n Emisiones de plomo
Justifica su demora la Ssa para actuar contra Met Mex Peñoles en Torreón
Matilde Pérez U. n Hace tres años la Secretaría de Salud tuvo "conocimiento" de que la población cercana a la planta de Met Mex Peñoles -localizada en Torreón, Coahuila- estaba contaminada por plomo. Sin embargo actuó hasta que tuvo la "certeza del daño, su magnitud y la trascendencia del problema", justificó el subsecretario de Salud, José Narro Robles.
Ante los senadores de las comisiones unidas de Salud, Niños, Jóvenes y Tercera Edad, Medio Ambiente y Recursos Naturales, el subsecretario dijo: "Actuamos hasta ahora porque (hoy) estamos en conocimiento de que ahí existe un problema y es la Secretaría de Salud la que ha tomado medidas para definir, delimitar, encontrar y cuantificar el tamaño, la magnitud, la severidad, la trascendencia de este problema".
En la reunión, el procurador federal de Protección al Ambiente (Profepa), Antonio Azuela de la Cueva, también aceptó que la autoridad ambiental intensificó sus acciones porque "hasta ahora tuvo conocimiento de esta intoxicación. Sabíamos que Peñoles era una fuente de emisión de plomo importante, por eso se inició la auditoría ambiental y los compromisos para reducir las emisiones. Sin embargo, tenemos que reconocer que las emisiones habían provocado daños más graves de lo que nos hubiéramos imaginado".
Por esa experiencia, agregó, la Profepa perfeccionará sus instrumentos de política ambiental tomando en cuenta los pasivos históricos de las emisiones atmosféricas y los residuos a los alrededores de las plantas industriales; además, integrará un catálogo de empresas --inicialmente de un centenar-- de alto riesgo y con rasgos similares a Peñoles.
Comentó que en agosto terminará la primera fase de limpieza --el aspirado del polvo con plomo en las calles y viviendas de la colonia Luis Echeverría, la más afectada de las 11 que rodean a la empresa-- y sujetará a una evaluación la permanencia de Peñoles.
Pero las explicaciones no convencieron a los senadores, y los presidentes de las comisiones de Salud y de Medio Ambiente, Samuel Aguilar y Luis H. Alvarez, respectivamente, cuestionaron la tardanza de participación de la Ssa y que hasta este año se reconociera como zona de alto riesgo el perímetro ocupado por las 11 colonias y hasta de la Universidad Autónoma de Coahuila. "La empresa tiene 98 años (de estar asentada en la región) y la colonia Luis Echeverría va a cumplir 25", recordó Aguilar.
"Se está reaccionando ante una situación que se ha venido generando desde años atrás, Ƒpor qué? Por falta de vigilancia, de coordinación entre las secretarías (de Estado) y sus delegaciones estatales, de ausencia de normas o reglas inadecuadas", destacó Alvarez.
Pidió a la Ssa y a la Profepa "reconocer cuáles han sido las lagunas y las fallas" y a los legisladores "establecer las normas y aspectos jurídicos que pudiesen contribuir a evitar que en el futuro se repitan situaciones" como la de Peñoles.
El subsecretario Narro Robles dijo que desde 1996 conoció el problema a través de la literatura científica y que hasta enero de este año, por petición de apoyo de la Secretaría de Salud y Desarrollo Comunitario de Coahuila, la Ssa desarrolló un estudio para poder determinar los niveles de plomo en sangre de la población en zonas aledañas a la empresa. Indicó que al 18 de junio, hay 7 mil 190 menores de 12 años posiblemente contaminados con plomo, a más de la mitad de ellos (4 mil 59) ya se les confirmó que tienen niveles inaceptables del metal en su cuerpo y que la población de más alto riesgo asciende a 963, entre ella más de un centenar de mujeres embarazadas.
Luego, informó que ya entregó la norma oficial mexicana de emergencia --que en breve será publicada en el Diario Oficial de la Federación-- que establece nuevos criterios sobre la concentración de plomo en la sangre en la población y las acciones a realizar por el sector salud, las cuales van desde una evaluación médica y educación higiénica (cuando los niveles son de 10 a 24 microgramos por decilitro) hasta la emergencia médica y tratamiento hospitalario inmediato (con 70 y más microgramos por decilitro), en el caso de los niños y mujeres embarazadas. Cuando se trate de población adulta, el nivel mínimo permitido no deberá rebasar los 25 microgramos por decilitro, en caso de ser mayor a los 70 microgramos, la persona deberá someterse a la revisión de un especialista para determinar el tratamiento hospitalario y una vigilancia semanal.
Tanto en su exposición como en sus respuestas a las inquietudes de los senadores, Narro Robles afirmó que para la Ssa "no hay ningún poderío económico, ningún asunto que pueda estar por encima y que pueda ser más importante que la salud de la población"; y para reafirmar su dicho, expuso que en los últimos 11 años ha habido un trabajo sistemático y continuo en torno al problema de la contaminación por plomo, hay 10 normas oficiales mexicanas que cubren aspectos de mayor riesgo: plomo en el aire, cerámica, juguetes, artículos escolares, latas y pinturas, entre otros. Pero ahora, con el caso de la metalúrgica, la norma emergente "tiene que ver con acciones de orden sanitario, médico, entre dos grandes grupos de población".
En el caso de Met Mex Peñoles, abundó, la vigilancia y el cuidado de las implicaciones sobre la salud corresponden a la autoridad estatal, así está contemplado en la Ley General de Salud en vigor desde 1984.
Al concluir la reunión y en breve entrevista, el director de Salud Ambiental, Gustavo Olaiz Fernández, aseveró que hasta octubre del año pasado, el doctor Gonzalo García Vargas entregó a las autoridades sanitarias locales el estudio realizado en 1997 y que reflejaba el problema de contaminación por plomo entre la población infantil. "No se vale hacer una investigación por hacerla, si esto implica un riesgo para la salud de la población tiene que entregarse la información a la autoridad sanitaria; queremos que se notifique por los métodos apropiados para tomar acciones y evitar un desfase notable e innecesario. Es una obligación del investigador y de todos aquellos que tengan información sobre riesgos a la salud, que lo notifiquen".
Indicó que el costo del tratamiento por niño hospitalizado va de dos mil a tres mil dólares, mientras que para la población infantil que no requiere ese servicio, el costo va de 10 a 12 dólares, más una mejor dieta.