El anuncio lo hizo el capitán Bruce Casteel en Austin, la capital texana. El oficial informó que Carter había entrevistado hace varias semanas a una hermana del sospechoso que vive en Albuquerque, Nuevo México, y que ahí se estableció "una corriente de simpatía entre ambos". Y fue precisamente esa empatía, "basada en la confianza", precisó Casteel, el factor determinante para que Reséndez se entregara esta mañana.
Casteel dijo que el mexicano, internado en una prisión del condado de Harris, no ha recibido seguridad de que los fiscales no vayan a pedir la pena de muerte a cambio de su entrega, la cual se realizó en un estado que incluye ese castigo en su legislación.
Esas palabras fueron puestas en duda por el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), Louis B. Freeh, quien declaró que la entrega de Reséndez fue precedida de negociaciones que se llevaron a cabo en los últimos días.
Los antecedentes
De tez morena, ojos oscuros y con el tatuaje descolorido de una serpiente en el brazo izquierdo, Reséndez es considerado por la FBI un delincuente "extremadamente peligroso". Nacido el primero de agosto de 1960 en Puebla, abandonó el hogar paterno a los 13 años para ingresar de forma ilegal en Estados Unidos; tenía más de 30 identidades, varias fechas de nacimiento y cuatro números distintos de seguro social. Su historial criminal incluye la supuesta autoría de cinco muertes en Texas, una en Kentucky y dos en Illinois.
La FBI lanzó una intensa búsqueda de Reséndez a partir del pasado 8 de junio, tras la muerte a golpes de una maestra en Houston. El asesinato se produjo en el domicilio de ella, ubicado cerca de las vías del tren. Las huellas dactilares del mexicano fueron encontradas en el automóvil de la docente. Reséndez tiene un historial delictivo en Estados Unidos que se extiende a 20 años, habiendo estado en la cárcel durante diez por delitos que van desde asumir falsamente que era ciudadano estadunidense hasta agresión personal con agravantes.
El asesino del ferrocarril fue acusado formalmente de cargos de robo en El Paso antes de ser llevado al aeropuerto para su traslado a Houston. Vestido con pantalones vaqueros de color azul y una camisa a rayas, sus únicas palabras ante la corte durante el breve procesamiento fueron: "como quieran", respondiendo así a la pregunta de si deseaba que le leyeran los cargos en inglés o en español.
Presentado por la agencia inglesa Reuters como "un vagabundo mexicano acusado de asesinar a por lo menos ocho personas mientras atravesaba Estados Unidos como polizón en trenes de carga", Reséndez ostentaba el dudoso honor de estar en la lista de los "10 más buscados" por la FBI, que había puesto precio a su cabeza: 50 mil dólares.
El asesino del ferrocarril había sido detenido el pasado primero de junio en la localidad de Nuevo México, cerca de El Paso, Texas, cuando trataba de entrar ilegalmente en Estados Unidos. Sin embargo, la Patrulla Fronteriza lo dejó en libertad pese a que la policía local había avisado al organismo que el hombre era buscado en otra área de Houston por cargos de homicidio.
Michigan, San Luis, Nuevo México, Oklahoma, Nueva Orleans, San Antonio y Florida son algunos de los lugares en los que vivió desde su llegada a Estados Unidos: "Es un inmigrante que sube y baja de los trenes y la mayoría de sus víctimas no tienen relación, salvo el hecho de haber estado en el lugar equivocado en la hora equivocada", declaró un agente de la FBI a la agencia alemana DPA.
Arrestado por primera vez en 1976, El asesino del ferrocarril había sido expulsado de Estados Unidos ocho veces desde enero de 1998. El semanario News-week reveló en una edición de junio que Reséndez fue violado en dos ocasiones, la primera en México a los 13 años, y la segunda, en prisión, poco después.
La madre
Virginia Reséndez Ramírez, madre de Rafael (o de Angel Leoncio), no ocultó hoy su desconsuelo tras acompañar a su vástago por el puente internacional de Zaragoza: "Mi hijo es inocente y lo acusan por el racismo que hay en ese país (Estados Unidos)". La señora dijo a los periodistas que ella se vio obligada a abandonar su casa hace un mes por el acoso de policías y de los hombres de prensa que buscaban información. Según manifestó, su hijo fue adoptado por una familia estadunidense cuando tenía 13 años y "peleó en la guerra del Golfo Pérsico, por lo que puede demostrar que es hombre de bien". (Con información de Afp, Reuters, Dpa y el corresponsal Rubén Villalpando)