n ''La medicina terminó por matar al paciente'', justifica Adolfo Lagos


Serfin: se consuma el fracaso

n El gobierno asume el control del grupo para sanearlo, capitalizarlo y venderlo a más tardar en ocho meses

Roberto González Amador n El gobierno federal asumió ayer la propiedad mayoritaria de Banca Serfin, la tercera institución de crédito más importante del país, con lo que se inició de manera formal el proceso para vender a inversionistas privados la institución, una vez que sea saneada y capitalizada, lo que ocurrirá en un plazo no mayor de ocho meses.

"La medicina terminó por matar al paciente", dijo Adolfo Lagos Espinosa, director general del Grupo Financiero Serfin, al resumir el proceso que concluyó con el traspaso de la institución al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).

"Para los accionistas que participaron en la compra de Serfin al gobierno --concretada el 24 de enero de 1992-- fue un proceso muy doloroso. Fue un proyecto que no fructificó", expuso Lagos Espinosa. "La esperanza murió".

Tal como se había anunciado, el IPAB concretó ayer la capitalización de Banca Serfin, con una inyección de recursos por 13 mil millones de pesos, y asumió en forma temporal el control del grupo financiero y de sus subsidiarias bancaria, casa de bolsa, seguros y afore, al tiempo que designó a un consejo de administración que tomará decisiones en forma colegiada.

Vicente Corta, secretario ejecutivo del IPAB, dijo ayer en una conferencia de prensa que los recursos necesarios para la capitalización de Serfin no provendrán de fondos fiscales, sino que se obtendrán con la emisión de deuda, a través de un mecanismo aún por definir.

El funcionario indicó que en forma simultánea a la toma del control de la institución, el IPAB, apoyado por tres despachos contables, inició la revisión detallada de la cartera y de los demás activos del Grupo Financiero Serfin y de Banca Serfin para determinar su situación y evaluar las medidas necesarias en preparación para su venta.

Corta señaló que el propósito definido por la junta de gobierno del IPAB "es que con absoluta transparencia e imparcialidad se obtengan las mejores condiciones económicas, y que el producto de la venta se destine a reducir el costo fiscal de la operación".

La asamblea extraordinaria de accionistas de Serfin, que se realizó ayer, sirvió para que las autoridades notificaran a los socios la pérdida de su inversión y la inmediata toma de control de la institución por parte del IPAB.

Adolfo Lagos estimó que el grupo de control de la institución, que encabezaba el empresario regiomontano Adrián Sada González y que tenía 60 por ciento de las acciones, asumió una pérdida por un monto estimado entre dos mil y dos mil 500 millones de dólares.

El 15 por ciento del capital social del grupo estaba colocado en el mercado accionario y los poseedores de esos títulos, lo mismo que otro cinco por ciento disperso entre inversionistas minoritarios, perdieron la totalidad de sus recursos.

Otro 19.9 por ciento del capital está en poder del banco ingles Hong Kong Shangai Bank Group (HSBC), cuyos representantes comunicaron al IPAB su decisión de continuar como accionistas del Grupo Financiero Serfin y su intención de participar en la subasta de Banca Serfin.

Vicente Corta explicó que para preparar un ambiente imparcial en el proceso de venta, HSBC no participará en el consejo de administración de Serfin mientras se efectúa la licitación, aunque mantendrá la participación de 19.9 por ciento del capital del grupo financiero.

"En caso de que HSBC decida no participar o no resulte ganador de la subasta, recibiría un reembolso por una cantidad no mayor a 137 millones de dólares, por el 19.9 por ciento de las acciones", señaló Vicente Corta.

Como las acciones de Grupo Financiero Serfin fueron canceladas, los nuevos accionistas del consorcio --es decir el gobierno y el HSBC-- acordaron la emisión de 10 millones 766 mil 531 de acciones nominativas de la serie O (que pueden ser adquiridas indistintamente por nacionales o extranjeros), con un valor nominal de mil pesos cada una. Esta aportación de capital fue utilizada para capitalizar a Banca Serfin.

La aportación del IPAB fue de 13 mil millones de pesos, con lo que el capital del Grupo Financiero Serfin se situó en 10 mil 767 millones de pesos, mientras que el capital contable de Banca Serfin ascenderá a nueve mil 113 millones de pesos, explicó Lagos.

"Estas medidas fortalecen la situación financiera de Banca Serfin y lo ubican como una de las instituciones financieras más sólidas del sistema financiero mexicano", añadió.

 

Una apuesta perdida

Roberto González Amador n La toma del control de Banca Serfin por parte del gobierno federal marca el fin de un proceso en el que los administradores de la institución "realizaron una apuesta arriesgada, pero la única posible" para mantener el control del tercer banco del país, definió ayer Adolfo Lagos Espinosa, director general de la intermediaria.

El capital de Serfin, calculado en 9 mil millones de pesos, fue insuficiente para cubrir las pérdidas de la institución derivadas del servicio de los pagarés entregados entre 1995 y 1997 por el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), apuntó.

"Serfin fue uno de los bancos que más cartera de crédito transfirió al Fobaproa. Los pagarés del organismo representaban 28 por ciento de sus activos productivos y, actualmente, esos instrumentos equivalen a 70 por ciento de su cartera de crédito y a 60 por ciento de los activos productivos", expuso.

La institución, reconoció, era vulnerable y la estrategia para sacarla a flote era una apuesta arriesgada, la única posible, que hubiera funcionado en condiciones económicas favorables. "Pero la crisis de 1998 distorsionó todos los planes: el aumento de las tasas de interés y de la inflación terminó por acabar con el proceso de saneamiento", señaló Lagos.

El gobierno federal capitalizó ayer a Serfin con 13 mil millones de pesos. El banco, que tiene un valor de nueve mil millones de pesos, ya había recibido en el pasado apoyos del Fobaproa por 64 mil millones de pesos, con lo que, una vez sumada la operación de ayer, la institución ha requerido para mantenerse a flote un monto 7.6 veces superior a su valor.

Una vez que Serfin sea vendido a nuevos socios, lo que ocurrirá en un plazo no mayor de ocho meses, se realizará la oferta pública de acciones para que sus títulos vuelvan a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores.