EL DOBLE JUEGO DEL PAN
A juzgar por sus recientes acciones en torno a la auditoría del Fobaproa, tal parece que el Partido Acción Nacional ha decidido lanzarse a un doble juego: por un lado, acepta recibir el informe incompleto del auditor Michael Mackey -documento que no incluye datos sobre las operaciones irregulares presuntamente realizadas en Banco Unión para beneficiar al PRI- y, por otro, exige al presidente Zedillo la entrega inmediata de la información antes mencionada.
En el primero de los casos, la decisión de recibir el informe incompleto sobre el Fobaproa fue calificada por diversas fuerzas opositoras como una nueva claudicación del PAN ante el Ejecutivo. En su momento, diputados del blanquiazul -en especial Fauzi Handam y Carlos Medina Plascencia- se justificaron con el argumento de que no podían rechazar ese reporte porque están convencidos de que el resultado de las auditorías permitirá reducir en 50 por ciento la cartera que deberá ser asumida por el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario.
Esta circunstancia, señalaron, les resultaba más importante que esperar a que el reporte sobre el Fobaproa incluyera toda la información relacionada con las operaciones de Banco Unión. Sin embargo, unos días después, el PAN proporcionó al auditor canadiense una serie de documentos certificados -hallados "fortuitamente" en un archivo panista- que probarían que en 1994 esa institución financiera entregó al PRI 5 millones de dólares. Tales documentos se encontraban en su poder desde principios de 1998.
Ante lo inverosímil del "providencial hallazgo" saltan varias preguntas: Ƒpor qué la bancada panista optó por mantener reservada esa documentación crucial?, Ƒpor qué espero tantos meses cuando resultaba vital para la salud de la nación conocer si, efectivamente, las campañas priístas de 1994 recibieron financiamiento ilícito?, Ƒpor qué el PAN validó la conversión de la cartera del Fobaproa en deuda pública si contaba con evidencias de que los quebrantos bancarios guardaban relación con actos violatorios de la legalidad y equidad electorales con las que ese partido afirma estar comprometido?
Ahora, el PAN ha arremetido contra las autoridades de la Secretaría de Hacienda por no proporcionar información sobre Banco Unión, y ha exigido al Ejecutivo que entregue de inmediato la documentación respectiva al Congreso de la Unión y al auditor del Fobaproa. Si bien la demanda panista es justa y pertinente, el hecho de que ésta se encuentre ensombrecida por una saga de claudicaciones y omisiones -desde la aprobación de la Ley del IPAB, sin las renuncias previas de Guillermo Ortiz y Eduardo Fernández, hasta el "inesperado" hallazgo de pruebas de aportaciones ilegales al PRI- suscita la sospecha pública. ƑEn qué medida la presente actitud del PAN está motivada por sus desencuentros con el PRI en asuntos como la frustrada reforma del Cofipe o las acusaciones de nexos con el narcotráfico formuladas por legisladores panistas en contra de algunos de los aspirantes priístas a la candidatura presidencial? ƑQué tanto tienen que ver los escarceos y los conflictos políticos entre PRI y PAN con la actitud de ambos partidos ante la auditoría del Banco Unión?
Esclarecer los quebrantos bancarios y su posible nexo con el financiamiento de las campañas del tricolor en 1994 resulta crucial no sólo para hacer valer la justicia, sino para despejar los riesgos de que en los próximos comicios federales se repitan los vicios, inequidades y las prácticas irregulares que caracterizaron a numerosos procesos electorales en el pasado. Si el blanquiazul está realmente comprometido con la consolidación de la democracia en México debería, por una parte, abstenerse de practicar el doble juego de ser -a la vez- oposición y aliado fiel del aparato priísta y, por otra, dejar en claro ante la ciudadanía de qué parte de la balanza se encuentra colocado.