* No sabe lo que es el país; su planteamiento es de corte fascista, afirman


Severas críticas de académicos al líder empresarial

Claudia Herrera Beltrán * Sólo la universidad pública puede cumplir objetivos fundamentales para el país como difundir la cultura, investigar y enseñar. En cambio ''a la universidad privada la guían criterios mercantilistas'', consideró el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez, al dar su punto de vista sobre las declaraciones de un líder empresarial en el sentido de que la solución al conflicto de la UNAM es el cierre de esa institución.

Para el politólogo Octavio Rodríguez Araujo, la defensa de la universidad pública es la defensa del pensamiento crítico, que no está subordinado a los intereses del mercado y que eventualmente puede producir profesionales que estén en contra de éstos, y que su actuación sea favorable a la población mayoritaria.

El historiador Luis Villoro se abstuvo de dar su opinión, al considerar que no se le debe dar tanta importancia a lo que diga una persona que no sabe nada de la universidad.

Las afirmaciones del dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Alberto Fernández, suscitaron severas críticas por parte de académicos universitarios. ''No entiende nada, no sabe lo que es el país, y si yo fuera empresario pediría nuevas elecciones para elegir a alguien que no sea un fascista, porque si extrapolamos sus declaraciones sería tanto como decir que hay que matar a los pobres, a los que no producen, a los desempleados, a los niños de la calle y crear un México de empresarios y trabajadores'', expuso Rodríguez Araujo.

Sánchez Vázquez, académico emérito, dijo que en bien de la enseñanza y de la sociedad, se tiene que conservar la Universidad Nacional con su carácter público. ''Aunque el diálogo pueda tener dificultades'' para poner fin a la huelga estudiantil, señaló que se debe intentar porque es el mejor camino frente a otras alternativas como son el uso de la fuerza pública y el cierre de la máxima casa de estudios.

ƑQué se perdería con la desaparición de la UNAM? En términos prácticos, Rodríguez Araujo ųtambién profesor de la Facultad de Ciencias Políticasų respondió: Se le quita la posibilidad de estudiar a más de 250 mil jóvenes, que en un país como México son muchos; se deja sin empleo a 23 mil 500 trabajadores administrativos, a 28 mil profesores y se pierde la mitad de la investigación que se produce en el país.

También se sentaría un precedente ''muy grave'' para todo el sistema de educación superior público, añadió, porque es innegable su liderazgo en el ámbito de las universidades públicas de los estados. ''Si se golpea a la UNAM, se golpea a todas las universidades'', afirmó.

Insistió en que la universidad pública, a diferencia de la privada, sirve para dar un servicio en términos de inversión para el país, porque las instituciones particulares también dan un servicio educativo, pero como un negocio.

El también consejero universitario de la máxima casa de estudios agregó que la universidad pública está pensada para quienes pueden pagar y para quienes no pueden pagar colegiaturas, mientras que la privada está hecha sólo para los alumnos que pueden cubrir el costo de sus estudios y muy excepcionalmente para los que no tienen posibilidades y son becados.

Privilegiar a la universidad privada sobre la pública, apuntó, implica desconocer que las instituciones sostenidas por la sociedad ofrecen carreras que tienen aceptación en el mercado y que no la tienen, mientras que las instituciones particulares sólo ofrecen programas de estudio que demanda el mercado.

''La universidad privada crea cuadros para las empresas y para los gobiernos de tipo neoliberal, y la pública, además de crear cuadros para las empresas y para los gobiernos tecnócratas, proporciona profesionales a las organizaciones de masas, a los partidos políticos, a las organizaciones no gubernamentales altruistas, al servicio de la población'', explicó.

Al argumentar en defensa de la universidad pública, Rodríguez Araujo afirmó que en la privada no hay libertad de cátedra, mientras que en la primera sí la hay, aun cuando no sea autónoma, y resaltó que una de las grandes aportaciones de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México, es que hace investigación independientemente de las necesidades mercantiles.


* Demandan solución


Voluntad política, piden universitarios a CGH y rectoría

Organizaciones de académicos e investigadores de la UNAM exigieron que el Consejo General de Huelga y la rectoría muestren, en el encuentro de mañana, verdadera voluntad política para iniciar un proceso de diálogo y dejen de lado cuestiones secundarias para centrarse en la discusión de acuerdos previos para el levantamiento del paro.

En conferencia de prensa, representantes de Creadores, Académicos e Intelectuales, Comisión Plural de Investigadores, Movimiento Universitario por el Diálogo y la Reforma Democrática, Federación de Colegios del Personal Académico, de los colegios de Filosofía y Letras y de los institutos de Investigaciones Económicas y Filológicas, así como miembros de la Universidad Pedagógica Nacional y del Movimiento Ciudadano por la Democracia acordaron unir esfuerzos para evitar ''a toda costa'' una salida represiva a la huelga y encontrar en cambio una solución constructiva con la discusión de una ''gran reforma democrática'' de la máxima casa de estudios.

''Exhortamos a ambas partes a que se evite anteponer cuestiones secundarias para centrarse en lograr acuerdos sobre el levantamiento de las sanciones contra los alumnos, docentes y trabajadores, el alargamiento del semestre y el compromiso de que se realizarán foros para la transformación de la universidad'', señaló Axel Didriksson e indicó que mediante ''gestiones y presiones'' los académicos pueden allanar los obstáculos menores.

Tales acuerdos, dijo Sergio Zermeño, deben ser firmados como ''paso previo al levantamiento de la huelga'', y enfatizó que tanto el CGH como las autoridades universitarias deben ''asumir el compromiso explícito de impulsar un foro abierto de discusión y decisión en torno a los puntos que hayan quedado pendientes y a las reformas que nuestra universidad requiere para su funcionamiento óptimo en los albores del siglo XXI''.

Didriksson aseguró que las condiciones para el diálogo estaban listas desde un mes atrás, pero ''por falta de criterios y obstáculos secundarios, no se pudo lograr debido a que se nombró a una Comisión de Encuentro que tuvo interés de reunirse con todos los sectores de la UNAM menos con los estudiantes''.

Por su parte, Luis González Souza dijo que aunque ahora existen signos alentadores ''persisten factores que no permiten echar las campanas a vuelo ni creer que la solución está a la vuelta de la esquina''. (Susana González)