* Dimitiría si beneficiara a la institución, dice
Afirma Barnés que su renuncia no resolvería la huelga universitaria
* Advierte que sería lamentable recurrir al uso de la fuerza pública
Víctor Ballinas * El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Francisco Barnés de Castro, consideró ayer que renunciaría al cargo siempre y cuando fuera en beneficio de la institución, y si personalmente considerara que esa sería una solución a la huelga estudiantil que lleva ya más de dos meses en esa casa de estudios.
Sin embargo, agregó, "no veo que esa decisión pueda resolver el conflicto, más bien creo que contribuiría a enrarecer el ambiente". Por ello, aseveró que mantiene el compromiso de conducir a la universidad "en este difícil proceso y así restablecer las condiciones normales para llevar a la UNAM al proceso de transformación que requiere y en el que estamos comprometidos tan pronto se reanuden las actividades".
Barnés de Castro fue entrevistado al concluir la inauguración de la Reunión Nacional sobre Transporte Urbano en el Nuevo Milenio, en donde firmó un convenio con las secretarías de Desarrollo Social (Sedeso) y de Comunicaciones y Transportes (SCT) para que la universidad realice estudios en las cuatro zonas metropolitanas más importantes del país.
El rector dijo que esperaba sinceramente que se puedan restablecer las condiciones favorables al diálogo en el espacio que ofreció la Cámara de Diputados y que eso permita levantar a la brevedad posible "el paro que tanto daño está haciendo a la UNAM".
Destacó que la comisión que asistió al encuentro con los estudiantes en la Cámara de Diputados presentará una propuesta de agenda y de formato para que el diálogo se inicie a la brevedad posible.
El rector expuso que si no hay una flexibilización en la postura de los estudiantes, "va a ser difícil que por esta vía logremos una solución al conflicto". Sin embargo, se mostró partidario de agotar todas las posibilidades para resolver el problema universitario, ya que "sería muy lamentable que la UNAM tuviera que recurrir a la utilización de la fuerza pública".
Manifestó Barnés que con el espacio que brindó la Cámara de Diputados para el encuentro entre estudiantes y autoridades universitarias "ojalá esta misma semana se pueda levantar el paro, para que en la entrante podamos estar regresando a la actividad normal".
Barnés de Castro señaló que los plazos para finalizar el semestre los establece la propia comunidad universitaria y éstos están a punto de agotarse.
El Consejo Universitario, subrayó Barnés, estableció claramente la ampliación del semestre hasta el 2 de julio para el último semestre de bachillerato; hasta el 9 de julio para la entrega de actas del resto de las dependencias académicas, plazo que se está cumpliendo, y a partir de esa fecha el semestre quedará cerrado.
A partir de que se entreguen las instalaciones, aquellos estudiantes que no han podido concluir el semestre podrán hacerlo si la desocupación de la universidad se hace a tiempo, y esto requiere que "las instalaciones universitarias sean entregadas en un plazo perentorio".
Condiciona el rector no proceder con sanciones contra estudiantes
Asimismo, Barnés destacó que el acuerdo del Consejo Universitario es recomendar a las autoridades que no se proceda con sanciones a los estudiantes, siempre y cuando entreguen pacíficamente las instalaciones universitarias.