* La obra de Julio Villalva viaja a 30 galerías y museos de 11 países

Crisálida, un hogar que emprende el vuelo

Mónica Mateos * No hay pensamiento más frágil que el traer a la mente la transformación de las mariposas, decía el escritor ruso Vladimir Nabokov. Quizá por ello Cuan-tzu se pasó toda la vida dilucidando si era un filósofo chino que soñaba que era una mariposa o una mariposa que soñaba que era filósofo.

Todo este continente de sueños cabe en una crisálida o en una maleta de viaje, o en un sobre o en las palabras del artista plástico Julio Villalva (DF, 1968) cuando explica su reciente trabajo creativo: su hogar emprendiendo el vuelo. Fragmentada en siete imágenes, su casa emigra a 30 galerías y museos de 11 países, y a 30 coleccionistas privados, para refrendar el significado prístino del arte: "Actividad humana capaz de generar y comunicar emociones por medio de la combinación de diversas destrezas".

Una de las pericias de Crisálida ųcomo se titula esta exposición itinerante, que es al mismo tiempo pieza de colecciónų es escabullirse de la dinámica actual del mercado del arte: listas de espera para acceder a un escaparate para "mostrar la obra reciente", "cotización" de las pinturas para hacerlas llegar a "compradores potenciales", petición de algunos galeros de "seguir la línea de lo que manejamos", que en realidad significa "hacer obra que esté de moda".

Crisálida es así "testimonio de una geografía habitada y recorrida durante cuatro años. Es construcción imaginaria: flujo constante de lo cotidiano, en donde la intimidad se sucede y adquiere gravedad por medio de los suspiros y susurros que despiden los objetos. Es historia y persistencia almacenada. Es casa abierta (partida y compartida): invitación a una nueva restructuración, sometida al ánimo y al ánima del ojo que la recorre", explica el autor.

Tal idea se gestó a raíz de la petición de un par de galerías de enviar "obras recientes" para ser consideradas en su calendario anual de exposiciones. En ese sentido, añade Villalva, para un artista no hay "obra" más "reciente" que el lugar donde se vive, pues es el espacio donde ųen su casoų se origina el acto creativo, donde la primera "técnica" a la que se acude para generar "lo artístico" es resolver la sobrevivencia cotidiana.

''Al pedir obra reciente, en algunas ocasiones, se demerita el trabajo realizado con anterioridad, pues según ciertos dueños de galerías la supuesta madurez que buscan en un artista significa que éste se repita, es decir, que el cuadro de hace dos años se parezca al de hoy. Incluso ųy esto lo he sabido por algunos colegasų en dichos lugares hacen firmar un contrato a sus artistas para que no cambien su forma de pintar. No debería ser una condición para entrar al mercado que la exploración artística se reduzca a los elementos hallados en determinado momento.

"Es obvio que el trabajo constante conlleva a una madurez, entonces Ƒpor qué plantear diferentes temas o preocupaciones con una misma manufactura? El estilo sucede sutil o concretamente, pero de ahí a que todo lo que le inquieta a un artista se reduzca a la representación de una misma figura, me parece obsoleto", puntualiza el artista plástico.

Crisálida va acompañada por las reflexiones de Vladimir Nabokov en torno a la transformación de las mariposas ųque a veces se transmutan en los sueños de Cuan-tzu, y ambas ideas se tejen con las de Villalvaų, porque en los tres se manifiesta la inquietud de indagar y mostrar qué sucede dentro de un capullo-casa, capullo-cuerpo, capullo-alma.

Cuando una pintura, un poema o una partitura reflejan el estado de ánimo de quien las realiza, "no se reducen a un prototipo hallado. Por ello crear debe ser para cada autor como hablar muchos idiomas, pero con un mismo timbre de voz. El trabajo que difundo ahora en el ámbito internacional es una reflexión en torno a cómo se puede uno articular creativamente exponiendo ųen el sentido más literal del términoų una geografía anímica: mi casa".

En México, Crisálida se hará llegar al Museo de Filatelia de Oaxaca, como respuesta a su llamado para establecer una red internacional de comunicación visual vía el servicio postal.