La última carcajada
Mónica Mateos y Angel Vargas * De unos años a la fecha ųmenos de cincuentaų, para reírse basta un botón: el del control remoto de la tele. Así de fácil para el público, así de difícil para los comediantes.
Las emisiones dedicadas al humor son como las flores y los colores: hay de tocho morocho para todos. Es decir, siempre un colorado encontrará su chapulín; un Chano su chon; un Ponchito su Güiri Güiri, y un derecho su Derbez, entre otras peripecias siempre concebidas para hacer reír.
En el breve recuento que hoy concluye acerca del humorismo en la telera, cuatro modernos arlequines: Enrique Cuenca El polivoz, Roberto Gómez Bolaños Chespirito, Andrés Bustamante y Eugenio Derbez, coincidieron en que provocar la risa no es posible sin el ingenio ni el talento natural. Aunque cada uno de ellos tiene su propia idea acerca de cómo desempeñar la difícil profesión que eligieron.
Perseguir el entretenimiento
Ante el ''difícil presente" y el ''poco alentador" futuro de México, el pueblo ų''los jodidos", en palabras de El Tigreų puede estar tranquilo, pues la televisión con sus diversos programas, entre ellos los de humor, siempre procurará hacer la situación más tolerable, como lo manifestó Emilio Azcárraga Milmo cuando le heredó el mando de Televisa a su hijo Emilio Azcárraga Jean (3 de marzo 1997):
''Queremos agradecerles a las gentes que nos ven, decirles que sigan confiando en la compañía que tenemos, porque es una compañía verdadera, sólida y lo único que persigue es el entretenimiento de las clases medias, medias bajas y populares. No podemos evitar a los que tienen mucho dinero, pero no nos interesan mucho, la verdad. Nuestra programación va a ser siempre para las clases populares, así que quiero pedirles que nos vean, que nos apoyen y no se van a sentir defraudados, sino orgullosos de lo que hacemos en español."
No hay de otra, en sus manos está el botón. La última carcajada la tiene usted.