* El encuentro, posible gracias a que la democracia es hoy una realidad: Zedillo

Una globalización que sea "válida para todos", interés de AL y UE

* Coinciden mandatarios en la definición de un nuevo orden internacional "sin monopolios de poder"

Rosa Elvira Vargas y David Aponte, enviados, Río de Janeiro, 28 de junio * Marcados por abismales asimetrías económicas y sociales, los países de América Latina y el Caribe, y de la Unión Europea, comenzaron hoy un encuentro que busca definir, hacia el próximo siglo, un nuevo orden internacional plural, justo y sin monopolios de poder; una globalización "válida para todos'' que no signifique "dádivas para los ricos y privación para los pobres".

El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, quien en forma nada casual abrió su discurso inaugural con un recuento de las huellas de la colonización europea, afirmó que en el mundo de hoy conviven las esperanzas alimentadas por la atenuación de los enfrentamientos ideológicos con las frustraciones que aquellos que padecen situaciones de conflicto, de intolerancia o de injusticia social.

Río de Janeiro, donde el ambiente relajado del fin de semana se transformó súbitamente este lunes en férrea seguridad y día feriado en las escuelas para dejar paso libre a los mandatarios convocados, cortó sin embargo, al amanecer, con el saldo blanco de la víspera, debido al accidente automovilístico que costó la vida a un miembro de la comitiva de la seguridad del canciller federal alemán, Gerhard Schroeder.

El hecho, que constituyó más que una mera noticia, la comidilla entre diplomáticos y periodistas, por las circunstancias en que ocurrió, tuvo un efecto inmediato que tocó a México, pues el canciller Gerhard Schroeder debió cancelar la reunión bilateral que sostendría por la mañana con el presidente Ernesto Zedillo y en la que ambos seguramente afinarían los planteamientos que, como copresidentes de la cumbre, presentarían por la tarde.

(La televisión brasileña repitió en el transcurso del día las imágenes del aparatoso accidente ocurrido en la zona de Copacabana, despúes de una noche de reconocimiento que hicieron los miembros de la seguridad alemana en la discoteca Help. Dos más resultaron gravemente heridos).

Una vez en el Museo de Arte Moderno de Río, donde se reúnen los mandatarios, el canciller alemán diría a sus colegas latinoamericanos que Europa quiere y desea socios fuertes y estables, porque no se trata sólo de impulsar una integración comercial y de mercados, sino de darle a la misma una dimensión política.

El presidente Zedillo, también en la plenaria inaugural, dijo que este encuentro ha sido posible, entre otras razones, porque en América Latina y el Caribe, la democracia ha dejado de ser la excepción para ser "una realidad prácticamente generalizada" y es hoy, "casi en la totalidad" de las naciones, un régimen efectivo de gobierno y forma de convivencia plural y pacífica.

Asumió que si bien la democracia "llegó tarde" a AL, hoy está firme "y nada podrá arrancárnosla. El divorcio entre el ideal democrático y la realidad política de nuestros pueblos es cosa cada vez más del pasado''.

Pero si bien la asignatura democrática parece aprobada y es base de lenguaje común en esta cumbre, latinoamericanos y europeos no pudieron obviar sus divergencias sobre el reciente conflicto bélico en Los Balcanes.

Así, el presidente Cardoso dijo claramente que la crisis de Kosovo deja la lección de que la paz duradera pasa necesariamente por la ONU, porque esa tragedia, "revivió los horrores de la pureza racial nazi y de la muerte de civiles inocentes en los bombardeos de alta tecnología".

Schroeder venía preparado para dar la visión de las naciones europeas sobre los recientes ataques en la región balcánica. Aseguró que el régimen de Belgrado se había significado en los últimos 10 años por una cadena de guerras, desplazamientos y odio étnico, y que la "OTAN ha demostrado que la comunidad internacional no iba a aceptar por mucho tiempo esa situación".

Y aunque acusó recibo de la preocupación latinoamericana por el desplazamiento de la Organización de Naciones Unidas en ese conflicto, insistió en la necesidad de reformar al organismo multilateral, porque "no podemos asistir a situaciones en que la muerte, el poder acabar con un pueblo, consiga imponerse con una desestabilización en países vecinos".

El propio Fidel Castro llevaría también el tema a la primera sesión plenaria y afirmó que la base del diálogo se sustenta en el respeto internacional.

Sin embargo, indicó, la OTAN y las redes internacionales del imperialismo representan una amenaza para el entendimiento.

Una vez saldados los puntos de esa divergencia, quedó claro que latinoamericanos y europeos están aquí para buscar mecanismos que resuelvan, afirmó en su momento Ernesto Zedillo, "la tarea pendiente de convertir a la democracia y a la economía de mercado en poderosos y efectivos servidoresde la justicia social".

Cardoso lo expresó a su manera, al pugnar por una arquitectura financiera internacional donde los flujos de capital sean instrumento de progreso y no un foco generador de inestabilidad o un simple mecanismo de concentración de la riqueza.

El canciller federal alemán sumó la aceptación del daño que pueden ocasionar los flujos especulativos de capital a la advertencia de que sólo habrá progreso si las naciones aplican políticas responsables y cumplen con sensatez sus "verdaderos deberes en el orden internacional".

Antes, Zedillo pidió que el diálogo de Río sea tolerante, pero a la vez de intransigente fidelidad a la primacía de la democracia y de los derechos humanos, y que ayude a desplegar el potencial económico de las regiones, lo mismo que a fincar un sistema financiero internacional capaz de prevenir mejor, identificar y solucionar con rapidez futuras crisis financieras.

Con todo, y como era previsible, el tema del libre comercio puso en evidencia que mientras la Unión Europea mantiene su estrategia de negociación, los países de América Latina y el Caribe hicieron de lado su acuerdo de unidad, tomado en la pasada reunión del Grupo de Río y, por bloques, impulsaron sus propias iniciativas de negociación.

De ese modo, con bombo y platillo el propio Cardoso anunció esta mañana ųy lo repetiría en en su discurso inauguralų que se logró un entendimiento con la UE "que nos permita iniciar negociaciones para establecer una asociación inter-regional, política y económica, que incluirá la liberalización del comercio entre las dos regiones".

El lucimiento de esa prenda ha encontrado mal ambiente, incluso entre algunos delegados europeos, quienes encuentran en la actitud de los líderes del Mercosur la intención de tender una "horrible sombra" sobre la verdadera esencia de esta reunión. Más claro, los carteles de la cumbre muestran el protagonismo de los actores comerciales del cono sur, que en portugués dicen: Cimeira Mercosur-Unión Europea.

Fue Zedillo quien en la sesión inaugural habló de manera más general de los intentos de integración comercial entre las regiones, pero de igual modo se refirió en específico a las negociaciones que sostiene México con los europeos para el establecimiento de un acuerdo comercial el cual, aseguró, "formará parte de la arquitectura del libre comercio entre Europa y América Latina".

Desde esa perspectiva, confió en que ambas regiones alienten un diálogo entre los gobiernos y la sociedad civil, para además de incrementar la cooperación y se atiendan de manera efectiva los objetivos de desarrollo nacionales.

Entre éstos, planteó que podrán impulsarse, "más fuertemente", la protección de los derechos de los grupos más vulnerables; estimular la plena igualdad de género; revertir la degradación ambiental, y combatir las drogas bajo un esquema de responsabilidad compartida y con una estrategia global integral y equilibrada.

Los jefes de Estado y de gobierno de las dos regiones comenzaron la primera sesión de trabajo con los temas políticos, en la que intervinieron Venezuela, Honduras, Bolivia, Costa Rica y República Dominicana, así como Suecia, Portugal, Irlanda, Gran Bretaña, Finlandia y Austria.

Por la mañana, el presidente Cubano, Fidel Castro, en una improvisada conferencia de prensa afirmó que los países latinoamericanos deben buscar un acercamiento y negociar "como un bloque y no como un pigmeo. Ser elefantes y no hormigas".

El jefe de Estado cubano ųquien goza aquí de gran popularidad, por lo que en esta ocasión ha sumado en torno a su hotel más simpatizantes que detractoresų agregó que "hoy (los países latinoamericanos) somos hormigas, algunas más grandes y otras más pequeñas, pero estoy seguro de que todas las hormigas pueden unirse".

Cardoso sirvió a sus invitados un almuerzo típico brasileño y por la noche ofreció también viandas de la variada cocina de su país, en una cena a la que los mandatarios fueron convocados con sus esposas. Con esto culminó el primero y muy largo día de trabajo de la "histórica cumbre".

Para este martes, la agenda de las plenarias ųque tienen lugar en torno a una gigantesca mesa ovaladaų considera los temas económicos y comerciales, con la participación definida ya de Chile, Cuba, Argentina, Guyana, Uruguay y Colombia, y de Francia, Italia, Grecia, España y Países Bajos. Más tarde y bajo la conducción del presidente Zedillo, se discutirá lo relativo a educación, cultura y dimensiones humanas, e intervendrán los representantes de Belice, Panamá, Perú y Dinamarca.

Ya circulan versiones de que Europa y América Latina y El Caribe podrían estar citándose por segunda vez, en Madrid, en el 2001.

Las inversiones y el intercambio comercial entre la Unión Europea (UE) y América Latina han crecido de manera espectacular en los últimos años.

La UE pasó a ser el segundo gran inversor en aquella región, por detrás de Estados Unidos y seguida de Japón.

La corriente de capitales europeos de todo tipo hacia América Latina, pasó entre 1995 y 1997 de 26 mil a casi 73 mil millones de dólares. El incremento de las inversiones se disparó, concretamente, a partir de 1994.

La inversión europea directa (IDE) en América Latina aumentó 28 por ciento respecto de 1995, lo que supuso 7 mil 758 millones de dólares. De 1996 a 1997 el incremento fue espectacular ųde 120 por cientoų, llegándose a alcanzar los 17 mil 60 millones de dólares.

Los principales destinatarios de la IDE fueron Brasil (34 por ciento), Argentina (18 por ciento), México (14 por ciento), Chile ( 9 por ciento) y Venezuela (9 por ciento) entre 1990-97.

Distribución de Inversiones de Estados miembros UE en América Latina (1993-1997)

España: 28 por ciento

Francia: 13 por ciento

Gran Bretaña: 22 por ciento

Alemania: 14 por ciento

Suecia: 1.3 por ciento

Países Bajos: 14 por ciento

Italia: 2 por ciento

Portugal: 2 por ciento

Bélgica: 3 por ciento

Otros: 0.7 por ciento

En cuanto a la balanza comercial, la UE era deficitaria en 1990, pero consiguió dar un vuelco a esta situación.

De un déficit de 12 mil 687 millones de dólares en 1990, la UE ha pasado a tener un saldo beneficiario de 10 mil 382 millones de dólares en 1997, incluyendo América Latina y el Caribe, según datos del Fondo Monetario Internacional y del IRELA (Instituto de Relaciones Europeo-Latinoamericanas).

La UE se ha erigido en el segundo socio comercial extra-regional de América Latina y el primero de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

Pese a los beneficios comerciales otorgados por la UE a países en desarrollo para ayudarlos a encontrar alternativas a los importantes ingresos generados por el cultivo de la droga (en el caso de los Andinos) o a superar la vulnerabilidad de sus economías afectadas por guerras civiles o desastres naturales (en el caso de los centroamericanos), algunos productos estratégicos como el banano siguen sometidos a restricciones de importación en el viejo continente.

Los principales exportadores de la UE a AL son Alemania (26 por ciento del total), Italia (19 por ciento), Francia (13 por ciento), España (12 por ciento) y Gran Bretaña (11 por ciento). (Afp)