* Serviría para corregir la desigual distribución del ingreso en México, dice


Propone la OCDE elevar impuestos a ricos

Roberto González Amador * La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dijo estar a favor de que el gobierno mexicano aumente los gravámenes a la población más acaudalada del país, como una forma de corregir la ''muy desigual distribución del ingreso y la baja capacidad de recaudación'' de impuestos.

El organismo consideró como alternativa para corregir esa distribución gravar los grandes patrimonios inmobiliarios y crear impuestos a las donaciones y a las herencias.

''Una imposición mayor de las personas con más altos ingresos tiene ciertas ventajas, aunque esto implique algunas cuestiones relacionadas tanto con juicios de valor como con consideraciones económicas'', señaló la OCDE en un reciente estudio sobre México.

El organismo, al que México pertenece desde 1994, consideró que una posibilidad para disminuir la desigualdad es aumentar la tasa del impuesto al ingreso (impuesto sobre la renta, ISR) de los contribuyentes con ingresos más altos.

Los efectos sobre los ingresos tributarios de dicha modificación son frecuentemente inciertos, en razón de los mayores incentivos a la evasión y al fraude fiscal para los grupos de ingreso más alto, señaló.

Sin embargo, apuntó que esta incertidumbre plantea la importancia de un fuerte control sobre el cumplimiento de las obligaciones fiscales para acompañar cualquier incremento en los gravámenes al grupo de ingresos más alto de la población.

El domingo pasado, la revista estadunidense Forbes dio a conocer que diez mexicanos poseen una fortuna en conjunto de 24 mil 600 millones de dólares --una cuarta parte del total del gasto público del país en un año-- en un fenómeno que puso de relieve la magnitud de la concentración de la riqueza en el país y que mereció el cuestionamiento de los opositores Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido de Acción Nacional (PAN).

El estudio de la OCDE, elaborado por el organismo antes de la publicación de la lista de Forbes, detalla que el gobierno mexicano optó, en el paquete económico para 1999, por aumentar las tasas fiscales para las personas con mayores ingresos.

Sin embargo, el documento --elaborado en abril pasado y publicado un mes después-- señala que la nueva tasa superior de ISR para personas físicas, que es de 40 por ciento tanto para los ingresos salariales como para los dividendos, todavía está entre las más bajas entre los países miembros de la OCDE ''y permanece considerablemente por debajo de las tasas superiores a los ingresos salariales y provenientes de los dividendos en Estados Unidos y Canadá'', los dos socios de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

El aumento de las tasas, estableció el organismo, intensifica la importancia de un mayor fortalecimiento del control para asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales.

''Otra manera de gravar más a los pudientes sería la abolición de algunas de las exenciones previstas en el marco de la imposición al ingreso del capital, así como la creación de impuestos a las donaciones y a la herencia, aunque esto implicaría introducir una dosis de doble imposición al capital'', señaló el organismo.

Agregó que una alternativa podría consistir en gravar los grandes patrimonios inmobiliarios. ''Es menos fácil evadir los impuestos a los patrimonios inmobiliarios que los impuestos a los activos financieros y sería posible, si se fija un umbral mínimo suficientemente elevado, obtener una cierta progresividad''.

La OCDE consideró que las muy numerosas exenciones y la tasa cero del IVA que prevalecen en México se traducen en un subsidio a las familias de mayor ingreso. En consecuencia, señaló, la reducción al tratamiento especial al consumo sería una manera de gravar a los más ricos con tasas efectivas superiores.