* La situación quedó controlada: ejército; reforzarán la seguridad en Bogotá


Movilizaron las FARC de 12 a 15 mil insurgentes en su ofensiva

* EU condena la acción guerrillera; silencio del presidente Pastrana y el comisionado para la Paz

Afp, Dpa, Ap y Reuters, Santafé de Bogotá, 12 de julio * La sangrienta ofensiva desplegada por los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde el jueves pasado, que ha cobrado la vida de al menos 250 personas, y en la que se movilizaron entre 12 y 15 mil insurgentes, ya fue controlada, aseguró hoy el comandante de las fuerzas militares, Fernando Tapias, aunque admitió la posibilidad de que la guerrilla intente nuevas acciones, por lo que se reforzará la seguridad en esta capital.

coluna Estados Unidos, en tanto, se declaró escandalizado por las recientes acciones guerrilleras e instó a las FARC a cesar sus ataques y comenzar negociaciones de paz "sustanciales y reales" con el gobierno del presidente Andrés Pastrana. "Estamos indignados por el reciente rebrote de ataques de las FARC", dijo el portavoz del Departamento de Estado, James Foley, aunque expresó su esperanza de que las conversaciones de paz se reanuden como está previsto, el 20 de julio.

Mientras otras voces se alzan para exigir el cese de la violencia, el presidente Pastrana y su alto comisionado para la paz, Víctor Ricardo, han guardado silencio sobre el incremento de las hostilidades.

Sin embargo, a pesar de que Tapias aseguró que hoy no hubo escaramuzas en ninguna parte, tropas del ejército reportaron tiroteos cerca de Florencia, capital del departamento de Caquetá, donde rebeldes de las FARC atacaron una patrulla de la policía.

El coronel Marino Gutiérrez, comandante de la policía de Caquetá, informó que 37 agentes que cuidaban el poblado de Puerto Rico, uno de los atacados el fin de semana y cuyas comunicaciones fueron interrumpidas desde ayer, están desaparecidos y se teme que hayan caído en poder de la guerrilla.

Las FARC mantienen bloqueado el flujo de vehículos en una carretera de la ciudad de Pasto, en Nariño, en tanto que un escuadrón armado no identificado retiene desde esta tarde a cerca de un centenar de personas en un paraje rural entre las localidades de Puerto Concordia y Puerto Lleras, señaló la defensora de ese pueblo, ubicado en Meta, Emperatriz Hernández.

Pero Tapias insistió en que el ejército ya recuperó el control de las zonas atacadas por las FARC, tras calificar la ofensiva guerrillera como la más "grande y demencial" lanzada por el grupo rebelde en sus cuatro décadas de existencia, aunque aseguró que la "campaña terrorista" fue un fracaso.

colocuerpos Detalló que la mayor agrupación guerrillera movilizó entre 12 mil y 15 mil hombres con todos sus recursos para desatar la escalada en varias localidades de 13 de los 32 departamentos del país y cometer actos "terroristas" pero, reiteró, sus planes fueron neutralizados.

Tapias reiteró que los guerrilleros que perpetraron los diferentes ataques salieron de la zona desmilitarizada del sur de país, donde deben efectuarse los diálogos de paz, y sostuvo que el objetivo de los insurgentes era incomunicar al país por carretera, atacar unidades del ejército y la policía, y mostrarse fuertes de cara a las negociaciones con el gobierno.

El jefe castrense admitió, no obstante, la posibilidad que los rebeldes intenten otra acción, pero aseveró que el factor sorpresa lo perdieron, al descartar una incursión de la guerrilla en Santafé de Bogotá o en capitales departamentales.

Ante esta posibilidad, el comandante de la policía capitalina, general Argemiro Serna, dijo que se adoptó un plan especial que incluye el incremento de los agentes de la policía y mayor seguridad en los puntos críticos.

Por lo pronto, el comandante del ejército, el general Jorge Mora, le recomendó al máximo líder de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo, excluir de las filas rebeldes al jefe del aparato militar, Jorge Briceño, Mono Jojoy, por el más duro golpe de todos los años que le asestaron las tropas militares al movimiento rebelde al abatir, aseveró, a más de un centenar de rebeldes, sólo en la localidad de Puerto Lleras.

"Este ha sido ha sido el mayor fracaso de los bandidos de las FARC y todos esos problemas se los está causando a Marulanda el Mono Jojoy", dijo, y añadió que por eso debe sacarlo del camino y entregarlo a justicia, para que sea condenado por sus crímenes y secuestros, y de esa manera se le arreglarán las cosas, si es que realmente quiere la paz.

La ofensiva guerrillera, que de acuerdo con un informe castrense dejó 202 guerrilleros muertos y costó la vida a por lo menos 53 elementos de seguridad, comenzó el jueves anterior en el municipio de Gutiérrez, en Cundinamarca, donde murieron 38 guerrilleros y 36 militares.

Pero en su parte de guerra, divulgado el domingo, los rebeldes sólo reconocieron la muerte de 32 de sus combatientes y afirmaron que produjeron 68 bajas fatales a las fuerzas armadas.

COLOMBIA_FIGHTING Mora denunció también que las FARC han empleado a menores de edad en los ataques en los combates que sostiene con las fuerzas de seguridad, y mostró los cuerpos de unos 30 insurgentes abatidos durante el fin de semana en el departamento de Arauca, entre los que se encuentran, dijo, los de unos 15 niños. Precisó que de éstos, nueve eran mujeres con edades de entre 12 y 18 años.

Pide la Iglesia que en las negociaciones se incluya a los narcotraficantes

En tanto, la Iglesia católica expresó, durante la 67 reunión de la Conferencia Episcopal, que concluyó el fin de semana, la necesidad de incluir a los narcotraficantes en las iniciativas para alcanzar la paz en Colombia porque, aseguró, constituyen la base económica de los demás grupos armados.

Para el obispo de Sincelejo, Nel Beltrán, el gobierno tiene que negociar con tres actores: la guerrilla, los paramilitares y los narcotraficantes, pero el problema, agregó Juan Francisco Sarasti, obispo de Ibagué, es que hasta ahora el proceso ni siquiera es con toda la guerrilla.

La moneda y las acciones colombianas sucumbieron a los creciente temores surgidos por la inestabilidad política tras la fuerte oleada insurgente, por lo que el peso se devaluó 4.5 por ciento y cerró en mil 925 pesos por dólar, frente a los mil 850 de la jornada anterior, informaron operadores cambiarios, mientras que las acciones en la bolsa de Santafé de Bogotá cayeron 1.09 por ciento y en Medellín 1.36.

Los corredores indicaron que el Banco Central tuvo que intervenir con 45 millones de dólares, pero consideraron que la caída que sufre el peso ya alcanzó su tope.

En otro asunto, el fiscal general, Alfonso Gómez, anunció que se investigan casos de corrupción que, dijo, es un flagelo que azota a Colombia y es solamente comparable con la destrucción que provoca la guerrilla.