n Planteó un gobierno incluyente y tolerante


Multitudinario recibimiento en Tenejapa a Pablo Salazar

Andrea Becerril, Tenejapa, Chis., 15 de julio n La paz en Chiapas sólo se logrará a través de una gran alianza político electoral, que le gane la gubernatura al Revolucionario Institucional (PRI), partido que ya demostró que no quiere ni busca solucionar el conflicto surgido hace cinco años y medio y que tampoco está a favor de los derechos indígenas, advirtió el senador independiente Pablo Salazar Mendiguchía en este municipio donde, pese a ser gobernado por priístas, se le dio un recibimiento multitudinario y, de acuerdo con los usos y costumbres, trato de autoridad.

Ante miles de tzotziles que habitan en Tenejapa y de representantes de otras etnias localizadas en la zona de Los Altos, que por primera vez en su historia recibieron a un político opositor, Salazar Mendiguchía resaltó que ni la conciencia ni el corazón de los indígenas son patrimonio del PRI, como el tricolor pretende hacer creer.

Después de recibir el bastón de mando de manos de los alcaldes tradicionales, y en un discurso traducido de manera simultánea al tzotzil, se comprometió a encabezar un gobierno que acabe con la gran deuda histórica que se tiene con los indígenas chiapanecos, a establecer una nueva relación con los pueblos indios que respete su autonomía, tome en cuenta sus propuestas y se centre en la atención creciente de su problemática.

Este poblado, donde la miseria y las difíciles condiciones en que viven los indígenas no pueden ocultarse, reunió a no menos de 6 mil tzotziles, tzeltales, a vecinos de San Juan Chamula, de Zinacantán, Huixtán y otras comunidades de la región de Los Altos, quienes aplaudieron la propuesta de Salazar de participar en un proyecto de gobierno incluyente y tolerante, con un ombudsman que garantice el respeto a los derechos de las etnias.

La recepción fue en verdad sin precedentes. Pese a los intentos que días antes se hicieron por boicotear el acto, desde antes de las 11 de la mañana, hora fijada para la concentración, el poblado estaba ya lleno de indígenas, muchos de ellos venidos de otras regiones cercanas, quienes siguieron a Salazar Mendiguchía desde la entrada de Tenejapa hasta la explanada donde se llevó a cabo el mitin.

Antes, de acuerdo con la tradición, el senador independiente fue vestido con el tradicional chuj de lana negra y el sombrero con listones multicolores que usan las autoridades indígenas tzotziles, en cuya compañía recorrió las calles de barro rojo hasta el templete.

Ahí, Salazar recibió muestras de apoyo de mujeres indígenas artesanas en voz de Catalina López Pérez; de organizaciones cristianas de Zinacantán, de representantes de San Juan Chamula, de San Cristóbal de las Casas y expuso a su vez la emoción que sentía en ese momento porque, dijo, es la primera vez que se da entrada ''a un hombre que aspira a gobernar, pero no bajo las siglas del PRI''.

Habló luego sobre el estallido de la rebelión indígena ''y la prolongación de un conflicto que más allá de lo que la retórica oficial nos quiere hacer creer, nos tiene sumidos a los chiapanecos, principalmente a los indígenas, en una condición de permanente enfrentamiento y polarización social''.

Creo que ha llegado el momento, agregó, de que ''todos tomemos en nuestras manos la conducción del gobierno de Chiapas'' y entender que la pacificación de la entidad ''no es un problema sólo de solidaridad o de dejar testimonio de una posición política, sino que es un asunto que pasa por la autodeterminación del pueblo, es un asunto de soberanía popular''.

Luego, dirigiéndose al ex presidente del PRI en Tenejapa, Pedro Hernández, quien actuó como traductor al tzotzil le dijo: ''Por favor, recalque que quiero que esto les quede muy claro: para conseguir la paz en Chiapas es necesario que ustedes y nosotros, que esa gran alianza político electoral, gane la gubernatura en las elecciones del 2000''.

El PRI no quiere ni busca construir la paz en Chiapas y ello ''se los dice alguien que fue del PRI, que vivió desde dentro las negociaciones de San Miguel y de San Andrés Larráinzar''.

''Una tercera conclusión que saqué es que el PRI no está a favor de los derechos indígenas. En las mesas de negociación regateó todo lo que pudo, en las oficinas gubernamentales evadió compromisos y en el Congreso de la Unión evadió su palabra. Los acuerdos de San Andrés y la iniciativa de la Cocopa son una deuda más del PRI y su gobierno con las comunidades y pueblos indígenas''.

Los resultados de esas acciones, agregó, han sido terribles, pues ''la política del gobierno federal de alargar las negociaciones para cansar a sus adversarios no ha hecho más que prolongar el sufrimiento indígena por hambre, enfermedad y violencia''. Fue esa, afirmó, una de las razones por las que decidió salir del PRI.

Les propuso luego incorporarse a la coalición electoral por la que ha trabajado en los últimos meses. Ninguna fuerza política por sí sola puede gobernar a Chiapas. Ni siquiera el PRI, que en los últimos 22 años ha tenido 11 gobiernos, uno cada dos años, y a partir de las elecciones de 1994 la suma de los votos de los opositores lo rebasaron, expuso.

Pidió luego autorización de los indígenas para plantear los 10 puntos de su programa de gobierno que aspira a construir junto con los pueblos indígenas y que se centra en reconocer la diversidad cultural chiapaneca, convivir con el respeto a las diferencias, propugnar por el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés, revisar la legislación estatal y emprender un proceso creciente de atención a la problemática de los pueblos indios.

Al respecto, resaltó que en la actualidad hay una sola oficina encargada de la problemática indígena, y se propone desaparecerla para que toda la administración se encargue de ello. O sea, sustituir las funciones de la Secretaría de Asuntos Indígenas por una instancia de ombudsman de políticas públicas.

Ese organismo de derechos humanos estaría integrado por indígenas, con una secretaría técnica que pueda emitir recomendaciones, canalizar demandas y supervisar compromisos y acciones de gobierno.

Con el marco de las imponentes montañas que circundan la comunidad, Salazar Mendiguchía les propuso a los indígenas analizar, enriquecer y llevar a consulta sus propuestas, y los invitó a participar el 12 de octubre en una Convención Estatal sobre los Derechos de los Pueblos Indios -que se realizará en San Cristóbal de las Casas- y cuyos resultados darán base y sustento al gobierno chiapaneco del nuevo milenio que él busca encabezar.

Después del mitin el candidato comió en Tenejapa y sostuvo reuniones de trabajo con representantes indígenas.