n Maestros, padres y alumnos llenaron de mantas los puentes


El Periférico, gusano de luz que pidió a estudiantes el fin del paro

n Muy pocos, los menos, gritaron "šHijos de Barnés!" a manifestantes

Karina Avilés n Con la luz del segundo día de verano, a las 8:30 de la mañana, miles de automovilistas encendieron sus faros. El Periférico se convirtió de pronto en un enorme gusano de luz que pedía a los estudiantes que mantienen el paro en la UNAM la conclusión del conflicto.

En los puentes peatonales, desde Luis Cabrera hasta la Fuente de Petróleos, profesores, estudiantes, padres de familia e investigadores colgaron mantas en las que se leía: "šYa basta, paristas, devuélvannos la Universidad!" y la consigna: "Si apoyas, enciende tus luces". Era muy de mañana, y como de costumbre, el Periférico estaba lleno. Todos alcanzaban a leer los escritos y casi todos encendían las luces, hacían la "v" de la victoria, sonaban sus bocinas. De pronto, aquello parecía un enorme carnaval en donde algunos, muy pocos, como el pasajero de una combi gris, les gritaron a los que están contra el paro: "Hijos de Barnés, hijos de Barnés", pero fueron casos aislados, los menos, que encogían el índice y el anular para mostrar su desacuerdo con la acción.

En el puente de Barranca del Muerto, el profesor de Química del CCH Oriente Lauro Fernández Vargas dijo que "seguramente de aquí en adelante este tipo de acciones se repetirán para que los paristas entiendan que ya se están excediendo. Creo que la sociedad lo ha tomado con entusiasmo porque Ƒquién no conoce a la UNAM?, Ƒquién no es universitario? Aquí vemos (en los automovilistas) que hay universitarios de todas las clases sociales que apoyan a la universidad, nos saludan, sacan las manos de los autos, quieren que la universidad ya esté trabajando".

La estrategia del Comité Universitario por la Defensa de la Universidad y la Devolución de las Instalaciones, convocante de esta acción, estaba bien definida. En piquetes de seis y seis unos colgaban las mantas para que las vieran los que viajaban de sur a norte, mientras otros hacían lo mismo, pero para llamar la atención de los automovilistas que circulaban en sentido contrario.

El accionar se midió casi cronométricamente. A las 8:30 de la mañana, más de un centenar de profesores universitarios empezaron a colgar mantas y carteles que no serían retirados sino hasta que el tráfico disminuyera, es decir, a eso de las 10 de la mañana.

Según los profesores, alumnos y padres de familia, ellos mismos cooperaron para la consecución del objetivo. Unos dieron dinero, otros más pintaron las mantas y las cartulinas, pero el trabajo, aseguran, fue de todos.

El profesor de Filosofía del CCH Oriente Armando Contreras advierte que la acción se efectuó no para dividir aún más a la universidad, de por sí en la polémica, sino para "impulsar el diálogo, ya que están dadas las condiciones para hacerlo".

Hizo notar que, por el lugar, "nadie puede decir que aquí hay acarreados o incondicionales del rector: es la sociedad que se manifiesta libremente. No podemos permitir que se caiga la universidad". El también profesor Armando Muñoz calculó que de cada cien autos, entre 75 y 80 apoyaron la petición para que las instalaciones universitarias sean devueltas.

En esa vía rápida se observaron también mantas de diferentes sectores que integran la máxima casa de estudios: "FES-Zaragoza, presente. En defensa de la UNAM. Exigimos nuestras instalaciones", y otras como la de un grupo de mujeres universitarias con la misma consigna.