n El escritor recibió la estatuilla que lo acredita como Premio de Latinidad


El siglo XXI "será mestizo o no será": Carlos Fuentes

Rosa Elvira Vargas y David Aponte, enviados, Río de Janeiro, 27 de junio n Depositario del primer Premio de Latinidad que otorgan de manera conjunta las academias de Letras de Brasil y de Francia, y llevando a México como testigo y espacio vital, Carlos Fuentes estableció que el mundo del siglo XXI será migratorio y mestizo, "o no será". Y en palabras cuyos destinatarios escuchaban atentos, afirmó que se necesita no sólo hacer política, sino hacerla con justicia y con amor para afincar la democracia.

En solemne ceremonia, y cuando ya había dicho a los presidentes Fernando Henrique Cardoso y Jacques Chirac aquello que admira y lo une con Brasil y Francia, Fuentes se dirigió al presidente Ernesto Zedillo para compartir con él la necesidad de que México ponga al día la agenda de su modernidad, la cual requiere, precisó, seguridad jurídica, bienestar económico, libertad política y altos niveles de educación para tener altos niveles de producción.

"Y todo ello, señor presidente, basado en la extraordinaria continuidad de la cultura de México, que se remonta a las civilizaciones indígenas de la aurora de América, pero que depende de la más grande riqueza: de su capital humano, el esfuerzo, la inteligencia, la ternura, sí, la emocionante ternura de nuestros trabajadores, de nuestros padres, madres e hijos mexicanos", dijo el escritor al mandatario.

En la réplica del Petit Trianon de Versalles, que donó el gobierno francés y hoy es la sede de la Academia de Letras de Brasil, el autor de La muerte de Artemio Cruz señaló también que la mejor defensa contra la limpieza étnica, la xenofobia y el racismo, que a todos amenazan y ponen en duda la posibilidad de un nuevo orden internacional, es la apertura a lo diverso, "reconocernos en él y ella que no son como tú y yo, y admitir que una cultura perece en el aislamiento, pero se fortalece en el contacto con otras culturas".

Brasil y Francia decidieron que Fuentes merecía inaugurar la lista de quienes han dado esplendor a la latinidad. Y él dio un nuevo mentís, por si faltaran, a Francis Fukuyama: "La historia no ha terminado porque no hemos terminado de contar historias".

Mientras haya vida, habrá narrativa, "habrá narravida", resumió. Entonces, contó que en la lengua francesa formó su propia imaginación de escritor; compartió la convicción de Alfonso Reyes de que "Dios es brasileño", y mencionó a su alma mater, la UNAM, donde estudió Derecho y aprendió que "la justicia le da a cada cual lo suyo y la verdadera unidad es el respeto a la diversidad".

Fuentes reflexionó en que la latinidad del futuro, una vez afirmada y concertada la unidad de sus identidades, "será el buque insignia de un siglo XXI, que será mestizo o no será: que será migratorio o no será".

Para Fuentes, latinidad y juridicidad son sinónimos y es un concepto incluyente, agregó, e indicó enseguida que "el triunfo de nuestra identidad" consiste en no desdeñar la de nadie, porque "con la identidad de todos proponemos el respeto a la diversidad de cada uno".

En la ceremonia, los representantes de las academias de las Letras de Brasil y de Francia hablaron del porqué de este premio y de quien lo recibió. Un receso de diez minutos se abrió para que llegaran los presidentes Cardoso, Zedillo y Chirac, pero fue también un valioso espacio para que los anfitriones reconocieran públicamente el mérito de Silvia Lemus, compañera de Fuentes, en todo lo que él es.

La información oficial sobre este premio precisa que el año pasado, en el aniversario de la Revolución Francesa, el 14 de julio, delegados del país europeo y brasileños convinieron en que hacía falta un premio para reconocer a quienes, en su universalidad, se han encargado de fortalecer los lazos entre América y las naciones europeas latinas. Fuentes resultó el primer depositario.

Además de una estatuilla, el presidente de la Academia de Letras de Brasil le entregó dos cheques que suman 80 mil euros, y al hacerlo aclaró al escritor que aquellos "sí tienen fondos".

Ahí mismo, el presidente Zedillo recibió de José Sarney, ex mandatario brasileño, las Palmas Académicas, y similar gesto tuvo Cardoso con Chirac.