* El neoliberalismo lanzó a la pobreza a 200 millones de latinoamericanos, dijo
Reprocha Fidel Castro a colegas europeos
Rosa Elvira Vargas y David Aponte, enviados, Río de Janeiro, 29 de junio * Sin ninguna sutileza el presidente cubano, Fidel Castro, hizo este martes un fuerte reproche a sus colegas europeos en la reunión cumbre de Río por el actual modelo económico que ha lanzado a 200 millones de latinoamericanos a la pobreza, y a las "recetas políticas" de Occidente que llevan a guerras como la de Kosovo.
En la última sesión de trabajo de la reunión de mandatarios latinoamericanos y europeos, el histórico encuentro Río 99, el mandatario de Cuba lanzó varias interrogantes que nadie contestó: "ƑQuiénes van a pagar los gastos ocasionados por 23 mil bombas y misiles de factura estadunidense (en los Balcanes)? ƑDespués de tantos compromisos, cuánto le quedará a la Unión Europea para invertir en América Latina y el Caribe?"
El mandatario cubano manejó un discurso sobre los efectos de la economía de mercado y la globalización en los habitantes de América Latina y el Caribe, región que, indicó, posee inmensos recursos naturales y humanos, una zona que quiere la unión y el desarrollo.
Vino el recuento de los golpes bajos a las naciones latinoamericanas pobres: 499 millones de seres humanos, de los cuales 210 millones viven por debajo del índice de pobreza, entre ellos 98 millones de indigentes. En la década de los 80, transfirieron al exterior 223 mil millones de dólares. Actualmente, deben más de 700 mil millones de dólares y han pagado 850 mil millones de dólares por servicio de la deuda externa.
Por si esto fuera poco, los países euro- peos descendieron sus inversiones directas en América Latina y el Caribe entre 1990 y 1994, siguió.
"Los antiguos países socialistas de Europa central y del este demandan hoy cuantiosos fondos de la Unión Europea. Rusia, una superpotencia, pasó a ser del Tercer Mundo con menos ingresos per cápita que los países del Caricom, no sólo por la reducción progresiva y continua de su producto interno bruto en 10 años hasta el 50 por ciento, sino también por el saqueo de 300 mil millones de dólares que fueron a parar a los bancos de Europa.
"Colosal triunfo de la economía de mercado y de las recetas políticas de Occidente", expuso con ironía.
En el Museo de Arte Moderno de la ciudad de Río de Janeiro, donde tuvo lugar la cumbre, el presidente cubano tocó una vez más el tema de la guerra en Kosovo y sus consecuencias para el mundo y, principalmente, para Europa.
"ƑQuién asumirá los gastos?", preguntó.
Nadie respondió. De la crítica pasó a encomiar los esfuerzos de la Unión Europea, principalmente los económicos.
El euro, la moneda europea, "ayudará a liberarnos de los privilegios y la tiranía del dólar", planteó el gobernante cubano.
"No dudamos de que Europa llegará a convertirse en un gran Estado supranacional poderoso y rico. Esperamos que sea respetuoso amigo y no enemigo del Tercer Mundo y de la soberanía de los países que están aún por unirse, integrarse y desarrollarse", agregó.
Castro utilizó el foro para reiterar su rechazo a la política de restricción comercial aplicada por el gobierno de Washington contra La Habana, para hablar de la defensa de la soberanía cubana y, en general, de la soberanía de los pueblos de América Latina y el Caribe, además de criticar la propuesta de diseñar una nueva arquitectura financiera internacional.
"Partiendo de que no hay razas superiores ni inferiores, Ƒpor qué somos pobres y subdesarrollados los países de América Latina y el Caribe? ƑQuiénes fueron los culpables? Tal vez los niños héroes de Chapultepec, los indígenas exterminados por millones en este hemisferio y los esclavos que murieron encadenados a lo largo de siglos, puedan responder esas preguntas", dijo.
Ya para terminar su alocución, acometió contra el control impuesto por Bretton Woods, "amo y señor del actual sistema financiero internacional".
"Más que una nueva arquitectura para un sistema viejo y caduco, lo que urge es demoler hasta los cimientos el sistema financiero establecido, y crear otro verdaderamente honesto, democrático, equitativo y humano, que ayude a erradicar la pobreza y a salvar al mundo", apuntó.
"Obremos el milagro de convertir en posible lo imposible. Con los brazos abiertos estamos dispuestos a recibir de Europa una cooperación sin condicionamientos y una solidaridad con libertad", concluyó.
Después del cierre de la cumbre de Río, el mandatario cubano sostuvo una reunión de más de tres horas con el presidente de Colombia, Andrés Pastrana.
En el hotel Othon, dijo a la prensa internacional que en Río 99 hubo avances, pese a las dificultades.
"(Esta reunión) es más histórica que nuestra modesta Cumbre Iberomericana y trataremos que nuestra modesta cumbre marche bien, en aras del interés supremo, que es el de nuestros países latinoamericanos. Yo sueño con una patria universal, que es la unión, dentro de la diversidad, de las culturas", añadió.
Por supuesto Fidel Castro hablaba de la próxima Cumbre Iberoamericana, que tendrá lugar en la ciudad de La Habana hacia finales de 1999.
Fidel no salió en la foto
Una vez más el mandatario de Cuba, Fidel Castro, ocasionó polémica, ahora en la primera reunión de jefes de Estado y de gobierno latinoamericanos y europeos: el antillano no apareció en el momento que los reporteros gráficos hicieron la foto oficial de la Cumbre Río 99.
De inmediato corrieron toda clase de especulaciones, desde que no llegó a su lugar para la foto por ir al baño hasta que tuvo razones de cáracter político.
El hecho es que no apareció en la foto oficial, tomada el martes en las instalaciones del Museo de Arte Moderno. Algunos de los reporteros gráficos que participaron en el evento protocolario dijeron que Castro llegó al lugar de la fotografía cuando todo había concluido.
"El comandante se llevó las manos a la frente, en señal de que había perdido su lugar en la fotografía oficial", explicaron.
Otro hecho que resaltó la presencia del personaje se registró en la última sesión de trabajos de la cumbre, cuando Castro criticó el actual modelo económico y la guerra de la OTAN en Kosovo.
Lo mismo sucedió en la conferencia de prensa. Una reportera alemana expuso que si la Declaración de Río consideraba los temas de la democracia y la libertad en los procesos electorales, "Ƒqué valor tiene ese documento si lo firmó un dictador como Fidel Castro?"
El canciller de Alemania, Gerhard Schroeder, respondió que el valor del texto no tenía nada que ver con el número de las firmas: "En Cuba, la situación que existe es la que todos conocemos: no es un régimen dictatorial, sino que es de un sólo partido que existe en el país. Pero Cuba es parte del proceso y nosotros los alemanes hemos tenido la experiencia en cuanto a sobreponerse a estructuras autoritarias, que estos estados autoritarios se integran al proceso de diálogo y al comercio y entones eso conduce más fácilmente a poder superar esas estructuras dictatoriales".
Agregó: "Y por eso, para mí me parece absolutamente justificado que los estados
latinoamericanos no estén interesados en aislar a Cuba, sino que quieren integrarla en este diálogo y yo espero, como todos los demás, que paso a paso esto pueda llevar a una democratización paulatina".
Algunos periodistas europeos aseguraban que Schroeder había dicho que Castro es un dictador, cuando dijo lo contrario. En fin, la polémica estuvo centrada en Castro (David Aponte y Rosa Elvira Vargas, enviados, Río de Janeiro)