La Jornada viernes 25 de junio de 1999

BANCO MUNDIAL: ƑHASTA DONDE?

SOL El documento del Banco Mundial (BM) referido a México y titu-lado Estrategia de asistencia de país, cuyo contenido se publica parcialmente hoy en estas páginas, contiene afrentas inaceptables a la soberanía nacional y obliga a preguntarse hasta qué punto el gobierno federal ha cedido a ese organismo financiero internacional la conducción de la política económica. El texto del BM parece, en efecto, el guión de las decisiones supuestamente soberanas emprendidas por la administración pública en años recientes, particularmente en lo que se refiere a la privatización de bienes y servicios públicos, una tendencia que se origina en sexenios anteriores pero que, en el presente, está siendo llevada hasta el absurdo, como en el caso del sector eléctrico.

En efecto, no ha sido fácil entender el razonamiento oficial que concluye en la necesidad de desincorporar una industria propiedad de la nación, financieramente sana y técnicamente eficiente, como es el caso de la generación de energía eléctrica, para segmentarla y confiar las porciones resultantes a la inversión privada. Tal medida conllevaría incluso graves riesgos técnicos, toda vez que la red eléctrica nacional requiere de una operación altamente centralizada.

Hasta ahora, la iniciativa de privatizar diversos segmentos de la planta de generación eléctrica parecía una aplicación a rajatabla de la ideología neoliberal, pero la Estrategia de asistencia de país, en la que se prescribe de manera explícita esta medida, refuerza las sospechas de que, en esta materia al menos, el gobierno, y en particular sus instancias oficiales de decisión económica, fungen como ejecutores de instrucciones procedentes de los organismos financieros multilaterales. En este escenario no sólo se explicaría el empeño por desarticular un sector estratégico que hasta la fecha ha venido operando de forma exitosa y satisfactoria, sino que cobraría sentido el afán gubernamental por mantener en secreto las sugerencias del Banco Mundial.

No deja de resultar irónico, por otra parte, que la institución financiera internacional descubra, en el documento de referencia, la incrementada pobreza que afecta a grandes sectores de la población nacional, fenómeno agudizado por las políticas de ajuste que han prescrito el propio Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En lo que constituye un razonamiento que sólo puede ser calificado de hipócrita o de pueril, el Banco Mundial atribuye la persistencia y el crecimiento de la pobreza en México a fallas en la "calidad de la administración de los programas destinados a combatirla" y se lava las manos, así, del desamparo económico al que sus directrices han lanzado a millones de mexicanos.

Finalmente, ante este grave indicio de intromisión y de cesión inadmisibles en materia de soberanía y autodeterminación, resulta necesaria y urgente una explicación por parte del Poder Ejecutivo, de cara a los ciudadanos, sobre los términos y las condiciones de nuestras relaciones, en tanto que Estado soberano, con el Banco Mundial y los demás organismos financieros internacionales.