El martes pasado, la licuadora de la madre naturaleza hizo otra vez de las suyas y los habitantes de la 7 mil veces heroica ciudad de México y áreas conurbadas nos sacamos un gas mortal. Pero afortunadamente la sacudida no tuvo ni comparación con la del 85 y el movimiento telúrico no pasó de un susto soberbio.
Donde sí estuvo francamente violento fue en la ciudad de Puebla, que no acababa de pasar por el otro terremoto de ver a su equipo caer estrepitosamente a segunda división, cuando tuvo que enfrentarse a este, que lamentablemente cobró vidas.
Creo que hoy estamos más preparados para responder ante la urgencia, y cuando digo estamos, me refiero por supuesto a los ciudadanos, que fuimos los que salimos a las calles en 85 y los que durante unos días tuvimos el control de la situación, los mismos que posteriormente votamos por el primer gobierno democrático de esta ciudad en toda su historia.
Pero que nadie se llame a engaño, los signos de que algo duro se nos venía encima estaban escritos en el aire:
La ejecución de Stanley y la posterior y virulenta campaña de linchamiento organizada por los medios contra el gobierno de la ciudad, la visita relámpago del prohombre dublinense (con disculpas a James Joyce) y sus declaraciones enrarecidas y confusas, la supuesta democratización del PRI Mario Villanueva haciendo declaraciones desde el exilio interior, obispos y ex procuradores iniciando una guerrita, bancos a punto de declararse en ``quiebra técnica'' con todo y Fobaproas, el abuso de las encuestas electorales en el estado de México, la huelga ``de nunca acabar'' en la UNAM, virus informáticos desatados en Internet, un fin de sexenio lleno de dimes y diretes y el Popo despertando a cada rato.
Con este panorama, ¡cómo chingaos no va a temblar!
Confesaré que ya estoy hasta la madre de ver y oír cómo los medios (con honrosas y objetivas excepciones) continúan en su sistemática e imbécil campaña de desprestigio contra el gobierno de nuestra ciudad, y en particular contra Cárdenas, calentando el cultivo de la irracionalidad y el linchamiento y olvidando que hay otras ciudades, gobernadas por otros partidos, donde me cae que daría, si lo piensan un poco, mucho más miedo vivir.
Lo que más lamento no es la falta de ética y moral de estos ``comunicadores'', y sí su falta absoluta de imaginación para encontrar nuevos desastres citadinos con los que culpar a Cárdenas y compañía.
Ya oímos todo lo que nos quieren decir sobre inseguridad pública, baches asesinos, aire contaminado, falta de agua y otras cuantas cosas que ponen, en sus labios, a nuestra ciudad al mismísimo nivel de Calcuta.
Y como no encuentran nada nuevo con lo cual continuar su avalancha de descalificaciones, quiero ayudarlos, proponiéndoles algunos encabezados:
¡Naufragio en el lago de Chapultepec! Lanchas en malas condiciones por falta de mantenimiento provocan nueva catástrofe. ¡Cárdenas, culpable!
Cada vez va menos gente al Azteca a ver al América, a causa de la campaña orquestada por el gobierno capitalino.
¡Queda un solo oso panda, y es osa! La administración de la ciudad no supo cuidarlos...
¡Ciudad en ruinas! Todas las noches el gobierno cardenista pone nuevos baches en nuestras calles.
¡Temblor del martes fue promovido por la Secretaría General de Gobierno del DF! Su finalidad, desalojar del Zócalo a los antorchistas...
El agua de los canales de Xochimilco ¡no es potable! Nueva investigación de El Noticiero.
¡Esta noche en Hechos... ! Nueva propuesta del Gobierno del Distrito Federal para quitar el color verde de los semáforos...
Y así podría seguirle durante un rato. Mi gran temor es que algunos se lo tomen en serio, ya que los habitantes de la ciudad no los tomamos en serio a ellos, y se lancen a las calles a intentar corroborar estos nuevos males, que les darían muchas horas gratuitas de denuestos.
Esta vez, va de pregunta:
Si a los atletas se les obliga a realizar pruebas de antidoping para certificar que no toman ningún tipo de drogas que afecten su desempeño, ¿no podríamos aplicárselas, obligatoriamente, a algunos comunicadores, políticos o actores, que tienen una función social y que pueden con sus palabras afectar a muchos, sin saber bien a bien si están en condiciones para hacerlo?
La propuesta está en el aire; si ustedes quieren decir nombres de quienes podrían ser los primeros a los que pudiéramos aplicar la prueba, manden un e-mail a [email protected] con sus candidatos. Publicaremos muy pronto los resultados. Por lo pronto, y para que no quepa ninguna duda, yo estoy listo para hacérmela, al fin y al cabo que sólo saldrá una gran cantidad de nicotina y pays de limón, sin que esto signifique por fuerza que soy necesariamente lúcido a la hora que escribo.