Luis Gerardo Salas, al frente; programar temas novedosos, la meta, dice


W Radical, una estación de actitud, no de edades

Patricia Peñaloza n Son las preguntas de Luis Gerardo Salas: Ƒpor qué la buena música debe tener edad? ƑPor qué algo de los años 80 tiene que ser para adulto contemporáneo? También una toma de postura: "W Radical --la radioemisora donde ahora trabaja-- es una estación de actitud, no de edades, la cual retomamos de la que están imponiendo los creadores de la actual música electrónica: fresca, desenfadada".

Salas lo tiene claro: "Quiere --la estación-- rescatar el espíritu que hizo exitosa a Rock 101: programar música novedosa que casi no se escuche en algún otro lado en México. Música de calidad, sin importar de qué época sea. Mucha gente está más a la vanguardia en música de lo que transmite la radio; los medios nos hemos quedado atrás, y nuestra responsabilidad es ser triplemente revolucionarios", dice en charla telefónica mientras un promo/ identificación con su voz espeta en el 96.9 de la FM: "Está escuchando W Radical. Radio retrofutura". Y es que como buen necio, regresa en un intento más por dar sentido a una frecuencia radiofónica en el Distrito Fedral, desde el 15 de junio, "a 200 días del año 2000".

Inició con un equipo de jóvenes, en 1984, la influyente estación de radio Rock 101; para él, "ésta abrió las puertas a un lenguaje distinto, espontáneo y creativo en la radio". Aquél salió de la estación en 1994, y Rock 101 desapareció en 1996. Luego de dos breves estancias, una en WFM con Martín Hernández, otra en el 100.9 que le vio nacer (1997), Salas regresa al aire a dar vida a una emisora casi muerta, y a ofrecer una alternativa en el rubro rock/pop actual, ante el desértico panorama dominado y ganado a pulso por la única heredera viva de su generación: Radioactivo 98.5 FM (Ƒalguien sigue oyendo Orbita 105.7?). En la programación puede apreciarse una serie de saltos, ciertamente radicales, de lo más europeo en música electrónica (drum & bass, jungle, trip-hop, break-beat, house), a los Beatles, pasando por new wave de los 80 y algo de rock actual.

En la intención se aprecia el sello Salas: en 1997, a razón de su reaparición en el 100.9, el locutor señaló a la finada revista Laberinto Urbano: "Queremos ser un desafío al criterio y la tolerancia. Debe haber una visión más amplia. Parece que sólo existieran 200 canciones; las disqueras proponen lo suyo, pero la estación debe proponer la otra mitad. Es más fácil llegarle a quien no quiere pensar, pero prefiero arriesgar". Actualmente, afirma que tales ideas prevalecen, y agrega: "Le llamamos 'retrofutura' porque cultura e ideas están siendo cuestionadas a fin de siglo, hay ruptura de conceptos y se defienden aún muchos valores que ya no vienen al caso. Nuestro reto es romper con los prejuicios encajonadores.

Aunque todavía pueden percibirse varios baches (falta matizar los abruptos cambios entre canciones, como lo hace un buen DJ, se siente un abuso en la emisión de música house, pues si no se está en un club bailando, aturde; se extrañan los instrumentos electroacústicos, cuando aún hay lugar para ellos; no hay nada en español), se agradece su propuesta provocadora, osada, arriesgada: libertad rara aun estando ubicada en Radiópolis/Televisa, reino de las fórmulas probadas.

Remata: "Esperamos que en un año, al menos, la estación esté conmocionando a la sociedad y a la cultura de esta ciudad".