n Aumentó a 85 mil 500 mdd el monto del rescate bancario

Equivalente a 5% del PIB, la fortuna de siete mexicanos

n La cifra incluye los pasivos del Fobaproa; es

mayor a la deuda externa neta del sector público

Roberto González Amador n Con la decisión del gobierno federal de capitalizar Serfin y destinar recursos al saneamiento de Bancrecer, Promex y Atlántico, el monto del rescate bancario comenzado en 1995, incluidos los pasivos del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), aumentó a 85 mil 500 millones de dólares, cantidad superior al saldo actual de la deuda externa neta del sector público, según información oficial.

El gubernamental Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) anunció el jueves la capitalización de Serfin, el tercer banco del país, para lo cual destinará recursos por dos mil millones de dólares. Esa cantidad es independiente de los 12 mil 500 millones de dólares que ya fueron autorizados por el Congreso para el saneamiento de Bancrecer y la fusión de Promex con Bancomer y Banco del Atlántico con Bital. Sólo para Bancrecer se destinarán ocho mil 400 millones de dólares.

Hasta el primer trimestre de este año, última información oficial disponible, el saldo de los pasivos asumidos por el Fobaproa para rescatar el sistema bancario después de la crisis del peso en 1995, se ubicó en 70 mil millones de dólares, una cantidad que crece día con día debido a que ese organismo entregó a las instituciones de crédito un pagaré a cambio de la cartera de crédito tomada por el gobierno, que devenga un interés equivalente al que paguen los Certificados de la Tesorería de la Federación a 28 días.

La suma de los pasivos asumidos por el Fobaproa, más los que serán destinados por el IPAB a Serfin, Bancrecer, Promex y Atlántico, elevarán el costo del rescate bancario a por lo menos 85 mil 500 millones de dólares, cifra superior al saldo de la deuda pública externa -que de acuerdo con la Secretaría de Hacienda, sumó 81 mil 655 millones de dólares en marzo pasado- y que equivale a 20 por ciento del producto interno bruto (PIB) de 1998.

El monto del rescate bancario mexicano es el quinto más alto de los requeridos en las últimas décadas en los países que enfrentaron crisis de sus sistemas financieros.

Según el Banco de México, el costo fiscal de la crisis bancaria en Indonesia fue de 65 por ciento del PIB de esa nación asiática, mientras que en Corea del Sur, Tanzania y Chile alcanzo 33 por ciento del PIB de cada uno de esos países. En Japón fue de 31 y en España de 22 por ciento.

Los recursos comprometidos hasta ahora por el gobierno federal para salvar de la quiebra el sistema bancario, que en términos comparativos superan el valor del PIB de un país como Colombia (de 81 mil millones de dólares), multiplican por ocho al capital actual de todos los bancos, nacionales y extranjeros, que operan en México, que es de 10 mil 655 millones de dólares, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

La cantidad destinada al rescate bancario, diez veces superior al gasto público de un año en educación, no logró sacar de la postración al sistema financiero, paralizado desde hace cinco años, en que no otorga nuevos créditos.

La más reciente operación de salvamento realizada por el gobierno, la concretada con Serfin el jueves pasado, sólo puso de manifiesto el fracaso de la privatización del sistema financiero, realizada entre 1991 y 1992, que tuvo como objetivo "acrecentar la generación del ahorro nacional y apoyar y promover la productividad y competitividad de la economía nacional", según escribió Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México, en un libro donde relató el proceso de privatización bancaria, del que fue responsable.

Serfin recibió un trato preferencial del actual gobierno, que no fue suficiente para sacar a flote la institución.

El Fobaproa tomó cinco pesos de cartera de crédito -hasta sumar seis mil 500 millones de dólares- de Serfin por cada peso que sus accionistas aportaron de nuevo capital en los últimos años. Ese trato fue mejor al dispensado a la mayoría de instituciones -con excepción del ex Banco Mexicano, hoy Santander Mexicano, que recibió dos pesos del Fobaproa por cada peso de nueva inversión de sus socios.

De tal forma, los apoyos del Fobaproa a Serfin superaron, en monto, a los obtenidos por Banamex y Bancomer, los dos principales bancos del país, en una inversión que no logró evitar que la institución vaya a ser, finalmente, tomada en propiedad por el gobierno antes de subastarla.