Las memorias de Carlos Hank
(Primera de tres partes)
Arturo Cano n El profesor Carlos Hank González había decidido tener 12 hijos y no ser artista. Tampoco podía ser científico, pues, mal pagado, no podría mantener semejante prole. Quedaban los negocios, pero éstos, por sí solos, no serían gratificantes "en materia de espíritu". De modo que, una noche, los integrantes del grupo República Ideal -una docena de "personajes importantes" de Atlacolmulco, estado de México- escucharon la trascendente decisión: Carlos Hank sería político, aunque antes resolvería su problema económico. El anuncio armó un debate. No faltó quien hablara mal de los políticos.
Usualmente, la República Ideal se reunía una noche a la semana para charlar, declamar poemas y cantar piezas de Ricardo Palmerín y Guty Cárdenas. Esa noche, sin embargo, Carlos Hank paró la discusión que había propiciado:
"Si creen que es cierto eso de que los políticos son malas personas, que roban y matan, ustedes suponen que un día van a llamar a los hombres buenos y puros y les van a decir: 'aquí tienen el poder'. šNo! šEl poder hay que ganarlo! Y hay dos maneras de ganarlo: una es peleando por él y la otra es con habilidad. En 1949 México no está para hacer revoluciones. Entonces hay que hacerlo con habilidad".
Aunque no tuvo 12 hijos, sino seis, habilidad no le faltó al "pueblerino" para ninguna de sus dos pasiones: hizo una gran fortuna personal y familiar, y en la política ocupó todos los cargos imaginables.
A punto de cumplir 72 años, Hank publica sus memorias en un libro surgido de conversaciones con el escritor Fernando Benítez. El título es sobrio: Relato de una vida. Conversaciones con Carlos Hank González (Editorial Océano, México, 1999).
Finalizada la impresión en marzo, las memorias no han salido a la venta.
El hecho coincide con un nuevo escándalo -filtraciones, acusaciones y desmentidos a granel- que involucra a "la organización Hank González", como le llamó la embajada de Estados Unidos en Costa Rica, en una misiva enviada a la Asamblea Legislativa de este último país. La representación diplomática en la nación centroamericana confirmó que existe una investigación a Carlos Hank González y a Liébano Sáenz, secretario particular de la Presidencia, por tráfico de drogas y blanqueo de fondos ilícitos, de conformidad con datos del Centro Nacional de Inteligencia Antidrogas.
En el enredo han intervenido la prensa y autoridades de México, Estado Unidos y Costa Rica.
El gobierno mexicano ha solicitado oficialmente información sobre las filtraciones a la prensa. Barry McCaffrey, zar antidrogas de Estados Unidos, y la procuradora Janet Reno, han negado que haya investigación alguna. Y según el embajador Jeffrey Davidow todo se limita a la proclividad de los medios de comunicación "para escandalizar, para hacer una historia donde no hay".
"Estupideces", dijo Carlos Hank, apenas el pasado miércoles, luego de participar en una reunión de ex gobernadores mexiquenses con el candidato Arturo Montiel.
En uno de los pocos momentos en que aborda temas espinosos en las memorias, Fernando Benítez pregunta: "ƑY la acusación que le han hecho a Carlos (Hank Rhon), de lavado de dinero?"
El profesor responde: "šEsas son tonterías, es absurdo! El es más estricto de lo que te imaginas; exageradamente estricto, por fortuna".
A pesar de esa cualidad, el comportamiento de Carlos Hank Rhon dio lugar a que el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos lo acusara de "deshonestidad personal" e iniciara un procedimiento para sancionarlo (La Jornada, 6 de junio).
Hank Rhon, según la acusación, conspiró con su padre y otros empresarios para que éstos adquirieran valores del Laredo National Bank de manera irregular, en el verano de 1993.
El precio del éxito
Hank por Hank. En sus memorias es el hijastro de un zapatero remendón que llegó a "modelar inteligencias", un "niño de maíz" convertido en capitán de industrias, un maestro de pueblo que amasó una de las fortunas más grandes del país. Carlos Hank González, el empresario y político que, no obstante estar dispuesto a llegar a los 100 años de edad, ofrece ya sus recuerdos, con sorprendente precisión, cuando se trata de los números de sus obras de drenaje o ejes viales, apenas vagamente cuando se trata de las denuncias que han acompañado su carrera política.
"ƑPor qué te atacan tanto?", pregunta Fernando Benítez.
"No lo sé, tal vez porque no me conocen o por mala fe; o quizá porque ese es el precio que se paga por el éxito", dice el profesor.
La charla consume casi 400 páginas, de las 452 del libro, y en ellas Hank narra sus penurias de estudiante normalista; su años en Atlacomulco, el lugar que será clave para su futuro político; el inicio de sus negocios con una "fabriquita" de dulces y "dos camioncitos"; la construcción de su imperio económico, y los principales episodios de su carrera política.
El libro lo completan opiniones de distintos personajes, canciones y poemas dedicados al profesor, y cuatro cartas a sus tres hijos.
El dinosaurio no se fue
"Me he alejado, en definitiva, de lo que ha sido la pasión de mi vida: la política. El dinosaurio se va... Nunca más ocuparé un cargo en el gobierno", comenzó a decir Hank González en mayo de 1994, a punto de concluir el sexenio de Carlos Salinas, en el que fue secretario de Turismo y de Agricultura.
En noviembre del mismo año, Hank matizó: "Me retiro de los cargos públicos, pero no de la política. Esta es como un virus que se halla en mi sangre desde hace 42 años."
El virus, pese a las frecuentes visitas de Hank a hospitales, ha seguido ahí. En los meses recientes se ha dejado ver en actos político-futbolísticos de apoyo a la campaña del PRI por la gubernatura del estado de México. En febrero de 1997, su presencia en el Consejo Político del Distrito Federal no dejó dudas de que el candidato a la jefatura de Gobierno capitalina sería Alfredo del Mazo.
"ƑSu voto fue para el que obtuvo la mayoría?", le preguntaron entonces.
"šPor supuesto! ƑPodía ser de otra manera? ƑHabía otra opción?"
Columbus y Zedillo
"Desde 1995, ya fuera del gobierno, me he dedicado otra vez a trabajar con intensidad y mucho entusiasmo, en cosas privadas que me permitan sentirme útil", dice Hank hacia la parte final del libro.
Algunas de esas actividades, curiosamente, han provocado escándalos públicos.
Entre el 18 y el 20 de mayo de 1997, por ejemplo, Hank González hospedó en su rancho Don Catarino, de Tianguistenco, a importantes políticos de Costa Rica: el ex presidente Rafael Angel Calderón; el ex ministro de la Presidencia, Rolando Laclé; el ex ministro de Comercio Exterior -hoy canciller- Roberto Rojas, y el ahora presidente Miguel Angel Rodríguez.
El asunto ha sido todo un escándalo en Costa Rica. La oposición de aquel país ha denunciado que Hank González donó un millón de dólares a la campaña electoral del actual mandatario.
En la conexión costarricense tiene gran importancia el actual canciller de ese país, Roberto Rojas, quien forma parte, igual que Hank, del grupo Columbus.
El profesor narra así el surgimiento del grupo: "En 1983 o 1984, nos reunimos en Nueva York tres o cuatro amigos preocupados porque nuestros países latinoamericanos tenían una deuda insoportable. En vez de estar quejándonos, decidimos hacer algo... Ƒpor qué no hacemos algo para influir en la conciencia de los grandes financieros y plantearles que el Plan Mar-shall lo debieron haber hecho en América Latina y hoy el continente sería un gigante con una potencialidad enorme? Pero no fue así, y ahora en vez de un Plan Marshall los estadunidenses están cobrándole a América Latina lo que le prestaron, y con ello están estrangulando a América.
"Franco Macri, argentino, es el verdadero padre del grupo Columbus, junto con Diego Aria, venezolano, Manuel Ulloa ("el inca tipazo"), Manolo del Prado y Colón de Carvajal (que por cierto es descendiente de Cristóbal Colón y por eso el grupo se llama Columbus). Ahí surgió la idea, fue creciendo, y en 1984 decidimos crear el grupo."
Hasta ahí Columbus en las memorias del profesor.
En los documentos oficiales del grupo, sin embargo, se dice que el año de fundación fue 1986, en la ciudad de México, que el profesor Hank es el presidente, y que entre sus miembros hay empresarios de Colombia, Venezuela, República Dominicana, España, Argentina, Brasil, Bolivia, Perú, Chile, Colombia y México.
Para ser miembros de Columbus los empresarios deben reunir "la doble condición de ser dueños titulares y principales ejecutores de la organización que representan".
El empresario y político Roberto Rojas López, canciller de Costa Rica y uno de los visitantes del rancho de Hank en 1997, fue el negociador del acuerdo de libre comercio con México -como ministro de Comercio entre 1990 y 1994-, al mismo tiempo que Hank era titular de Agricultura.
Además del profesor, forman parte de Columbus los mexicanos Gilberto Borja Navarrete (ICA) y el ex banquero Carlos Abedrop Dávila, quien hace poco renunció a la fundación Carlos A. Madrazo, encargada de captar fondos para la precampaña del tabasqueño Roberto Madrazo Pintado.
Vueltas de la vida.
En sus memorias, Hank reconoce la importancia que en su formación tuvo Carlos A. Madrazo y llama "casi hermano" al tabasqueño Manuel Gurría Ordóñez, cercano al hoy aspirante a la candidatura del PRI.
A principios de mayo, Abedrop renunció a la fundación con el argumento de que nunca ha participado en política partidista. Roberto Madrazo Pintado no descartó que detrás de esa renuncia hubiera "presiones" del PRI o del sistema.
En su trecho final como secretario de Agricultura, con ánimo de despedida de la política, Hank González estaba seguro: "Los años siguientes serán espléndidos para el país".
Su visión cambió pronto. En octubre de 1996, ante el State of the World Forum en San Francisco, California, el grupo Columbus presentó su Agenda para América Latina: afinando la estrategia, actualización de un documento elaborado el año anterior.
Varios pasajes del resumen ejecutivo son una crítica directa al presidente Ernesto Zedillo: luego de elogiar la correcta "dirección modernizadora" prevaleciente en América Latina, se asienta que "la marcha es fatigosa y el grave traspié originando en la crisis mexicana siembra el desencanto... La disyuntiva es clara. O nos dejamos arrastrar por la desesperanza, en medio de vacilaciones políticas y confusión económica, o aprovechamos la coyuntura actual para dar un paso al frente".
En 1995, en un análisis del Grupo Financiero Interacciones, comandado por Carlos Hank Rhon, se señalaba que el presidente Ernesto Zedillo había fracasado en demostrar que "tiene capacidad política para controlar una situación política cada vez más turbulenta".
Los 42 años de Carlos Hank en el servicio público le permiten concluir, con el grupo Columbus, que en la ruta de los países latinoamericanos no deben olvidarse recomendaciones como las siguientes:
-Privatizar empresas y servicios públicos,
-desmantelar la frondosa e ineficiente legislación y reglamentación que creció al amparo del Estado intervencionista,
-el Estado es un eficiente redistribuidor de recursos, pero un mal realizador, y
-los programas estrictamente asistenciales deben ser limitados a lo mínimo indispensable.
La importancia de Columbus puede medirse con la lista de presidentes y jefes de Estado con quienes sus miembros se han entrevistado: Raúl Alfonsín (Argentina), Miguel de la Madrid (México), Julio Sanguinetti (Uruguay), José Sarney (Brasil), Carlos Menem (Argentina), Carlos Andrés Pérez (Venezuela), Carlos Salinas de Gortari (México), George Bush (Estados Unidos), Ernesto Zedillo (México), Juan Carlos I (rey de España), Gonzalo Sánchez de Lozada (Bolivia) y Pedro Roselló (Puerto Rico).
En los días que corren para los Hank, vale traer a cuento otro pasaje del texto de Columbus donde se asienta que: "probablemente, la irrupción al debate público de problemas como la corrupción y el narcotráfico, son en parte producto de la sobrevivencia de instituciones populistas y cooperativistas, operando ahora en un ambiente crecientemente democrático y de economía competitiva".
* * *
-ƑCómo te defines a ti mismo? -pregunta Benítez.
-Como un suertudo -responde el profesor Hank.
-ƑQué te quita el sueño?
-Dormir... nada más.