n El senderismo, "descabezado", afirma Fujimori
Detienen a Feliciano, máximo líder del radical Sendero Rojo
Reuters, Afp, Dpa y Ap, Lima, 14 de julio n Esta madrugada fue capturado por el ejército Oscar Ramírez Durand, camarada Feliciano, máximo líder de Sendero Luminoso, tras un operativo que duró 40 días y concluyó en las inmediaciones de un poblado de la región centroandina de Perú, anunció el presidente Alberto Fujimori.
El último de los más importantes dirigentes del senderismo que dirigía la fracción más radical, llamada Sendero Rojo, fue atrapado en un cerco militar que se fue cerrando en las dos últimas semanas, hasta que hoy a las 5.30 horas (10.30 GMT) no tuvo escapatoria y se rindió pacíficamente junto con tres camaradas mujeres.
La detención de Feliciano, junto con Olga, Rita y Raquel, ocurrió en el pueblo de Cochas, en la región de Vilcacoto, provincia de Jauja, departamento de Junin, en cuyas operaciones lograron escapar los rebeldes Pablo y Agustín. Pero, en los últimos días murieron otros dos mandos identificados como Alipio y Jorge.
Fujimori, quien se trasladó hasta el aeropuerto regional central, en Jauja, anunció que el líder rebelde más buscado de los últimos siete años había sido detenido y "está aquí, a unos pasos de nosotros", e indicó que hubo una orden suya de no emplear la violencia y de que se le respetaran sus derechos humanos.
Tras supervisar su traslado a Lima para ser interrogado, el mandatario se jactó de que "la aprehensión fue sin rasguño, no hubo barbarie, masacres ni escenas de muerte", e insistió en que la orden que impartió fue en el sentido de que se le debía capturar vivo y que la orden fue acatada por el ejército, la fuerza aérea y la policía.
"Este es el comienzo del fin de Sendero y la consolidación de la paz", pero "no debemos bajar la guardia", añadió. E insistió en que "la captura se ha producido sin disparar una sola bala" por parte de las tropas combinadas que llevaron a cabo la Operación Cerco, en la que participaron alrededor de 2 mil efectivos, entre militares y policías.
Explicó que Feliciano será juzgado por el fuero militar y luego trasladado a una prisión de alta seguridad en la base naval de El Callao, cerca de Lima, donde purgan condena a cadena perpetua el máximo líder fundador senderista Abimael Guzmán Reynoso y Elena Iparraguirre, la segunda del grupo, entre otros senderistas.
En la prisión de la marina de El Callao también se encuentra recluido el líder guerrillero del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), Víctor Polay, cuyo rescate y el de otros compañeros suyos no logró el comando que tomó la residencia del embajador de Japón en 1997, que terminó a sangre y fuego y la muerte de los rebeldes.
Fujimori dijo que en la prisión Ramírez Durand podrá ser visitado por miembros de la Cruz Roja Internacional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al aludir al enfrentamiento que recién tuvo con este último organismo que ordenó un nuevo juicio a cuatro chilenos condenados a perpetuidad acusados de terrorismo en Perú.
En ese contexto, Fujimori subrayó que "se respetan los derechos humanos de los terroristas y con mayor razón vamos a exigir el respeto de los de nuestros compatriotas". En relación al diferendo con la CIDH, había advertido que ese organismo no le va a enseñar a manejar sus asuntos internos.
Eufórico, Fujimori brindó luego otros datos sobre Feliciano, de 46 años, de quien dijo que "cojea" por una herida anterior, que varias veces logró eludir los cercos de las fuerzas armadas y asentó que el senderismo "está descabezado". Y aunque admitió que aún hay "residuos", carecen ya de capacidad para lanzar atentados.
El líder de Sendero Rojo comenzó a ser interrogado por el asesor en materia de seguridad, Vladimiro Montesinos, y un equipo especial del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), en presencia de un fiscal y un abogado del detenido. Pues, según analistas, Fujimori está preocupado ahora por su imagen internacional.
Aunque Fujimori ensalzó el trabajo de inteligencia realizado por Montesinos, un testigo que no quiso revelar su identidad dijo al Canal N de televisión que el cabecilla subversivo cayó gracias a la delación de un chofer de una camioneta en la que Ramírez Durand y sus acompañantes viajaban y pretendían llegar a la ciudad de Huancayo.
Según esto, el chofer lo reconoció y guardó silencio cuando levantó a Feliciano, que ya había eludido el cerco, pero cuando el vehículo se encontró con un grupo de militares y policías se bajó gritando: "Es Feliciano, es Feliciano", por lo que se le detuvo.
Todos los sectores políticos y analistas coincidieron en que la detención de Ramírez Durand constituye un duro golpe y casi mortal para Sendero Rojo, la fracción que tras la caída de Guzmán en 1992 se negó a rendirse y decidió reorganizarse para seguir la lucha armada, sin que el grupo lograra ya resonancia alguna.
Feliciano se unió al senderismo en su época de estudiante universitario, y es hijo de un general retirado que siempre repudió las actividades de su hijo. Pero, se estima que la facción que deja este líder es de menos de 500 hombres que quedarían al mando de Filomeno Cerrón Cardoso, camarada Artemio, que opera en Huallaga.
El Congreso aprobó una moción de saludo para Fujimori, mientras que sectores de la oposición independiente que también apoyaron la captura de Ramírez Durand, al igual que analistas políticos, criticaron que el mandatario quiera sacar algún b eneficio político por este hecho, ya que mantiene su afán de reelección para un tercer periodo.
Estados Unidos saludó la captura del líder rebelde por conducto del vocero del Departamento de Estado, James Rubin, quien expresó que se trata de un severo golpe para el senderismo, y "esperamos que ello ayude a poner fin al terrorismo que ha afectado a Perú durante mucho tiempo".
En tanto que el canciller Fernando de Trasegnies declaró que Perú seguirá comprando piezas de armamento ruso para equipos militares, pese a la firma del acuerdo de paz con Ecuador, el periódico The New York Times opinó que la OEA no debe quedarse con los brazos cruzados ante la decisión peruana de desconocer la competencia de la CIDH.