n Recibió el apoyo de organizaciones sociales, maestros y padres de familia
Forman frente universitario para una educación pública y gratuita
n Asistieron al acto unos 20 mil estudiantes; rechazaron ser ultras y convocaron a la negociación
Karina Avilés y Juan Antonio Zúñiga n Con el apoyo de organizaciones populares, sindicatos, académicos y padres de familia, ayer se constituyó el Frente Universitario en Defensa de la Educación Pública y Gratuita en un acto que concentró alrededor de 20 mil estudiantes, quienes ocuparon una tercera parte del Estadio Olímpico México 68.
El frente, que tiene entre sus objetivos revisar y proponer cambios de gobierno en la UNAM, analizar su financiamiento y presupuesto, así como los contenidos académicos y las formas de organización de la academia, fue impulsado por el Consejo General de Huelga del movimiento estudiantil, los trabajadores administrativos y académicos del sindicato universitario y los padres de familia, que acompañan a sus hijos en esta movilización por una universidad pública, gratuita, científica y de masas.
Con los propósitos de dar apoyo total al movimiento estudiantil universitario; luchar por el ingreso indiscriminado a la universidad de cualquier persona que desee continuar con sus estudios superiores; generar una instancia para el diálogo y el debate, e iniciar el análisis abierto sobre las transformaciones que requiere la UNAM, el frente se postuló como un "foro amplio abierto e influyente".
En el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, el Consejo General de Huelga (CGH) reivindicó el diálogo como única salida para superar el conflicto universitario y, una vez más, afirmó que el paro no se levantará hasta el cumplimiento de los seis puntos del pliego petitorio.
En medio de una visible tensión ante el significado de la constitución del frente, justo en un momento de vital importancia para su movimiento, los estudiantes paristas de la UNAM refrendaron sus demandas y advirtieron que conservan la suficiente "fuerza" y "unidad" para continuar en la lucha.
Así, representantes de organizaciones sociales, sindicatos, universidades de los estados, padres de familia y, sobre todo, estudiantes se concentraron en un estadio desde el cual el Consejo General de Huelga del movimiento estudiantil advirtió: "La Universidad no puede volver a los tiempos anteriores a la huelga, porque no permitiremos que un grupo de burócratas domine y tenga secuestrada a la rectoría; aprueban e imponen a su antojo las medidas que ellos consideran adecuadas y dejan a la comunidad sin voz".
Alrededor de las tres de la tarde, estudiantes de las diferentes escuelas y facultades; de las preparatorias y del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), así como alumnos y profesores de la Universidad Autónoma de Chapingo, del Colegio de Bachilleres, de las vocacionales, de la Preparatoria Popular Tacuba; representantes del personal académico de la Universidad de Guadalajara, de la Cooperativa Pascual de Trabajadores, colonos de Milpa Alta, y organizaciones populares comenzaron a llegar al estadio entre vivas y goyas para los estudiantes de la UNAM.
Preparados para la concentración, Sergio Castro Carmona y Willy Gómez, de la Facultad de Economía, informaron que "se comisionaron estudiantes de las diferentes facultades y escuelas, coordinados por la Comisión de Seguridad de Ciudad Universitaria, para resguardar la seguridad de los asistentes".
Añadieron que cerca de 400 estudiantes estuvieron al cuidado de ese espacio y vigilaron que los asistentes no entraran con objetos que pudieran causar algún daño.
Antes del uso de los micrófonos que darían paso a los mensajes de apoyo de medio centenar de organizaciones, la música de Alí Primera -Las casas de cartón-- y de Violeta Parra, Que vivan los estudiantes, acompañaban goyas y vivas por todo el estadio. El orden y la organización de los estudiantes en comisiones imperaron y no se produjo incidente alguno.
En medio de un ambiente festivo, acompañado por un grupo de la Escuela Nacional de Música, que interpretó Frente a Frente --una pieza compuesta por Silvestre Revueltas para los republicanos de la Guerra Civil Española--, a las 5:25 de la tarde dio inicio el acto, frente a la portería occidental del campo de futbol.
Seguramente frente a uno de los auditorios más numerosos en sus 30 años de existencia, Cleta amenizó con canto, poesía y actuación. En un escenario ubicado frente a la portería occidental del estadio, Mailo, de los Nakos, esta vez acompañado por Francisco Barrios El Mastuerzo, anotó un gol. Al iniciar su juego preguntó al auditorio: "ƑSaben cómo le dicen a Barnés?" Un breve silencio y dio la respuesta. "El viaducto piedad", dijo, "porque tiene salidas a lo pen...".
Luego, entre una breve lluvia, en el templete, los oradores iniciaron sus planteamientos. Agustín Rodríguez, secretario general del STUNAM, refrendó el apoyo incondicional del sindicato que representa al movimiento universitario, que "constituye la respuesta social del sector democrático del estudiantado al proyecto elitista que excluye a los hijos de los sectores más golpeados por la política económica de los últimos 15 años y sólo sirve a los hijos de los ricos".
Por parte de la Asamblea Universitaria Académica (AUA), Ana Lilia Garrido Martínez agradeció a los estudiantes la oportunidad que dan a los maestros de aprender de sus alumnos; advirtió que "los enemigos de México son fuertes, por lo que para derrotarlos hay que enfrentarlos con la organización del pueblo", y calificó de fraude académico las clases y trámites extramuros, "porque privilegian lo administrativo sobre lo académico".
Con la representación de los padres de familia, Gloria Guerrero demandó poner "alto al espionaje que realizan las autoridades de la rectoría y al trato de delincuentes que se le ha dado en los medios de comunicación a los estudiantes en paro".
Previo al acto de formación del frente, los voceros del CGH, Higinio Muñoz, Jesús Lozano y Mario Meléndez, alertaron que hay "una campaña emprendida y orquestada desde la Secretaría de Gobernación y las autoridades universitarias para preparar el terreno que dé pauta al uso de la fuerza pública"; explicaron que el CGH "no está dividido sino enriquecido por una amplia gama de diferentes formas de pensar que, en lugar de debilitarlo, fortalecen el movimiento" y, en este sentido, rechazaron el epíteto de ultras como concepto para definir su organización.
Tajantes rechazaron que en el movimiento estudiantil existan armas y negaron estar vinculados con grupos guerrilleros. "Nuestras únicas armas son la palabra, la razón y la organización".