Escenas clásicas
Entra un galán a la casa de las hermanitas Vivanco. Andrea (Héctor Lechuga) entretiene al galán, mientras grita: "Maritza, close the door". Maritza (Manuel Loco Valdés) se va a la puerta, y mientras la cierra con llave dice: "chirrín chin chin". Luego, se traga la llave con una lujuriosa sonrisa. Lo restante queda a imaginación del espectador.
César Costa canta mientras Gina Montes contonea su prominente anatomía. A media canción la vedette deja solo al intérprete, quien súbitamente se ve inte-rrumpido por un regordete y simpático hombre, ataviado con impecable smoking: "ha llegado la hora chingüengüenchona, la hora cuchi cuchi, la hora yavasque-chutas, la hora por la que vale la pena el programa". Beto, El Boticario ha aparecido con todo y su particular forma de hacer magia.
"šTomaaaaaás!", grita la ma'linda a su pequeña criatura, quien presto llega ante ella con ademanes si-miescos. "Dime, ma'linda", dice el retoño (Héctor Suárez) para luego recibir un regaño por su mal comportamiento. "ƑTe puedo decir una adivinanza?", pregunta el ino-cente. Y tras obtener el permiso dice: "A ver, mami, dime qué es esto: te tiro al suelo, no cabe duda, te meto un cuarto de carne cruda". Asustada, con los ojos desorbitados, la ma'linda reprime al pobre negrito, quien, hinchando los labios y para salvarse del castigo le da la respuesta: "el zapato, mami, el zapato, pues Ƒqué pen-sabas?". La ma'linda concluye, besando a su pequeño: "Mi niño es blanco, mi niño es puro y bueno. La negra cochina soy yo".
Gandalla, Brozo, el payaso tenebroso (Víctor Trujillo), increpa a la multitud: "ƑQuieren que les cuente un cuento?". Y sin importar la res-puesta negativa, dice: "Pues me vale, ahora se van a chutar la te-rrible y triste historia de Yanpol, el sastrecillo valiente, quien fue coronado con una bellísima cornamenta por su chava, Simona, la Bebediur, cuyo sobrenombre obedecía a que gustaba de empinar el codo". La historia termina con un feliz prau-prau y un "Ƒles gustó el cuento, chamacos mugrosos?".
Y si tienen tele, ahí se ven...
(Buscadores en la memoria teleadicta: Angel Vargas y Mónica Mateos).