no tienen verdadero interés en lograr la superación y excelencia académica que tanto pregonan", porque con el Programa Emergente de Apoyo Académico sólo pretenden cerrar burocrática y administrativamente el semestre. (Susana González)