Carlos Salomón dice que siempre no
Antonio Castellanos n Carlos Salomón Cámara, director general de la Lotería Nacional, se descartó ayer como aspirante a la candidatura del PRI para el gobierno de la ciudad de México, y aseguró que el mejor candidato será el que decidan los priístas. "En lo personal, soy amigo de María de los Angeles Moreno y respeto a Elba Esther Gordillo. Roberto Campa es un gran funcionario y Silva Herzog tiene una larga carrera política".
Fue interrogado sobre el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, y respondió: "Yo no puedo calificar. El 2 de julio del año 2000 será la gran calificación. Los ciudadanos ya calificaron en 1997 y lo volverán a hacer el año próximo".
Después de un acto conmemorativo por los 65 años de Nacional Financiera, que será recordado en los billetes de lotería, Salomón habló de sus aspiraciones y manifestó que por ahora tiene un compromiso con el presidente Zedillo para continuar con la modernización de la Lotería Nacional.
Dijo que después de una reunión con su familia decidió no participar en el proceso que el PRI va a realizar para seleccionar a su candidato a jefe de Gobierno del Distrito Federal, pero no fue claro si sus aspiraciones se centrarían en Tabasco. Ahí nací y ahí irán mis cenizas, puntualizó cuando se le preguntó si buscaría una posición política en su entidad natal.
Los ejercicios que el PRI ha realizado son la mejor señal de que la democracia en México es una realidad. La convicción democrática del presidente Zedillo no tiene cuestionamiento: bajo su mandato, México se ha transformado, ha avanzado con toda su energía social.
Tabasco me vio nacer y México me ha permitido crecer, dijo. En días pasados diversos grupos de priístas y sectores de la sociedad civil, artistas, intelectuales, deportistas, organizaciones sociales y vecinales, manifestaron públicamente su apoyo para que participara en la contienda interna que el PRI va a realizar para seleccionar al candidato a jefe de Gobierno de la ciudad de México, pero "he decidido no participar".
Sin embargo, en una carta que hizo circular al final del acto, expone su decisión: "Mi trayectoria en el servicio público y la política me ha preparado para gobernar. La aspiración de un hombre con vocación social es, en esencia, servir a la sociedad. Siempre lo haré desde la trinchera que ocupe".