La Jornada lunes 21 de junio de 1999

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Muchos son los significados que pueden aportar al entendimiento del futuro político mexicano las mágicas tierras nayaritas escogidas por seis precandidatos presidenciales para hacer campaña este sábado reciente.

Para empezar, ha sido allí, en una sociedad a la que tanto ha empobrecido políticamente el cetemismo hecho gobierno, donde ha prendido la rara flor de la pluralidad partidista aliada en torno a un solo candidato.

Por otra parte, ha sido allí, en esa tierra de atraso político, donde se produjeron hechos notables como los siguientes:

La aparición pública conjunta de los cuatro precandidatos priístas, bajo el marcaje policiaco de Fernando Gutiérrez Barrios y el acompañamiento decorativo de José Antonio González Fernández; las muestras de apoyo a Roberto Madrazo Pintado, y en especial las de segmentos femeniles presuntamente motivados por los rasgos físicos del tabasqueño, y la adhesión simbólica de Porfirio Muñoz Ledo a Vicente Fox Quesada, en el contexto de la ruptura del diputado todavía perredista con Cuauhtémoc Cárdenas.

ƑApoyar a quién?

Ciertamente, no fue la talla política de Lucas Vallarta la que logró concitar en Tepic a Manuel Bartlett, Francisco Labastida, Roberto Madrazo y Humberto Roque (citados, como lo hizo el maestro de ceremonias en la capital nayarita, por orden alfabético).

Tampoco fue factor para el viaje de la banda de los cuatro (B-4), o los cuatro fantásticos (4-F), como quiera escoger el lector, el eventual riesgo político que corren los intereses del tricolor frente a la candidatura pluripartidista de Antonio Echevarría, el hombre más rico de Nayarit al que las pugnas con Rigoberto Ochoa Zaragoza convirtieron en insólito candidato a gobernador en nombre del PAN, el PRD, el PT y el local Partido de la Revolución Socialista.

Lo que movió a los precandidatos presidenciales, a su gerente general (Gutiérrez Barrios) y a su jefe de relaciones públicas (González Fernández) a viajar a Tepic, fue la necesidad de aparentar que las cosas marchan al interior de la expedición priísta sin problemas graves y con acuerdos básicos.

Dos punteros: uno, del zedillismo; otro, de los dos Carlos

En esa búsqueda de apariencias positivas, lo cierto es que ha quedado nítidamente expresado el bipolarismo real en el que ya se mueve, y lo seguirá haciendo, el experimento de Ernesto Zedillo, con el que ha pretendido disfrazar su dedazo ya tomado: las preferencias reales están con Francisco Labastida Ochoa, el candidato de Los Pinos, y con Roberto Madrazo Pintado, el candidato de los dos Carlos (Hank y Salinas).

Pero según se ven las cosas en estos primeros escarceos, las preferencias provienen de dos circunstancias que pueden cambiar: a Labastida lo apoya la estructura del sistema PRI-gobierno, impactada por el fenómeno de la cargada que a todos ha hecho ver en el sinaloense el personaje al que se hará ganar al costo que sea.

A Madrazo Pintado, por el contrario, y para grave preocupación del hombre (todavía) de Bucareli, lo apoyan segmentos más abiertos, menos controlados, impactados a su vez por la cínica pero productiva campaña nacional de mensajes pagados de televisión y por la tradicional adhesión de las masas a la figura de los presuntos agraviados, los presuntos mártires, conceptualización que ha abonado en beneficio del tabasqueño el abuso de recursos hecho desde el gobierno a favor del sinaloense.

ƑUn guanajuatazo de sangre?

Pero no sólo párvulos priístas de la mano del maestro veracruzano se vieron en Tepic. También estuvieron el virtual candidato presidencial panista, Vicente Fox, y el virtual no candidato presidencial perredista, Porfirio Muñoz Ledo.

El encuentro sirvió para intensificar las versiones que ubican a Muñoz Ledo en una franja externa al perredismo. En estricto sentido, su aparición junto al gobernador de Guanajuato no viola ninguna disposición del sol azteca y sí, en cambio, abona el camino hacia la buscada alianza PAN-PRD.

Sin embargo, la excursión compartida que hicieron Fox y Muñoz Ledo para apoyar la campaña de Echevarría no parece ser sólo un ejercicio de buena voluntad, sino una muestra pública, totalmente intencional, del camino que en dado caso podría seguir Porfirio en caso de que las circunstancias perredistas lo vayan dejando fuera de toda opción al interior de ese partido.

Ironías de la vida, Muñoz Ledo acabaría apoyando a su paisano de sangre. Recuerde el lector que Porfirio alegó años atrás su derecho a ser candidato a gobernador de Guanajuato esgrimiendo razones sanguíneas.

Ahora, si las cosas siguen como se ven, Porfirio Muñoz Ledo podría acogerse a esos artificios para, finalmente, buscarse el camino que en el PRD él mismo se ha ido cerrando.

Nayarit, Ƒlaboratorio del 2000?

En ocasiones anteriores solía hablarse de las elecciones en el estado de México como el muestrario de lo que posteriormente podría suceder en las nacionales. Ahora Nayarit, casi siempre olvidado en materia política, virtualmente abandonado, aportará luces singulares para el entendimiento del 2000.

Habrá que ver si es derrotado el cacicazgo cetemista mediante una pragmática alianza electoral encabezada por un enriquecido ex priísta. Habrá qué ver si esa alianza es capaz de gobernar con sentido de transformación o sólo sería un cambio de envoltura sin modificar el contenido. Será interesante conocer el comportamiento de una sociedad políticamente atrasada frente a los experimentos priístas.

Todo ello se verá pronto, el 4 de julio venidero, a un año de la madre de todas las batallas electorales.

Astillas: No ha de ser la muerte de las personas una barrera que impida la mención clara de las características que le acompañaron en vida. Bajo esa consideración, es necesario mencionar que Antonio Sáenz de Miera fue justamente un buen ejemplo de los males y los vicios del periodismo mexicano, y que el negocio familiar llamado Club de Periodistas, en la ciudad de México, y los poco respetables premios nacionales de periodismo que entregaba anualmente, forman parte de las vergüenzas de este gremio. Sáenz de Miera, apodado El Charro, simplemente se dedicó a obtener privilegios y concesiones a título de un oficio que no ejerció de verdad, pero que utilizó como modus vivendi... No hacía falta, pero Vicente Fox amarró su candidatura presidencial este sábado, cuando José Luis Luege Tamargo fue elegido nuevo presidente del PAN en el Distrito Federal. Coordinador de los Amigos de Fox en varios estados, Luege Tamargo ha sido diputado federal y asambleísta, y fue miembro de Desarrollo Humano Integral (DHIAC). Al triunfo de Luege se opuso de manera abierta Esperanza Gómez Mont, conocida como La Tatis, quien inclusive declinó para favorecer a otro aspirante, en la tercera de las cuatro rondas en las que participaron durante seis horas y media los 60 consejeros capitalinos del PAN. Fox tiene ahora su propio coordinador en el Distrito Federal, cuya primera tarea será trabajar en busca de la recuperación de la fuerza que su partido tenía antes de los días que les fueron aciagos, cuando Carlos Castillo Peraza deshizo en unas cuantas semanas, como candidato a jefe de gobierno, el trabajo político del blanquiazul en la capital del país... Mayito, Mayito, Mayito Bezares, Ƒcuántas cosas sabes? ƑCuántas callas?

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