* Ramírez Cuéllar: financió a Villanueva y Renato Vega


Cabal empleó 300 mdd para comprar políticos y fortalecer a empresarios

Roberto González Amador * Convertido por su ex propietario, Carlos Cabal Peniche, en una enorme caja de caudales para repartir dinero a políticos del oficialismo y comprar favores del gobierno, Banco Unión aportó fondos para financiar parte de los gastos de las campañas de los ex gobernadores Renato Vega Alvarado, de Sinaloa; Mario Villanueva Madrid, de Quintana Roo, y Eduardo Robledo Rincón, de Chiapas, todos ellos miembros del Partido Revolucionario Institucional, afirmó ayer un miembro del Congreso.

El diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara, señaló que en diciembre de 1994, tres meses después de que el gobierno intervino Banco Unión, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) decidió convertir en pérdidas o quebrantos, por lo me villanueva-mario nos, 300 millones de dólares de créditos otorgados por la intermediaria, sin haber intentado ninguna acción legal para cobrar los préstamos.

Los créditos fueron otorgados por la administración de Carlos Cabal Peniche a una veintena de empresas, que después los transfirieron a compañías relacionadas con el ex banquero preso en Australia, de donde salieron, entre otros destinos, para aportaciones a diversas campañas políticas del PRI, indicó.

Ramírez Cuéllar dijo que la CNBV decidió que los 300 millones de dólares fueran asumidos como quebrantos por la administración gubernamental que tomó el control de Banco Unión, después de la intervención gerencial decretada el 5 de septiembre de 1994.

"Sin mayor investigación, la CNBV autorizó que esos 300 millones de dólares pasaran a formar parte del quebranto de Banco Unión, sin haber hecho esfuerzos por recuperar los préstamos, ni haber interpuesto demandas o juicios de carácter mercantil para tratar de cobrarlos a las empresas", expuso Ramírez Cuéllar.

Los 300 millones de dólares representan 42.8 por ciento del quebranto por 700 millones de dólares que el gobierno mexicano asegura que Carlos Cabal Peniche causó en Banco Unión, y por los que las autoridades judiciales iniciaron un juicio de extradición para traer al ex banquero de Australia, donde se encuentra preso.

Con documentos oficiales en la mano para probar su afirmación, el diputado del Partido de la Revolución Democrática señaló que los 300 millones de dólares de créditos otorgados por Banco Unión, que la CNBV consideró como pérdidas, fueron empleados por Cabal Peniche para comprar favores de políticos en varios estados del país, fortalecer a núcleos empresariales en algunas regiones y repartir sobornos a través de robledo-ramirez-cnc las empresas a las que fueron canalizados.

Hay pruebas, afirmó, de que Cabal Peniche aportó 15 millones de dólares a la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio, asesinado en marzo de 1994. También, que el candidato sustituto Ernesto Zedillo recibió otros cinco millones de dólares, más otros cinco millones que el ex banquero aportó para la campaña por la gubernatura de Tabasco de Roberto Madrazo Pintado, hoy aspirante priísta a la candidatura presidencial.

"Pero también recibieron de Cabal Peniche, a través de empresas canalizadoras que recibían créditos de Banco Unión, los ex gobernadores de Sinaloa, Renato Vega; de Quintana Roo, Mario Villanueva, y Eduardo Robledo, de Chiapas", señaló Ramírez Cuéllar.

Con los 300 millones de dólares, aseguró, Carlos Cabal Peniche dispensó favores, financió campañas del PRI y trató de fortalecer a empresarios afines en varias regiones del país.

La Jornada intentó hacer contacto con funcionarios de la CNBV para conocer su opinión sobre estos hechos, pero no hubo respuesta.