* Niños cantores llegaron hasta la Asociación Gilberto
En la zona hotelera de Polanco, protesta proveniente de Chalco
* Reclaman la devolución de más de un millón 600 mil pesos
Arturo Jiménez * Fue una protesta que, en pequeños grupos, llegó en pesero y Metro desde el Valle de Chalco hasta la exclusiva zona hotelera de Polanco: un firme reclamo envuelto en risas y cantos infantiles de primerísimo nivel, pero también en pancartas en las que se leía, por ejemplo: ''Distinguidas señoras de la Asociación Gilberto, las más ricas del país, paguen lo que deben a los niños más pobres de México".
Al azoro por la fría mañana polanquense, se sumó el asombro, la curiosidad y hasta la simpatía de los empleados de hoteles, oficinistas, secretarias, ejecutivos y turistas que, a pie o en lujosos vehículos, pasaban ante la Torre Presidente Reforma ųen el 45 de la calle Andrés Belloų, donde en el piso 13 se encuentra la sede de la Asociación Gilberto, surgida en 1988 para ayudar a damnificados por el huracán que llevó ese nombre.
Eran, ni más ni menos, más de 30 integrantes del Coro Niños Cantores de Valle de Chalco, acompañados de su director Leszek Zawadka, sus maestros y decenas de padres de familia, quienes demandaban la devolución de más de un millón 600 mil pesos recibidos como donativos para la construcción del Centro Musical Niños Cantores de Valle de Chalco Solidaridad, proyecto que, dijeron los inconformes, la Asociación Gilberto se apropió junto con el terreno donado por el ayuntamiento local ''para (la) escuela coral".
La historia se remonta a diciembre de 1995, cuando la asociación pidió al coro su actuación en el hotel Four Seasons de la ciudad de México a cambio de la ayuda que esta empresa daba a la Asociación Gilberto. En 1996 la asociación se enteró que el coro pretendía crear un centro musical y se propuso como ''promotora de la construcción", cuyo ''propietario" sería el coro, como consigna el proyecto arquitectónico.
Incluso, cuando el grupo coral se constituyó como la asociación civil Centro Musical Niños Cantores de Valle de Chalco Solidaridad para realizar su proyecto, la Asociación Gilberto fungió como una de las partes constitutivas.
ƑDe propietarios a poseedores?
Entre las integrantes de Asociación Gilberto figuran Alexandra Kawage de Quintana, presidenta ejecutiva; María Cristina Torres de Babatz, vicepresidenta, así como Matilde Haik de Martí, María Luisa Barrera de Serna, María de Lourdes Alducín de Ariza, Guillermina Alcocer de Martino, entre otras, la mayoría esposas de empresarios. La asociación fue fundada por la entonces presidenta honoraria Cecilia Occelli de Salinas.
Tras los primeros contactos, siguió una campaña conjunta de recaudación de fondos que, entre 1996 y 1997, incluyó 60 presentaciones en el citado hotel y en diversos lugares, algunas en actos particulares o familiares de las damas de la Asociación Gilberto. Todos ellos sin pago alguno.
Los del coro también consiguieron aportaciones de los padres de familia, el terreno ya mencionado, el proyecto gratuito de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, el apoyo del gobernador mexiquense, de los titulares de Educación Pública, del CNCA, de la Lotería Nacional, del DIF.
Las donaciones en efectivo se depositaban en una cuenta en banco Inbursa a nombre de la Asociación Gilberto, pero la promoción indicaba de manera clara que era para construir el centro musical del grupo coral, como consta en un folleto informativo de la propia asociación.
Aunque la construcción comenzó en 1997, los del coro fueron ''invitados" hace apenas unos meses para conocer los avances del centro musical, el cual se había ''transformado" en un centro cultural ''propiedad" de la Asociación Gilberto, quienes habían adquirido el terreno ante la Corett (Comisión Reguladora de la Tenencia de la Tierra) y ahora planteaban al grupo coral un convenio anual de ''comodato" condicionado a su ''buena conducta".
Las obras del ''centro cultural" de la Asociación Gilberto son realizadas por la empresa Promotora Mexicana de Infraestructura (PMI), propiedad de Bernardo Quintana Kawage, hijo de la presidenta de la citada asociación, Alejandra Kawage de Quintana.
Desde la marginalidad mexicana
Este coro infantil fue preprado en tres meses por Zawadka para interpretar dos canciones, en español y polaco, al papa Juan Pablo II durante su visita a Chalco en 1990. A nueve años, el grupo de niños se ha presentado en diversos foros nacionales, internacionales y en comunidades marginadas. Ha grabado seis compactos y ha sido reconocido por la crítica especializada mexicana y extranjera como el más destacado grupo coral infantil del país.
En su interpretación de la ópera Brundibar, de Hans Krasa, el coro es puesto por encima de los Niños Cantores de Viena. En el Palacio de Bellas Artes participó en Turandot, con Eva Marton; en La bohemia, con Fernando de la Mora; en Tosca, con Rosario Andrade; en Werther, con Ramón Vargas; en Carmen, con Adria Firestone; y en Carmina Burana, con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Enrique Diemecke.
Su grabación de Gloria, de Vivaldi, forma parte de la banda sonora de Nixon, película del cineasta Oliver Stone protagonizada por Anthony Hopkins. El coro ha recibido varios premios y su director, que lleva 20 años de trabajo en México, fue condecorado por el gobierno mexicano con la Orden del Aguila Azteca, otorgada a ciudadanos extranjeros por su servicio al país.
Acerca del proceder de la Asociación Gilberto, dicen los del coro que no aceptan esta ''decisión unilateral, arbitraria y alevosa", que se sienten ''usados, traicionados, engañados, defraudados", y agregan: ''Nos parece indigno que un grupo de señoras, pertenecientes a la clase económicamente más poderosa del país, se apropie impunemente de un centro que pertenece al Coro de Niños de Valle de Chalco".
Cuestionan que la asociación siga pidiendo donativos a nombre del coro infantil y exigen la devolución de lo que se donó para el centro musical, que suma poco más de un millón 600 mil pesos. Ellos ya compraron un pequeño terreno (200 metros cuadrados, cuando el anterior tenía más de 2 mil) en el mismo municipio y piensan construir un modesto centro, ya indispensable ante la exigencia de su trabajo.
Zawadka comentó que, de no recibir respuesta de la asociación, pedirán la intervención de la SEP, del gobierno mexiquense y del ayuntamiento y, en un segundo momento, del presidente Ernesto Zedillo y de los poderes Legislativo y Judicial.
Los inconformes habían llegado a Polanco a las 10 horas y durante la mañana interpretaron piezas de Bernal Jiménez, de Mozart y canciones populares mexicanas. Por momentos los acompañaban alumnos del Conservatorio Nacional de Música, el Coro de la Filarmónica de México y los Niños Cantores del Centro Histórico.
Al mediodía se comieron unas tortas y tomaron agua de tamarindo. A las 13:30 horas, sin ser recibidos en el piso 13 de la Torre Presidente Reforma, los famosos niños, que han cantado para personajes como Lech Walesa, se regresaron a su valle, al que han dado una esperanza real.