* El gobierno mexicano pidió mantener en secreto el documento

Financiará el BM la promoción para abrir el sector energético

* La participación privada necesita un papel creciente, según el organismo

Jim Cason y David Brooks, corresponsales /II y última, Washington, 25 de junio * El nuevo programa de tres años del Banco Mundial negociado con México, y aprobado este mes por la junta ejecutiva de la institución multilateral, otorgará asistencia financiera para promover la privatización del sector eléctrico y apoyo técnico en discusiones sobre la desincorporación del ámbito energético en general, según un documento secreto del organismo obtenido por La Jornada.

"La participación privada en algunas áreas de la infraestructura mexicana (por ejemplo, distribución y trasmisión de electricidad, petróleo y gas) no es tan avanzada como en otros países latinoamericanos en una etapa similar", escribe el Banco Mundial en su documento conocido como Estrategia de Asistencia de País (CAS, por sus siglas en inglés).

Argentina, Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela, según el análisis del banco, han introducido la participación privada en sus sectores petroleros, pero, hasta ahora, México y Brasil no han logrado hacerlo. México también está retrasado, comparado con Argentina, Bolivia y Brasil, en su privatización de la distribución eléctrica.

El documento del BM describe la estrategia para el uso de un total de 5 mil 200 millones de dólares en créditos que se proyectan para México en los próximos tres años, lo cual forma parte del paquete internacional de financiamiento negociado por el gobierno mexicano para "insular" al país contra choques financieros a fines del presente sexenio y principios del próximo.

"La agenda base del caso (México) de asistencia del WBG (Grupo Banco Mundial) ha sido redactada bajo el supuesto de que la posición actual de reforma general orientada hacia el mercado sea mantenida, junto con las actuales iniciativas sectoriales, y que... serán evitados deslizes fiscales mayores en el periodo hacia la elección presidencial del 2000", afirma el documento. Sin embargo, advierte que "si la disciplina fiscal es debilitada por el proceso electoral presidencial", el programa de créditos será reducido.

Todos los proyectos del BM resultan de largas negociaciones entre representantes del banco y del gobierno mexicano. En años recientes, el BM ha enfatizado la importancia de promover un diálogo con representantes de las ONG, la inversión privada, sindicatos, la industria financiera, políticos, grupos religiosos, académicos independientes e instituciones de investigación y análisis, entre otros.

El año pasado, el BM también anunció una política para alentar la "transparencia", a través de más difusión pública de documentos y foros abiertos, incluso la presentación pública de las CAS para cada país en el que haya programas del BM. Desde ese tiempo, 17 de las 27 CAS aprobadas por la institución han sido hechas públicas. Sin embargo, éste no es el caso de Mexico. Un vocero del BM informó a La Jornada esta semana que el gobierno mexicano ha insistido en que la CAS para el país se mantenga en secreto.

Aumento de participación privada en el sector energético, clave para México

Una prioridad clave del programa del BM para México, detallada en este documento, se describe como la promoción de una participación incrementada del sector privado en el sector energético. "En el sector de energía, el sector público es propietario de la Comisión Federal de Electricidad, la cual proporciona servicio a un 96 por ciento de la población como un monopolio constitucionalmente protegido, (y) está experimentando problemas para servir, en cantidad y cualidad, la rápidamente creciente demanda para sus servicios", escribe el BM.

"El gobierno está consciente de que el acceso al financiamiento exterior requiere de reformas estructurales mayores en la CFE y en sus otros intereses energéticos, y recientemente -y algo tarde- ha tomado el paso alentador de proponer enmiendas constitucionales al Congreso para permitir la inversión privada en todo el sector de energía".

El BM señala que los "pasos prioritarios" deberán incluir esfuerzos para introducir la participación privada en partes del sector eléctrico (generación y transmisión) que previamente han sido cerradas.

La CAS subraya como prioridad la asistencia para el esfuerzo de privatización eléctrica. "En electricidad, un área de enfoque importante (del programa del BM), sería ayudar a diseñar un equilibrio general de participación privada en el sector eléctrico (esto es, generación, transmisión y distribución), que podría maximizar los beneficios de una participación privada incrementada, tomando en cuenta las restricciones políticas y obligaciones sociales".

Sin embargo, el apoyo del BM para la privatización en México no se limita sólo al sector eléctrico. Señala que sólo se han producido "avances limitados en la participación privada" en servicios urbanos como agua y vivienda, así como en el sector de hidrocarburos. "El otorgamiento público de servicios de infraestructura juega un papel importante", afirma el BM, pero también señala que "la participación privada necesita jugar un papel creciente en otorgar servicios en donde el sector privado puede tomar el lugar" de los servicios públicos.

El papel particular que el BM podría jugar en la promoción de la participación privada en el sector energético no se precisa en este documento, pero el acuerdo con México afirma que el BM tiene un "papel informal de asesoría" para asistir al gobierno en asuntos de privatización relacionados con el sector energético.

Además, el gobierno mexicano ha solicitado la asistencia del BM para evaluar los requerimientos normativos para la privatización del sector energético, como parte de una investigación más amplia sobre la infraestructura nacional.

Pero los funcionarios del BM no están confiados en las posibilidades de la privatización del sector de hidrocarburos en particular, y señalan que el progreso ha sido lento en la privatización del sector petroquímico.