n Universidades como la Anáhuac, "gran negocio"
Intereses comerciales, detrás de la postura de la Iglesia, dicen paristas
José Galán n La demanda de la Iglesia católica para que cese la gratuidad en la educación superior tiene como fondo la defensa de sus intereses comerciales, reflejados en el gran negocio de universidades privadas, como la Anáhuac, manejada por congregaciones como los Legionarios de Cristo, que buscan levantar el monopolio de la educación superior, consideró el Consejo General de Huelga de la UNAM, que insistió en una universidad pública gratuita y democrática, al alcance de cualquier estrato de la población, particularmente los de menos recursos.
Mediante de la Comisión de Prensa y Propaganda, y en respuesta a las declaraciones del secretario ejecutivo de la Comisión de Educación y Cultura del Episcopado Mexicano, Edmundo Morales, el CGH consideró, además, que la postura tradicional de la Iglesia católica, como institución, ha sido "oponerse sistemáticamente a los postulados de la Constitución Mexicana, que benefician a la mayoría de la población".
"La Iglesia católica, antes y después, ha estado contra el contenido social y los lineamientos de justicia contenidos en la Constitución, que obligan a la educación pública gratuita y laica, sea del nivel que sea, sobre todo ahora que la educación superior pública está en el centro del debate nacional", agregó el CGH. "Esa postura conviene sobre todo a sus intereses monetarios, porque en el fondo desean borrar cualquier tipo de competencia para el gran negocio de la universidad privada y elitista, cara y excluyente".
Sobre todo, considera, "los eclesiásticos buscan alcanzar el monopolio de la educación en el país desde todos los ámbitos, por lo que no resulta extraño que avalen con su postura el uso de la fuerza, el recurso de la represión e, incluso, la estrategia de la violencia. Seguramente los curas ya se están frotando las manos pensando en el gran negocio que podrían hacer en esta Tierra".
La educación, insiste el CGH, debe continuar como una responsabilidad primaria y fundamental del Estado, bajo las características de laica, nacionalista y gratuita, a fin de que llegue a todos, "en lugar de pensar en su privatización que, como se ha visto desde las reformas al artículo 130 constitucional, sólo ha beneficiado a las órdenes religiosas más reaccionarias de tendencia católica".
Finalmente, el CGH llamó a todos los niveles de la sociedad mexicana a "evitar" que la educación sólo sea un privilegio de unos cuantos, "matizada con tintes de fanatismo moralizante e inquisidor".