n Una empresa de EU los dejó ilegalmente en una mina de Nuevo Mercurio
Riesgo en Zacatecas por químicos cancerígenos
Alfredo Valadez Rodríguez, corresponsal, Zacatecas, Zac., 15 de julio n Más de 4 mil litros de bifenilos policlorados -sustancia química cancerígena- permanecen depositados ilegalmente en una mina abandonada de la comunidad Nuevo Mercurio, municipio Mazapil, en Zacatecas.
Desde 1977 una empresa estadunidense depositó en ese sitio más de mil 700 tambos que contienen esa sustancia -67 litros en cada uno-, lo cual fue constatado por la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, confirmó el subdelegado de la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, Manuel de Jesús Macías Patiño, quien indicó que en la actualidad sólo existen en el lugar 62 contenedores con la sustancia aceitosa. Lo preocupante, agregó, es que se desconoce el destino final que tuvieron más de mil 600 contenedores con elementos altamente riesgosos y cancerígenos como aroclor, duconal, fenoclor asbestol, dicanol, paralene, piranol y eucarle, entre otros bifenilos policlorados.
El contenido de los tambos faltantes superaría los 107 mil litros de la sustancia tóxica, que podrían haber sido utilizados por pobladores de esa región del semidesierto, hasta para "lubricar" tractores, según el testimonio de habitantes de la zona. Sin embargo, agregó Macías Patiño, el material faltante es mucho para haber sido utilizado sólo en esa práctica.
Por ello, dijo, en coordinación con los Servicios de Salud de Zacatecas, la Profepa y el Instituto Nacional de Ecología, se iniciará una minuciosa investigación con el fin de conocer el destino del material cancerígeno y elaborar un sondeo de salud entre la población del lugar.
De acuerdo con estudios epidemiológicos, explicó Manuel de Jesús Macías Patiño, la exposición de personas por inhalación o vía dérmica a los bifenilos policlorados origina toxicidad en el hígado, piel y tiroides, irritación de la piel y daño hepático si la exposición es prolongada, así como necrosis aguda del hígado, edema de riñones y corazón, y hasta necrosis de las glándulas suprarrenales.