n Convoca para ese mismo día la plenaria; el precongreso será del 1 al 3 de julio


El viernes definirá el CGH la fecha de su encuentro con autoridades de la UNAM

n Los delegados ultras se cobraron el triunfo de quienes dieron el a dar un paso hacia la solución

María Esther Ibarra n Aunque el Consejo General de Huelga (CGH) aprobó no condicionar su asistencia al primer encuentro-- en un recinto de la Cámara de Diputados-- con la autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), será hasta el viernes 25 cuando defina la fecha de la reunión, así como el formato de la comisión, y si ésta simplemente lee o discute en dicho encuentro la propuesta de diálogo público, directo y resolutivo que el movimiento estudiantil ha exigido hasta ahora en esos términos.

De esta manera, los primeros visos encaminados a la búsqueda de una pronta solución al conflicto en la máxima casa de estudios, que ayer cumplió dos meses en paro, se fueron por la borda cuando en una apretada votación --70 contra 63--ganó la postura de convocar para ese día a la plenaria del CGH, pues se consideró prioritario concentrar todos los esfuerzos en la constitución del Frente Universitario en Defensa de la Educación Pública, Gratuita, Democrática y Científica, que se llevará a efecto este miércoles en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria. Para ello, hoy y mañana se realizarán brigadeos informativos, dentro y fuera de la UNAM.

En una de sus más largas asambleas -se convocó a las doce del día del sábado y concluyó a las 9:30 horas de ayer, en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Aragón-- la guerra de gritos, mociones, intervenciones en círculo y amagos volvieron a imperar, por más llamados que hicieron la mesa de debates y los denominados delegados "moderados" a ser congruentes con una cartulina en la cual se leía: "Tolerancia y respeto".

Cerca de las cuatro de la madrugada se inició la discusión del precongreso, que por consenso será llevado a cabo del 1Ɔ al 3 de julio y cuya agenda comprende los siguientes siete temas, a ser abordados cada uno en mesas de discusión: organización del Congreso, que incluye un balance del efectuado en 1990; financiamiento, presupuesto y su distribución, así como la revisión de los salarios; papel de la UNAM en la sociedad, Ley Orgánica, formas de gobierno, reforma académica (docencia, investigación y extensión), y reforma administrativa.

En este evento, que se realizará durante la huelga, y será previo al Congreso Universitario Democrático y Resolutivo, la participación es "libre y abierta" a estudiantes, académicos (docentes e investigadores), trabajadores universitarios, padres de familia, organizaciones sociales y sindicales. Las decisiones se adoptarán por consenso entre los actores de la comunidad universitaria, en tanto que los sectores "solidarios" tendrán derecho a voz, pero no a voto. Obviamente, en el precongreso se rechazó la participación de las autoridades de la máxima casa de estudios. Se aprobó, por acuerdo de 21 asambleas locales y otros tres votos de delegados, que el congreso tenga carácter democrático y resolutivo, en tanto que 13 y dos votos más se manifestaron por agregarle el carácter de constituyente.

El conflicto podría tener un giro en función de la decisión que adopten las asambleas de escuelas y facultades, a efectuarse esta semana, respecto a la discusión de si se condiciona o no el diálogo público, directo y resolutivo que pudiera aceptarse como uno de los acuerdos en el primer encuentro entre el CGH y las autoridades universitarias en San Lázaro.

Es decir, desde un principio el movimiento estudiantil estableció que, para tener ese tipo de diálogo con Rectoría, antes las autoridades de la UNAM debían satisfacer condiciones mínimas: cese a la represión, cancelación e invalidación de las actividades extramuros y retiro de todas las actas levantadas contra los paristas antes, durante y después de la huelga.

En un comunicado de la Comisión de Prensa y Propaganda del CGH también se señala que está a discusión de los planteles modificar o no el formato de diálogo, y en particular la sede, que le entregó en un documento a la Comisión de Encuentro el pasado 2 del presente en el auditorio Che Guevara, y que fueron rechazados por resentantes del rector Barnés por considerarlo inaceptable y fuera de toda "cordura".

En su formato de diálogo, el CGH planteó integrar una comisión de 13 estudiantes, que serían rotados de entre un total de 116 representantes de escuelas; realizar el diálogo en un auditorio de la UNAM con la asistencia de invitados de ambas partes, transmitido sin cortes por Radio y Tv UNAM, y con la presencia de los medios masivos de comunicación, entre otras cosas.

El diálogo contra el alargamiento

En un principio todo indicaba que la plenaria del CGH en la ENEP Aragón se desarrollaría sin el lenguaje rijoso y la dilatación que imperó en sus ultimas reuniones. Así lo sugería el resolutivo, por voto mayoritario, de 28 escuelas y facultades y dependencias universitarias en paro, de aceptar el ofrecimiento de la Comisión de Ciencia y Tecnología para un primer encuentro con el movimiento estudiantil.

No obstante, con su desacuerdo, los delegados identificados como ultras, se cobraron el triunfo de quienes dijeron sí por dar un paso en la solución del conflicto. Con la votación en su contra, no faltaron intervenciones acusadoras sobre el "amañanado" documento de la Comisión de Prensa y Propaganda, a cuyos integrantes se les señalaba por haber tergiversado el ofrecimiento de los legisladores.

Rufino, estudiante de la Facultad de Derecho, y que según algunos de sus compañeros ha declarado en diversas asambleas locales ser miembro del PRI y del grupo Atlacomulco, pidió a la una de la mañana se leyeran los boletines emitidos por la Comisión de Ciencia y Tecnología. Argumentaba que sus integrantes ya se habían reunido con el rector Francisco Barnés de Castro y éste había aceptado participar en el encuentro. "Esto, dijo, es inaceptable, pues ya lo desconocimos como interlocutor y hemos solicitado su renuncia".

Y en efecto, en un boletín de fecha 17 de junio, la presidenta de esa comisión, María del Carmen Díaz Amador, informó que se "estableció un primer contacto directo" con Barnés y con una "delegación del CGH", y que "este primer diálogo directo con ambas partes en conflicto puede calificarse de positivo". Según el comunicado, el rector "manifestó su disposición de colaborar en la construcción de un espacio de reflexión en la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados. Es más, señaló, que en la medida en que avanzara en la construcción de ese espacio estaría dispuesto a intervenir personalmente".

Francisco Ramírez, también de esa facultad y de la Coordinadora Estudiantil, aclaró que ese primer encuentro no implicaba el diálogo que pedía el movimiento, pero que se debía aprovechar para demostrar porqué seguía la huelga y los pretendían aislar. Las recriminaciones de los opositores al encuentro y los partidarios de llevarlo a cabo no lograron modificar el inicial acuerdo de acudir. En la desesperación, alguien pidió que se votará plantel por plantel el condicionar o no la asistencia: 22 se manifestaron por el no, y 10 por el .

Aferrados los perdedores, exigían que se discutiera que no fuera en un recinto de San Lázaro bajo el argumento de la violación a la autonomía universitaria. César Ortega, estudiante de Psicología y de la Comisión de Prensa, recordó que el ofrecimiento de los diputados fue colaborar proporcionando el espacio físico, por lo cual no se podía dar esa discusión. Otros delegados llamaron a "no boicotear" la sesión al "poner condiciones a las condiciones, pues tenemos que aprovechar la reunión en San Lázaro para quitarnos la mala imagen que tenemos en la opinión pública", dijo un estudiante.

Cerca de la una y media de la mañana vino el empantanamiento. La fecha para el encuentro generó una discusión de casi dos horas. Quienes estaban por que fuera a la brevedad posible plantearon citar a una sesión extraordinaria del CGH a fin de determinar el punto. Higinio Muñoz, de la Facultad de Ciencias, argumentó que debía ser después del miércoles 23, cuando se constituyera el Frente en Defensa de la Gratuidad, y propuso para el jueves la sesión del CGH, y para el viernes el encuentro.

A las tres de la mañana, por 70 votos a favor del viernes y 63 por el jueves, el auditorio volvió a ser de los llamados ultras. Algunos delegados reclamaron que hubo votos dobles o se contaron mal. A esas horas, quienes ya hasta roncaban ni cuentan se dieron que su compañero de al lado votaba por ellos. La gritería inundo el auditorio: "šEscuelas, escuelas, escuelas, escuelas!", pedían quienes exigían transparencia y se votara de manera nominal. "šYa se voto, ya se voto!" o "šQue se chinguen, que se chinguen!", vociferaban los de la consigna "ni un paso a tras, hasta la victoria siempre". Desde el fondo del auditorio, Alejandro Echavarría, El Mosh, junto con otros de sus compañeros de la Facultad de Ciencias Políticas se descolgó para apostarse en el acceso del estrado. A las cuatro de la mañana, también en apretada votación -94 contra 82--se acordó pasar al siguiente punto de la discusión sobre el precongreso.

Las distintas posturas sobre este evento también generaron una discusión que se prolongó hasta las primeras horas de ayer. Unos dijeron incluso que no entendían el término precongreso ni su finalidad. El Mosh explicó que no debería ser un ensayo de Congreso, sino un espacio para definir los ejes temáticos, en particular, el referente a la Ley Orgánica, y reformar la legislación universitaria, pues "no hay otra que modificar esas estructuras obsoletas si queremos refundar la universidad".