* Hablan dos peritos sobre patrimonio inmobiliario
Abandonar monumentos en Puebla dramatizó los efectos del sismo
* Se carece del dictamen final del INAH, a una semana del siniestro
Angélica Abelleya, enviada/ I, Puebla, Pue. * A una semana de ocurrido el sismo que sacudió al estado de Puebla y afectó a pobladores, destruyó casas e hizo venirse abajo cúpulas, bóvedas y atrios de centenares de iglesias, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) carece de un dictamen final sobre los monumentos históricos dañados, de tal manera que se mantiene en espera una actuación cabal sobre los casos más graves que el organismo contabilizó el domingo pasado en 158 ''edificios de importancia primaria" (ver recuadro) que deben ser intervenidos.
Por lo pronto el sismo de este lunes 21, considerado segundo en intensidad, afectó dos espacios: uno en San Andrés Cholula, donde la torre sur de la Parroquia de San Andrés registró un agrandamiento de sus fisuras, de 18.30 cm a 19.30 cm; el otro fue el pináculo del Templo de la Compañía que se mantiene a punto del derrumbe, por lo que se prevé el cierre de las calles 4 Sur y Juan de Palafox para prevenir accidentes.
Y es que, como dicen por aquí, ''esta es una misa con muchos ministros"; todos dictaminan, pero aún no existe una efectiva coordinación entre las partes involucradas en la atención del patrimonio edificado, principalmente el religioso que sucumbió ante el azoro y la tristeza de feligreses que, si bien no saben qué hacer, sí están ciertos de que ''no sacan" sus vírgenes de los santuarios en ruinas, mientras circulan por la entidad, pero sobre todo por el Centro Histórico (CH) poblano, muchos especialistas de por lo menos cinco instancias que no acaban de ponerse de acuerdo.
En el corazón de la Angelópolis hacen peritajes miembros tanto del Consejo del Centro Histórico de Puebla, como de la Comisión del Patrimonio Edificado, especialistas de Obras Públicas del ayuntamiento, gente de Obras Públicas del estado, personal del INAH y otros más. ''Estamos en un caos. Debe haber autoridad", refiere el arqueólogo Eduardo Merlo Juárez, director del Museo Poblano de Arte Virreinal. ''Hay infinidad de especialistas que vienen a dar remedios como a un enfermo: tómate un tecito, ponte una ventosa. Y todo va desde las opiniones optimistas de 'aquí no pasa nada y no le hagan al cuento', hasta quienes dicen 'córranle, que se les viene encima la ciudad'. Debemos buscar el justo medio. Unos dicen 'no toquen' (INAH), otros 'empiecen la demolición' (Obras Públicas). En estos casos la autoridad federal tiene prioridad y le toca al INAH dictar normas. Pero no se ha hecho nada. No hay apuntalamientos ni acciones de rescate. 'Estamos contemplando', dicen, pero contemplar es sólo ver y requerimos actuar. Hay cosas que se pueden salvar ahora pero si llega la lluvia se agravará la situación. Urge apuntalar algunos templos y hacer acordonamientos más efectivos".
Entre tanta pérdida, algo que genera alivio a Merlo es que las zonas arqueológicas poblanas ''están intactas" luego del sismo. Coordinador de Arqueología del INAH-Puebla, enfatiza que la pirámide de Cholula y sus ocho kilómetros de túneles no sufrieron daño; tampoco sus murales. Sólo advierte que Tepexi ''perdió murallas y algunos derrumbes parciales".
ƑEstorbos para la modernidad?
Si bien la intensidad del sismo fue causante de que templos, ex conventos y santuarios se desplomaran el martes pasado, al movimiento de la tierra se sumó la ausencia de mantenimiento en muchos inmuebles y la gradual desatención de azoteas, muros, torres y cúpulas que al paso del tiempo se les añadieron humedades, fisuras y, en suma, abandono.
La iglesia de San Jerónimo es un caso que Merlo Juárez señala, ya que se le detectaron problemas de humedad tres años atrás, sin una intervención a tiempo. Además, el colegio de Jesús María contiguo al templo ''se demolió con la idea de especular con el suelo" y el entorno se convirtió en una zona sin mantenimiento. ''Ese ha sido uno de los problemas más graves en Puebla: los propietarios de casas quieren a toda costa convertir sus terrenos en estacionamientos o en oficinas. Existe la ley para evitarlo, pero la gente tapa los ductos de desagüe, el edificio se va cayendo solo y no hay delito qué perseguir. Este abandono ayudó al sismo a dramatizar sus efectos".
En entrevista aparte, coincide Manuel de Santiago, historiador del arte e investigador del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Naturales ųfundado en febrero de 1995 a raíz de la reactivación del Popocatépetl: ''No podemos echar sólo la culpa a la naturaleza por la situación que viven la mayoría de las 78 iglesias en la ciudad de Puebla. El sismo no hubiera tenido consecuencias tan graves con un mantenimiento adecuado y la continua reparación de los monumentos. Aunque son referencias culturales importantes, para muchos algunos edificios en el CH son estorbos para la modernidad. Eso ocasiona la afectación intencional de edificios y que esas acciones no sean detenidas por nadie. La Iglesia, por ejemplo, juega un papel determinante. Es tiempo que todos los sectores sociales se unan para cuidar el patrimonio histórico".
Sobre las posibilidades reales de que la UNESCO aporte recursos para salvar el patrimonio poblano, incluido en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad, ambos especialistas establecen sus dudas: ''La inclusión es una medalla sólo y la obligación de conservar el patrimonio la adquiere el Estado. La estrellita que nos pone en la frente la UNESCO debe ser seguida por una conservación permamente a cargo de México. Por otra parte, ese organismo está quebrado desde que EU y Gran Bretaña se salieron, así que dinero no vamos a obtener. Las actuaciones se lograrán con aportes federales, estatales, municipales y civiles. Pero si las autoridades se manejan con efectividad, pueden solicitar apoyos a Italia, Estados Unidos, España, Japón, y a muchas fundaciones", advierte Merlo Juárez, en tanto que De Santiago puntualiza: ''La iniciativa privada debe comprometerse pero ha demostrado que lo hace en casos específicos que le producen prestigio. Por ejemplo, para el proyecto enorme de recimentación de la Catedral de México ninguna institución ha ayudado, como no sea el gobierno federal con fondos directos de Hacienda. A veces es más efectiva la participación de pobladores humildes, que sienten suya su iglesia y aportan dinero, como en Cholula, que en templos de ciudades grandes como el DF o Puebla".
En Cholula, efectivamente, el padre Amado Tapia encabeza las reuniones de los representantes de diez barrios para atender la Capilla Real de Cholula, especie de mezquita con siete naves y 49 cúpulas de las cuales se cayó una, detrás del altar mayor. En una de esas juntas para plantear estrategias, los feligreses han impedido que saquen vírgenes y santos, aun cuando los peritos del INAH recomiendan el desalojo. Pero el ''no las sacan" ha prevalecido, en tanto permanecen también los escombros de uno de los monumentos más importantes del siglo XVI en toda América. De la misma manera que con desolación los pobladores de San Andrés observan las torres dañadas y la cúpula caída de su santuario del siglo XVI, ''con una de las fachadas platerescas más hermosas" de la región. ƑQué hacemos? preguntan todos por acá. Y nadie sabe qué contestar mientras esperan con angustia los primeros visos de lluvia y algunos otros movimientos de tierra, como el que este lunes azotó de nuevo a Puebla, pasado el mediodía.