n Ningún priísta puede desvincularse sin traicionar parte de su pasado, advierte


Criticar al neoliberalismo, un modo cómodo de ser revolucionario: Roque

n Ante la CNOP, dijo que tanto en Chiapas como en la UNAM hay una ''minoría radicalizada''

José Antonio Román n Con una frase lapidaria respondió ayer Humberto Roque a sus adversarios políticos, a aquellos que desde el PRI han lanzado fuertes críticas al neoliberalismo. Sin tapujos, dijo que ningún político mexicano y priísta puede desvincularse de ese modelo económico sin traicionar parte de su pasado. Resulta que ahora la manera más cómoda, más rápida y más efectiva de ser revolucionario, es ser antineoliberal, reprochó.

''Si lo hizo convencido, si lo hizo a medias, si lo hizo obligado, que cada quien lo aclare, pero no podemos negar que hemos pertenecido a un sistema político donde algunos han sido críticos, otros hemos criticado parte de esta política económica, pero finalmente creo que ninguno se puede desvincular sin traicionar parte de su pasado", señaló en clara alusión a Manuel Bartlett, Roberto Madrazo y Francisco Labastida.

Fue en conferencia de prensa, luego de presentarse como aspirante presidencial ante el sector popular de su partido, donde el ex dirigente nacional del PRI sostuvo que antes que derrumbar un modelo económico se debe proponer algún otro, cosa que hasta el momento no se ha planteado.

Previamente, ante cientos de militantes del tricolor que llenaron el auditorio del Polifórum Cultural Siqueiros, pero en el que estuvieron ausentes reconocidas personalidades del priísmo nacional, Roque pidió a sus correligionarios reflexionar su voto del próximo 7 de noviembre, fecha en el que se realizará la elección interna del PRI. Ciertamente, afirmó, no he sido secretario de Estado ni he ejercido grandes presupuestos oficiales, ni he podido hacer alianzas con las cúpulas empresariales, pero ''acuérdense que está jugando un ex presidente del Partido Revolucionario Institucional''.

Durante casi dos horas, el coahuilense de 55 años de edad cumplió con la pasarela ante el sector popular. Hizo un planteamiento inicial en el que destacó la importancia de este sector en la conformación de su partido y en la transformación de la sociedad mexicana, para después responder una serie de interrogantes que fueron desde la soberanía y la democracia, hasta problemas del medio ambiente, pasando por el modelo económico, la inseguridad pública, el empleo, la salud, la equidad, la educación y la calidad de vida.

No faltó Chiapas. ''Es un tema de seguridad nacional que involucra efectivamente a la sociedad y al Estado, pero sobre todo es un tema que enfrenta al estado de derecho frente a una realidad de la existencia de una minoría radicalizada'', dijo Roque Villanueva, quien rindió el ''mayor de los homenajes'' al Ejército Mexicano por mantenerse en la trinchera y haber ''acotado'' desde el principio el problema chiapaneco, sin tentaciones extras, sin deseos de cambiar la voluntad y decisión civil por una de carácter militar.

Propuso un gran movimiento social que no sólo haga entender a esa ''minoría radicalizada'' que no sólo está fuera del régimen de derecho, sino que la convenza, primero, de que los votos son mejores que las balas; segundo, que más se muere y sufre la gente en los conflictos intestinos que en cualquier injusticia aparentemente del sistema, y tercero, que no hay en el gobierno ni en la sociedad mexicana ninguna negligencia, ni deseo alguno de seguir manteniendo el mismo estado de cosas en la situación étnica.

Pero además, llamó a trabajar en la democracia y el desarrollo regional, pues éstas son las únicas vías que pueden desactivar sin violencia un conflicto como el de Chiapas. En esta respuesta, Roque comparó el problema de esa entidad con el que atraviesa en este momento la UNAM. Aquí también, dijo, existe una ''minoría radicalizada''. Y en tono sarcástico agregó: ''Perdón, me equivoqué de término, no es una minoría radicalizada, es perredizada'', expresión que arrancó aplausos de los priístas presentes.

Cuarto y último en la primera semana de la pasarela, Roque fue recibido por la secretaria general de la CNOP, Elba Es-ther Gordillo. A lo largo de su intervención, el precandidato fue ovacionado una docena de veces, varias de ellas cuando hizo una defensa de la educación y del papel trascendente que juega el magisterio, pero otras, cuando se refirió al necesario combate a la impunidad y a la inseguridad pública, al conflicto chiapaneco y a la irrenunciable obligación del Estado de tener una eficaz política social.

En su intervención inicial, el aspirante a candidato se refirió a la desigualdad social en el México moderno, donde un gran porcentaje de mexicanos no tienen trabajo, menos prestaciones sociales y peor aún, un nivel adecuado de vida. Este es el drama de México y el mundo en estos momentos. Y ese esquema excluyente no puede ser de un régimen revolucionario, apuntó Roque Villanueva.

Pasó luego a las crisis económicas recurrentes sufridas por México, aunque aclaró que algunos de los problemas se dieron incluso desde la época del ''desarrollo estabilizador''. Pero mencionó de manera especial la forma en que ahora ha padecido esta crisis la clase media, y pidió no olvidar la lección de historia de los fundadores de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares: un país que descuida a su clase media, país que lo va a pagar con desintegración social y lo va a pagar con más crisis económica, y finalmente con una crisis política de dimensiones catastróficas, advirtió.

Sobre este punto dijo: ''Hay voces de derecha'' que quieren exclusivamente apoyarse en la clase media. Incluso ahora hay partidos que presumen hasta de ecologistas para conquistar la voluntad de las zonas urbanas.

Luego abordó de manera directa el tan traído neoliberalismo. ''Llegó el momento de hablar con la verdad, pero sin ofendernos, sin autodestruirnos, sin calificarnos de manera peyorativa. Y a propósito de peyorativos hay uno que se volvió común para todos: el neoliberalismo. Y la manera más cómoda, más rápida y más efectiva de ser revolucionario, es ser antineoliberal''.

 

No quisiera para los mexicanos

una sociedad de mercado...

 

Es momento, abundó Roque Villanueva, de encontrar un nuevo concepto, pero que nos unifique como partido y no que nos mantenga en la esquizofrenia de decir algo basado en la declaración de principios y hacer otra cosa en la política económica. Es obvio que tampoco se puede aceptar este modelo si lo vamos a interpretar como una creencia absoluta en los mercados, como una cancelación de la política social y como una dependencia hacia el exterior.

El precandidato propuso una síntesis del modelo: seguir con lo que ha dado resultado y modificar aquellos otros lados que han sido negativos. ''Estoy convencido que existe la economía de mercado. šAh! Pero lo que no quisiera para los mexicanos es una sociedad de mercado. Lo que yo no quiero es que el mexicano sea un producto desechable o que tengamos un Estado que abdique de sus obligaciones sociales''.

Por la tarde, Humberto Roque Villanueva se reunió con el Organismo Nacional de Mujeres Priístas, con quienes compartió la preocupación y la queja de una ''gravísima'' discriminación de género que se da prácticamente en todos los niveles, como es el caso del terreno educativo, laboral y el asistencial, así como la violencia intrafamiliar.

En lo político, el precandidato señaló que por el momento es necesario continuar con la cuota de mujeres para cargos de elección popular, pues no se puede esperar que caiga la enorme barrera cultural que hace posible la marginación de la mujer, sino por el contrario, con estas cuotas -''y no debemos asustarnos de este término'', aclaró- se contribuye a formar una nueva cultura de igualdad.