n Los humoristas deben evitar la vulgaridad en sus chistes, dice El Polivoz
La gracia de un cómico se termina con su muerte: Enrique Cuenca
n El trabajo que desempeñó con Eduardo Manzano siempre lo hizo de manera digna, explica
Angel Vargas y Mónica Mateos n Llegaron a la televisión cuando aún era mozuela. Y, por supuesto, se la llevaron al río, para hacer de ella una gran señora en el terreno de la comicidad. Comenzaban los sesenta. Plenos de juventud e ingenio, Enrique Cuenca y Eduardo Manzano metamorfosearon sus cuerpos y voces para "instituir" una nueva forma de humor: el sketch basado en sus propias caracterizaciones.
Los Polivoces irrumpieron en la pantalla chica comandando una tropa de entrañables personajes que sobrevivieron más allá de los 15 años que duró al aire su show (1960-1975). Por eso, no se puede hablar de ellos en pasado. Son clásicos. La sola evocación de su nombre provoca amplias sonrisas, cuando no sonoras carcajadas, entre quienes han visto su programa, aun las actuales repeticiones.
Después de Los Polivoces, "ya todos los comediantes son como nuestros hijos", asegura Enrique Cuenca, quien durante la entrevista forcejea con las voces de Juan Gárrison, el mesié Pier Cardán (o sea Pedro Cárdenas), doña Naborita Gelatino y el Mostachón, entre otras de sus célebres creaciones, que quieren meter su cuchara en la conversación.
"Cuando nosotros llegamos a la televisión ella era señorita. Desde abrirle las puertas nos costó un trabajo de la patada. Ahora, los zaguanes están así ųextiende los brazos a más no poderų, bien abiertos".
Kippy Casado fue quien dio la primera oportunidad al dueto de jóvenes imitadores en un segmento de 15 minutos de su programa Tiempos y Contrastes: "caracterizábamos a los personajes de moda en aquel entonces: Agustín Lara, Pedro Vargas, Celio González, Bienvenido Granda, Agustín Barrios Gómez, el Ratón Macías y Miguel Aceves Mejía, entre otros. Cuando se nos agotaron, decidimos inventar los nuestros, cosa que nunca se había hecho en televisión.
"Uno de los primeros fue inspirado en el entonces dueño del teatro Blanquita, el señor Vallejo, a quien le puse el señor Bayito. De ahí empezaron a surgir los otros personajes. En el programa, el público se dio cuenta de que éramos los mismos de la semana anterior, pero caracterizados de otra manera. La lista comenzó a crecer: los hermanos Lelos, el maistro y su pequeño saltamontes, Agallón Mafafas y Juan Gárrison, don Teofilito y Andobas...
"Entre Mauricio Kleiff, que fue el guionista, y yo, los inventamos, éramos los creativos. Eduardo se dedicaba a hacer los contratos, a cobrar el dinero, en fin, a toda la parte administrativa. A mí se me daba la creatividad, porque nací en un barrio muy fuerte y muy populachero, Santa Julia, de ahí me fusilé muchos personajes''.
ųƑEsos personajes eran un resumen de la sociedad de aquel entonces?
ųšClaro que sí! No podían ser ficticios, uno no podría imaginar tanto, tenían que ser de la vida real. Gordolfo Gelatino era un muchacho que vendía ropa en el mercado de Santa Julia, se llamaba Rodolfo, pero empezó a engordar y le decíamos Gordolfo. Ese personaje le quedó como anillo al dedo a Eduardo, pues estaba gordo. Mauricio le puso el apellido Gelatino por Rodolfo Valentino.
"Doña Naborita Gelatino sí existió, era una viejita de Santa Julia que tenía dos hijos, el Pinín y Lalo, ambos eran más flojos que nada, no trabajaban, de ahí nos inspiramos: (con voz de Gordolfo) 'Madre, no soporto verte planchar'; (con voz de Naborita) 'Ƒno, hijazo?... šayyy, qué lindo!'; (Gordolfo) 'mejor vete a la otra recámara'.
"Don Teofilito era la voz de mi abuelo; Andobas la de Borolas; Mostachón la de Resortes, pero sin ser tan exagerado; para el Guashangüer, Eduardo agarró la de Manolín, el que hacía pareja con Shilinski, y para Agallón Mafafas hizo la de Pedro Armendáriz. La gente nunca se dio cuenta. No lo percibió, porque la fisonomía era otra.
"Si se dan cuenta, el éxito estuvo en cambiarle la voz a todos los personajes. Para la televisión mexicana fue como si llegaran nuevos cómicos a la pantalla cada semana. Lo que ésta quería eran novedades, pues se come todo y no puede estar repitiendo. Después de nosotros, salieron cómicos que nos imitaron, hasta parecían nuestros hijos, y en la actualidad aún se pueden ver. ųƑCuando llegaron a la tv, tuvieron alguna restricción en cuanto a los chistes que decían?
ųNo mucho. Las reglas quedan sintetizadas en tener el talento para no caer en vulgaridades ni en groserías o la autocensura. También existía una oficina en la que revisaban el script. Con nosotros no habían ningún problema, nos dejaban pasar todo.
ųƑNi aun cuando abordaban asuntos políticos, como la crítica al sindicalismo, con el Guashangüer, o cuando imitaban a políticos internacionales, como Kissinger o Fidel Castro?
ųNo, porque siempre lo hicimos muy dignamente, sin ofender a nadie. Mauricio Kleiff fue muy cuidadoso con ese tipo de cosas.
ųƑImprovisaban?
ųMucho. Les voy a enseñar un libreto para que se den cuenta. Se llegó al colmo de que un día Raúl Vale le compró los guiones de Los Polivoces a Mauricio Kleiff. Raúl dijo: 'ya tengo aquí lo mero mero', y cuando los leyó no tenían nada, los chistes a la mera hora se improvisaban. Eran scripts para la idiosincrasia de cada personaje. Ahora ya no improvisan, no todos tienen la facilidad para hacerlo. Hay cómicos que no se pueden dar ese lujo porque le dan en la torre al script.
ųƑHay diferencia, entonces, entre los comediantes de antaño y los de hoy?
ųšPor supuesto! Pero no es que estemos tasados por años, sino por calidad. Hay unos que son bailarines, otros cantan, están los vulgares y los albureros, también los dicharacheros. Nosotros éramos improvisadores, lo mismo el Loco Valdés, quien no tenía script, a diferencia de nosotros.
"En nuestros programas se puede apreciar cómo nos sacábamos de onda el uno al otro. Eduardo ya sabía que si yo me estaba saliendo del guión era por algo, y estaba atento para poder contestarme".
ųAsí como los personajes tuvieron su génesis, Ƒde dónde sacaban cada chiste?
ųDel pueblo. Siempre conviví con la gente, las personas me nutrían. En la calle contaban situaciones y nos proveían de chistes sin querer. Siempre andaba de vago, en los bares, en las fiestas. Esa era la bronca de Eduardo, quien siempre se la pasaba en su casa.
ųƑExisten personajes, chistes o situaciones que aseguren la risa de antemano?
ųEso es lo que pretendemos. Hay chistes claves con los que uno sabe que la gente a fuerza se va a reír. Para nosotros, los comediantes, lo más importa nte es la primera risa. Cuando se saca la primera carcajada, la gente ya está con uno. Da miedo que se digan chistes y que nadie se ría.
ųƑEran bien pagados?
ųSi, ganábamos muy bien. Fuimos los primeros en cambiarnos de canal, del dos al ocho; nos dieron mucha lana por eso. Después Emilio Azcárraga Milmo también nos pagó bien por repetir nuestros programas.
ųƑPor qué se acabo el ciclo de Los Polivoces?
ųNo se desgastó la fórmula, de hecho ahí sigue. Sucedió que Eduardo quiso seguir el camino solo. No le funcionó, nada más malogró el dueto. Eduardo estuvo muy orgulloso porque decía 'yo acabé con Los Polivoces'. Eso no es un orgullo. A mucha gente le dolió nuestra separación, en especial a mí, porque ya no pensaba en función de uno, sino de dos. ƑPara qué acabo Eduardo con esto, si no le redituó nada? Todavía dijera uno, lo hizo para conseguir lo que actualmente tiene, pero él está desde hace años en su casa, no sale, no trabaja, y yo ando en todos lados. Fue una mala obra. No estoy conforme, porque todavía teníamos mucho que dar. šQué lastima!
ųƑEso significa que ya no existe ninguna posibilidad de que se reintegren?
ųNo. Además ya no sería rencuentro, sino rencarnación. Imagínense ahora a Eduardo, con el problema que tiene de su pie, con su bastón y todo el rollo, ya no haríamos todas la imitaciones que hacíamos, sino nada más a don Teofilito. Y yo pegándole por detrás, desquitándome con una jerga mojada: 'šAndele, don Teofilito, por güey!'
ųƑLa televisión es un medio que acorta la vida escénica?
ųEso es mentira. Las fórmulas no se desgastan. Si así fuera, Ƒpor qué pasan de nuevo El show de Los Polivoces y sigue siendo un fregadazo?, Ƒpor qué siguen pasando a El Chavo y uno se sigue atacado de la risa? Y aún más lejos: Ƒpor qué siguen pasando con éxito las películas de Cantinflas, de Tin Tan? Al cómico se le acaba la gracia hasta que lo entierran, puede estar viejo, jorobado y arrugado y aún hace reír, pues se nace con la gracia.
ųƑVolvería a la televisión?
ųšClaro que sí! Pero como están las cosas... no le dan oportunidad a la gente que sabe. Andan buscándole tres pies al gato, teniendo a los buenos. Dizque quieren comicidad joven, y la comicidad no tiene edad.
ųƑQué criticaría de los programas cómicos actuales?
ųQue es la misma gata pero revolcada. No hay nada nuevo bajo el sol. Siempre ha habido cómicos vulgares, groseros, finos, de golpes. Lo que pasa es que ahora hay más apertura para hablar en doble sentido y decir de todo. Por eso digo que antes la televisión era más señorita. Si Los Polivoces continuaran, quizá ya hubiéramos ensanchado más los zaguanes de Televisa.
ųƑLos actuales programas de humor están hechos con inteligencia?
ųƑQué es un humor inteligente? No, yo considero que los programas son sanos. Claro que hay hasta cuentos colorados, como en los que se habla de una vieja rebuenota y la gente se excita luego, luego. 'šPinches calientes! Qué buen cómico es ųrecrimina el públicoų, aunque diga tantas majaderías'. Hay personas a las que les gustan las cosas corrientes.
ųEntonces, Ƒes deber de la televisión dar un poquito de todo al público?
ųSí, ya se abrió de piernas. šOrale!, lo que la gente quiera.
ųQue se haya repetido El show de Los Polivoces, Ƒhabla de un vacío de comediantes en la televisión?
ų No creo que se deba a un vacío, sino a que el programa ya es un clásico. En uno más actual aparecen los mismos chistes que en Los Polivoces. Todo es un ciclo. Las rutinas son las mismas, pero cada quien hace pequeñas variaciones. La diferencia de un chiste está en el perchero, en quien lo diga. El público en México no tiene memoria, se olvida de los artistas y de sus creaciones. Por ejemplo, ahí están las telenovelas, un artista está de moda un ratito, luego aparece otro y se olvidan del primero. Es muy triste.
ųƑEso significa que siempre estará el mismo tipo de humor en la televisión mexicana?
ųSí, y será un humor reciclado, a menos de que aparezca una nueva fórmula.
ųƑCuál es su personaje más entrañable?
ųEl mesié, que decía: ''bola de coguientes". Era sensacional, su mamá vendía quesadillas y tacos de tripas fuera de una pulquería, y su papá era jicarero.
ųƑQué tan importante es el humor para la sociedad mexicana?
ųEs lo más grande que se puede tener. Nos reímos de la muerte y estamos haciendo albures de todo. Si se muere un personaje enseguida se busca el chiste, como cuando mataron a Kennedy y todos bromeábamos: 'ƑQué dijo Jacqueline instantes después de que le dispararon a su esposo? šOh, John, Oh, John!'. Y uno respondía: 'Hoyón, no vuelvas a Dallas'.