* Necesario, fortalecer instituciones defensoras de los derechos, dice


Ofrece Zedillo "erradicar" la tortura

Rosa Elvira Vargas y Gustavo Castillo * Coincidente con la denuncia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de que en México persiste la "abominable y degradante" práctica de la tortura, el presidente Ernesto Zedillo aseguró ayer que erradicar tal delito es una meta que el gobierno de la República comparte "incondicionalmente" con la sociedad. Además, reiteró la "indeclinable voluntad" gubernamental de "seguir combatiendo, sin tregua y con todos los medios pertinentes de la ley, cualquier forma de tortura".

Luego de escuchar el informe anual de actividades de la titular de la CNDH, Mireille Roccatti en la residencia oficial de Los Pinos, el presidente Zedillo admitió una vez más que la delincuencia es un fenómeno grave en el país que, sin embargo, debe combatirse "con apego a los derechos que nuestras leyes otorgan a todas las personas".

Añadió que "es inadmisible querer aplicar la ley atropellándola", y resaltó la importancia de armonizar el ataque a la delincuencia con el respeto invariable a los derechos humanos y la debida protección a las víctimas de los delitos.

De ahí la importancia de fortalecer las instituciones encargadas de la protección y el respeto a dichas garantías, subrayó el mandatario.

El jefe del Ejecutivo hizo también un amplio reconocimiento a la CNDH, a su presidenta y a los integrantes de su consejo, y al mismo tiempo expuso que las recientes reformas constitucionales para dotarla de autonomía de gestión, presupuestaria, personalidad jurídica y patrimonio propios permitirán a ese organismo afianzar su "independencia de criterio" y facilitarán el mejor cumplimiento de sus responsabilidades.

"Lograr tales reformas es ejemplo de la nueva época de responsabilidad democrática y equilibrio de poderes que vive México, y es muestra de las posibilidades reales que tiene el diálogo respetuoso y la búsqueda de consensos. Ilustra, además, que los mexicanos sabemos trabajar unidos, poniendo por delante lo que nos identifica, que es más, mucho más que aquello que nos separa."

Luego de señalar lo bueno de que México cuente con uno de los sistemas de ombudsman más extensos del mundo, el jefe del Ejecutivo comentó que lo mejor será que ese régimen tenga cada vez menos materia de trabajo y los casos que ahora atiende no se repitan.

Con la presencia de legisladores, miembros del consejo de la CNDH; funcionarios públicos como el secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco, y el procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuéllar; los gobernadores de Tamaulipas, Querétaro y Veracruz, así como una decena de titulares de organismos estatales de derechos humanos, el presidente Zedillo destacó que los mexicanos quieren un país donde la certidumbre jurídica sea el más firme sustento del vigor que hoy tiene la vida política, social y económica de la nación.

Asimismo, subrayó que la población aspira a un país en el que la vigencia plena del estado de derecho sea la mejor garantía de la igualdad de todos ante la ley, pues tal cumplimento fortalece las instituciones, estimula el desarrollo productivo y garantiza que la democracia sea fuente de estabilidad y equidad.

Para el mandatario, la nueva conciencia de respeto a los derechos humanos se extiende cada día más entre todos los sectores sociales y todas las regiones del país; se empieza, añadió, a tener una nueva cultura de aprecio y protección a los derechos fundamentales, y ello es algo que debe valorarse a profundidad, "pues los cambios culturales son los más difíciles de lograr".

Todas las personas, manifestó el Presidente, y sobre todos los sectores más vulnerables como los niños, las mujeres, los indígenas y las personas con discapacidad, deben encontrar en las instituciones públicas siempre un aliado y nunca un obstáculo para la protección de sus derechos fundamentales.