La Jornada domingo 20 de junio de 1999

PAGINA 9 ŤLourdes Galaz
La postergada democracia

* Previsible, la alianza PRI-PAN para mayoritear una reforma electoral concertada * Legisladores y precandidatos, sin interés en los problemas de la coyuntura nacional

De acuerdo con los tiempos políticos, el 1o. de enero se inicia el proceso legal para elegir al primer Presidente del siglo XXI. Los comicios son el primer domingo de julio del año cero. Los legisladores tienen hasta el 30 de junio, es decir 10 días, para ponerse de acuerdo en las enmiendas a la ley electoral. El viernes se reinstaló formalmente en el Senado la mesa de negociaciones. Ni en los partidos ni en el Congreso alguien advierte la urgencia de acuerdos políticos para crear reglas del juego que conduzcan a una reforma legislativa (ya no hay tiempo para una enmienda constitucional) que permita a los ciudadanos de este país comenzar el tercer milenio con unas elecciones efectivamente democráticas.

A un año y medio de las elecciones presidenciales, los partidos políticos están en una abierta campaña de descalificación de los contrarios, y los presuntos candidatos a Palacio Nacional ųtodosų andan echados pa'lante. No hay propuestas, no hay proyecto, no se han escrito los programas. Los amigos de los presidenciales trabajan para su causa: los de Fox ya pasaron la charola para la precampaña; los de Labastida anunciaron que, en principio, juntarán 300 millones de pesos, y los amigos de Porfirio pues, simple y llanamente, son los enemigos de Cuauhtémoc. Viene a cuento: Muñoz Ledo, de campaña por Baja California, aseguró que Cárdenas es el candidato de los ricos, haga usted el favor. Más aún, denunció en la radio de Tijuana, como lo ha hecho en otras partes del país, que Cárdenas tiene una campaña publicitaria para desacreditarlo. Dice que ha comprado a reporteros, columnistas y directivos de los medios.ƑPor qué no prueba sus dichos el señor Muñoz Ledo? ƑQuiénes, cuáles, cuánto, cómo? Los periodistas informamos y comentamos sobre política. Los políticos hacen lo que pueden.

Descorazonamiento Y lo dicho: los presidenciales andan en lo suyo, y para no perder la figura ni puntos en las encuestas, ninguno se interesa en los problemas de la coyuntura nacional: el conflicto en la UNAM y el desánimo para rescatarla, el blindaje de la economía y los millonarios rescates bancarios (se calculan en más 120 mil millones de pesos), la (Ƒinminente?) privatización de la cultura y la industria eléctrica antes de que concluya este año...

El panista Vicente Fox, como los caballos lecheros ųsin mirar para los ladosų, camina firme hacia la elección interna en la que unos 500 mil simpatizantes avalarán sus aspiraciones presidenciales. Tranquilo, el gobernador de Guanajuato apoya a los candidatos a gobernar Nayarit y el estado de México, y hace campaña por la Presidencia. En tanto, su partido avanza en los acuerdos con el gobierno y las negociaciones en Bucareli y Los Pinos.

El perredismo intenta encontrar la ruta en la redición del proceso interno para elegir la nueva dirigencia (un sondeo de opinión sería definitivo y evitaría complicaciones), mientras avanza hacia una seria fisura: Cárdenas va por la candidatura de la alianza opositora de centro-izquierda y Muñoz Ledo no se quedará con las manos cruzadas ni vacías, aunque sus amigos aseguren que la presencia del porfirismo en el electorado es mayor que la del cuauhtemismo. Y a propósito, se anuncian nuevas elecciones en el PRD, y a dos meses de que anuló las anteriores, la Comisión de Vigilancia (11 notables) no se pone de acuerdo sobre quiénes son los mapaches amarillos ni cómo sancionarlos. Tan fácil que sería aplicar el reglamento interno ųcosa que habrá de hacer, finalmenteų, aunque algunos de los notables le temen a los costos políticos que representaría, por ejemplo, expulsar del PRD a la senadora Layda Sansores y su grupo, que en marzo tomaron las oficinas del sol azteca en Campeche, y a los que hicieron lo propio en Sinaloa, y antes en Zacatecas y en Oaxaca.

En el PRI se juega a la democracia con el método del ensayo y el error, y los administradores de ese partido se hacen bolas en la definición de la logística y los topes de las precampañas, mientras Labastida se asume como el continuador del proyecto neoliberal y Roberto Madrazo cuestiona las políticas económica y social de régimen ųque merecieron su voto cuando fue diputado y senador en el sexenio salinistaų y se postula como luchador contra la pobreza, y con los 80 millones de pobres-pobres que pueblan el país, seguro que será el Robinhood de fin de siglo. Con todo, la campaña del tabasqueño va... aunque no tenga los apoyos institucionales que impulsan al candidato virtual del oficialismo. Por lo pronto, ayer Pepetoño González Fernández ųautodenominado primer operador del PRI nacionalų puso en riesgo el futuro priísta: se subió a un avión con los cuatro presuntos y los llevó a reforzar la campaña a Nayarit, donde nadie sabe cómo ni por qué podría ganar el tricolor. Hoy harán lo mismo en la zona conurbada del DF para apoyar al candidato mexiquense Arturo Montiel. Si la virgen se descuida y pierden las elecciones estatales, en buen lío se habrán metido los precandidatos, que mañana lunes comienzan las presentaciones ante la militancia en la estructura de su partido.

Todos en lo suyo. Los legisladores se sientan a la mesa en el Senado de la República para negociar las reformas al Código Electoral que aprobó la mayoría de PRD, PT y PAN en la Cámara de Diputados. El PRI, que se había negado a discutir las enmiendas de marras, fue obligado desde el Poder Ejecutivo a sentarse a la mesa con la contraparte del PAN y del PRD. Y el viernes, los tricolores presentaron una contrapropuesta de reforma electoral y no sólo las observaciones al dictamen aprobado por sus opositores en la Cámara de Diputados.

Los priístas saben que en una negociación se gana y se pierde. Ahora proponen cambios al Cofipe que le darían al gobierno y a su partido la posibilidad de recuperar el control en las decisiones del IFE. El proyecto priísta no incluye cambios en los artículos que regulan las coaliciones electorales ni el reconocimiento del derecho al voto de los mexicanos que viven en el extranjero (en más de 10 millones se calcula la emigración mexicana a estados del vecino país). De votar esos connacionales, lo harían por partidos de oposición al gobierno.

La representante del PRD, senadora Rosalbina Garavito, rechazó el proyecto priísta acusando la pretensión de desciudadanizar al organismo. La opinión del diputado panista Francisco José Paoli Bolio sobre la contrapropuesta oficial fue light. Estimó que debe sostenerse la ciudadanización del IFE y que consultaría con la directiva nacional de su partido. Su compañero, el senador Ricardo García Cervantes, sólo expresó confianza en que las partes se pongan de acuerdo y antes del 30 de junio se acepten reformas al Cofipe.

La iniciativa de los priístas es negociable, y para eso están abiertas las puertas en Bucareli, dijo uno de los diputados del oficialismo. Y en el Congreso se anticipa que, por enésima ocasión, la alianza PRI-PAN hará la mayoría requerida para aprobar una reforma electoral concertada en Bucareli y Los Pinos. Las elecciones efectivamente democráticas serán para el tercer milenio.