* Bañuelos convivió con universitarios de Chiapas
La poesía y la palabra tienen sus raíces en la respiración humana
* ''No buscamos la eternidad, sino la dignidad en la historia''
Javier Molina, especial para La Jornada, San Cristóbal de Las Casas, Chis., 16 de julio * Nunca antes la humanidad vivió una época tan antipoética como la que vivimos en la actualidad, afirma Juan Bañuelos. ''Un tiempo de globalización del dinero, de la técnica al servicio de las guerras, de la injusticia, del miedo, de la represión, de la pobreza y la limpieza étnica".
Juan vino a esta ciudad para dictar una conferencia con el tema Crisis de la poesía en México y a departir con los integrantes de los talleres del diplomado en literatura y periodismo del departamento de Extensión Universitaria de la Universidad Autónoma de Chiapas.
La poesía se ha convertido, como bien decía Hölderlin, entre todas las tareas del hombre, en la más peligrosa ųplaticaų. Ustedes no verán en programas de televisión ni oirán por la radio espacios dedicados íntegramente a la poesía.
''Vivimos una época que necesita de los poetas, en un tiempo en que no se puede hablar y, como bien sabemos por los sabios, la poesía y la palabra tienen sus raíces en la respiración humana. Si no respiramos y no hablamos con nuestros semejantes perdemos confianza en nosotros mismos.''
Reciclar la sabiduría originaria
"Necesitamos oír esa voz humana que llamamos poesía, como solicitaba el griego Seferis. La respiración del hombre tiene ritmo en sus actividades diarias, su lugar primigenio está en el corazón de cada uno de nosotros.
''Por la respiración amamos, nos alegramos, nos entristecemos, sufrimos, cantamos mediante las palabras, las metáforas, las imágenes y, para hablar del caso de la poesía en Chiapas, la responsabilidad y la palabra en nuestro estado son nuestras mejores armas, con más de dos mil años de cultura maya.
''No buscamos la eternidad, sino la dignidad en la historia, y los ejemplos más cercanos los tenemos en Rosario Castellanos y en Jaime Sabines.''
(Podemos recordar el ejemplo del poeta que habla, Juan Bañuelos, quien cuando recibió el Premio Chiapas de Poesía 1984, entregó íntegramente el importe al obispo Samuel Ruiz García, para el trabajo en las comunidades indígenas).
La poesía hoy en México no tiene dónde apoyar la cabeza ųsostieneų: ''vive el desasosiego. Tenemos que reciclar la sabiduría de los pueblos originarios de México, tenemos que reciclar la otra mitad de nuestra identidad dejada en el camino y que, desde 1994, ya está presente como agua quemada por los soles, dispuestos a seguir viviendo o a seguir alumbrando. Paul Válery lo decía bien: 'El poema no significa más que lo que se desea que signifique; si alguien pone en él sus propias esperanzas, las volverá a encontrar'. El mensaje poético puede ser escrito y hablado, aunque para mí la poesía escrita está hecha necesariamente para ser dicha en voz alta, pues no habrá mensaje poético si no existe la intención de ser un mensaje sonoro. Es el momento cuando el poema escrito se convierte en partitura, esto es, en el esquema operativo del habla''.
Bañuelos afirma que dentro de la crisis de la poesía contemporánea en este siglo el poeta se ha convertido, aun sin proponérselo, en la conciencia crítica de la sociedad en la que vive.
''Me refiero a los grandes poetas, lejos de partidarismos y de ideologías. Así en esta lista podríamos poner a Paul Celan, a Fernando Pessoa, a Ted Hughes, W.H. Auden, Wistawa Szymborska, Zbigniew Herbert, Hans Magnus Enzensberger, Juan Gelman, como antes en América, César Vallejo, Pablo Neruda y Vicente Huidobro, el mismo Octavio Paz, que han sido disidentes, oponentes, cismáticos y difidentes frente al Estado-nación moderno que ejerce coerción en sus ciudadanos, ya que el Estado es más que la suma de sus instituciones: es poder, propaganda, clima de opiniones, una especie de 'cultura' que se impone en las mentes ciudadanas conformando deseos, creencias y sobre todo inacciones ('yo pienso en tu lugar').''
Vivir en una sociedad desconcertada
En su gran poema Zaratustra dice Friedrich Nietszche, presagiando el futuro, que el Estado es el nombre del ''más frío de todos los monstruos fríos inventado para los seres superfluos, y es el monstruo que los devora".
En la crisis de la poesía en México reivindica la escrita por las mujeres indígenas (Conjuros y ebriedades) ''porque responde a una realidad congruente con su intención lírica y una forma por medio de la palabra de la resistencia cultural ante ese fantasma del que habla Nietszche que es el Estado".
La existencia de la poesía como arte ųconsidera Bañuelosų está ligada a nuestras vidas en tanto ciudadanos de una sociedad desconcertada.
Y concluye recordando las palabras contundentes de la escritora francesa Simone Weil:
''Si uno no sabe de qué lado está desequilibrada la sociedad hay que hacer lo que se pueda para agregar peso en el plato más liviano.
''Pero es necesario tener el sentido del equilibrio más allá de las ideologías para saber compensar y cambiar de lado la justicia, esa fugitiva del campo de los vencedores."