Paliar la censura
Mónica Mateos y Angel Vargas * ƑNo que los mexicanos se burlan hasta de la muerte? Sí, pero una cosa es hacerlo en privado y otra en público. šCuidado y un chiste acerca del temblor del 85 o del asesinato de algún candidato presidencial aparezca por televisión!, ni qué decir de alguna alusión a ''la virgencita de Guadalupe". Linchamiento seguro para quien ose hacerlo.
Contrario a lo que por todas partes se pregona, lo más transgresor del sentido del humor del mexicano se restringe a lo íntimo. Por ello, Eugenio Derbez no tiene empacho en calificarlo como de ''clóset", y afirma ''que en la tele tenemos el humor que nos merecemos porque somos muy mojigatos".
Mientras se permite que en la pantalla chica pululen escenas de violencia y sexo, los censores de los programas cómicos centran su atención en situaciones y palabras que ''atentan contra la moral y las buenas costumbres" y, en ocasiones, hasta contra el propio chiste.
Cuenta Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, que tiene un ''altero de medio metro lleno de libretos tachados por la censura, a la cual muchas veces no le hice caso. Se puede uno morir de risa con lo censurado. Por ejemplo, El Chómpiras decía: 'ya dejamos esa estúpida actividad del robo'. En RTC me tacharon la palabra 'estúpida', entonces reclamé: 'Ƒno les parece ese calificativo para el robo, les gusta el robo o qué'. Rieron y me dieron la razón'''.
A Los Polivoces les dejaban ''pasar todo". Pero guardan un secreto, confía Enrique Cuenca: ''Televisa tiene grabados chistes nuestros que nunca salieron al aire, porque eran muy fuertes. Por ejemplo, hay uno de Chano y Chon donde ellos platican: 'Oye, Ƒpor qué andas diciendo que mi esposa tiene almorranas?' 'Yo no dije que tiene, sino cómo que se le sienten'. Durante 15 años grabamos chistes como éste. Sólo Emilio chico podría dar la orden de buscarlos; šsería una cosa vaciadísima!".
Amante del humor negro, a Eugenio Derbez le ''estorba muchísimo la falta de criterio de la censura, tanto de la empresa como del público", pues ello le ha impedido aceptar, por ejemplo, la oferta de la cantante Crystal, quien se ha ofrecido para que el comediante se burle de su ceguera. También se queja de que le han detenido ''chistes babosos" pero que ''ofenden", como el de una señora que aparece con una como camilla tapada y dice: ''Mi esposo, al morir, decidió donar sus órganos; esto ha hecho a muchos niños felices". Abre una puerta y se ven a varios niños tocando unos órganos, la señora destapa la camilla y es otro órgano. Para terminar la escena, aparece una leyenda: ''Asociación Juan Torres, done sus órganos".
šClaro que transgredir lo prohibido tienta a cualquiera! Pero en ese sentido, los humoristas son cuidadosos con ciertos rubros que, incluso, llegan a ser tabúes. El presidente de la República, la religión y los militares son intocables.