* Entre 96 y 98, el ejército estadunidense ha proporcionado 2 mil 300 cursos


Instrucción antidrogas del Pentágono a más de 2 mil militares mexicanos

* Datos de inteligencia, fuerzas especiales, armamento y conducción de helicópteros, las materias

David Aponte * El Pentágono entró de lleno a la capacitación antinarcóticos de miembros del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada de México a partir de 1996, con el aval de los altos mandos militares de ambos países.

Desde entonces y hasta 1998, los militares estadunidenses han instruido a más de 2 mil 100 efectivos mexicanos en operaciones contra las drogas, recopilación de datos de inteligencia, fuerzas especiales, manejo de armamento y conducción de helicópteros Huey y fragatas Knox-class, entre otros cursos de tipo castrense, de acuerdo con datos del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Entre 1996 y 1998, los militares estadunidenses han brindado más de 2 mil 300 cursos a efectivos mexicanos, con un costo superior a los 20 millones de dólares, mencionan.

La estrecha relación entre los mandos castrenses de México y Estados Unidos floreció con la participación de los elementos militares en operaciones en contra del tráfico de drogas. Las partes afianzaron la cooperación con la visita del entonces secretario de la Defensa estadunidense, William Perry, a territorio mexicano en octubre de 1995.

Por primera vez, los altos mandos mexicanos aceptaron la cooperación de sus contrapartes de Washington en asuntos de capacitación e instrucción en tácticas para la guerra contra las drogas. En ese contexto, el Ejecutivo ya había ordenado una mayor participación de las fuerzas armadas nacionales en acciones antinarcóticos.

Transferencia de equipo

Una vez que Perry selló la nueva era de cooperación con el secretario de la Defensa Nacional, general Enrique Cervantes Aguirre, el Pentágono y la oficina del zar antidrogas de la Casa Blanca, general retirado Barry McCaffrey, diseñaron un programa de entrenamiento y transferencia de equipo para elevar la capacidad de los militares mexicanos en fuerzas aeromóviles, reacción rápida e intercepción de estupefacientes.

Con la aprobación del Pentágono, a principios de 1996 los militares estadunidenses iniciaron la transferencia de equipo, principalmente los helicópteros UH-1H, conocidos como Huey -ahora en tierra por fallas mecánicas-, y los programas de capacitación de los oficiales mexicanos.

Incluso, algunos de los cursos de iniciación tuvieron lugar bajo el programa del International Military Education and Training (IMET).

A partir de 1996, los militares mexicanos viajaron a Estados Unidos para recibir capacitación, principalmente en el área de la lucha contra el tráfico de estupefacientes. En ese año, cerca de 300 efectivos recibieron cursos, según los reportes del Departamento de la Defensa.

Durante 1997, poco más de 280 miembros del Ejército, 281 efectivos de la Marina y 262 de la Fuerza Aérea recibieron capacitación en las instalaciones del Pentágono. Para el año siguiente, 129 marinos y 888 militares acudieron a las escuelas castrenses de Estados Unidos, indican.

En gráficas, los reportes explican las áreas de capacitación y los lugares a donde viajaron los miembros de las fuerzas armadas mexicanas:

Los célebres fuertes Bragg y Benning

Los primeros cursos estuvieron enfocados al entrenamiento para los pilotos de los helicópteros UH-1H y mantenimiento de las aeronaves donadas por el Pentágono. Los militares mexicanos estuvieron en los fuertes Rucker e Indianatown. Posteriormente, 16 pilotos y 32 mecánicos recibieron adiestramiento para volar aviones C-26.

Para el personal de tierra, los militares estadunidenses prepararon técnicas de acciones antinarcóticos, fuerzas especiales, armamento y medicina. Los fuertes Bragg y Benning recibieron a los efectivos mexicanos, continúan.

Las estadísticas del Pentágono señalan como un caso aparte la formación y capacitación de los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales, conocidos como Gafes. Entre 1996 y 1998, más de 430 militares de élite recibieron capacitación en asalto aéreo, operaciones de intercepción de drogas, y derechos humanos.

Los programas para los Gafes estuvieron acompañados con la utilización de los helicópteros Huey. La preparación de estos elementos está programada para el año fiscal 1999, precisan.

El Departamento de Defensa no paró ahí. Los estadunidenses tenían planes para colocar un simulador del helicóptero UH-1H en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, para ayudar a los nuevos pilotos mexicanos, agregan.

Del área marítima, detallan que más de 100 elementos de la Armada de México recibieron clases en operaciones antinarcóticos en la base naval Norfolk, Virginia, que incluyeron técnicas de abordaje, inspección y erradicación de enervantes en zonas ribereñas.

En otras áreas, más de 500 marinos recibieron capacitación en inteligencia, relaciones públicas y mantenimiento tanto aéreo como naval.

En el ámbito continental, los militares mexicanos ocuparon el primer nivel en cuanto a los programas de capacitación del IMET entre 1996 y 1997. En ese mismo periodo, estuvieron en los más altos escalones de los proyectos de capacitación de la Escuela de las Américas y de la Inter-American Air Forces Academy, hacen notar los reportes del Pentágono. De esa forma, los vecinos ahora tienen una nueva relación en el terreno militar.