* Carta al líder del CEN


Exige Pablo Gómez al PRI hacer públicos los gastos de 1994

Georgina Saldierna * El dirigente nacional del PRD, Pablo Gómez Alvarez, envió ayer a su homólogo del PRI, José Antonio González Fernández, una carta donde le demanda que informe a la opinión pública sobre los estados de cuenta de los fideicomisos para las campañas electorales de 1994, y la exacta procedencia de los recursos ingresados.

Le advirtió que si se niega a informar al pueblo, con cualquier tipo de argumento legalista, ''se mantendrá la fundada presunción de que el PRI se benefició de créditos ilegales y de sumas de dinero procedentes de actividades fraudulentas''.

Gómez Alvarez dio a conocer la misiva durante una conferencia de prensa en la que pidió al PRI demostrar que no realizó ninguna acción ilegal e ilegítima. Esto es fácil si se dan a conocer todos los depósitos que se hicieron y quiénes son las personas que aportaron el dinero, manifestó.

La carta del perredista refiere que desde hace muchos meses se han producido denuncias públicas y ante autoridades, en el sentido de que el PRI recibió importantes cantidades de dinero a través de los fideicomisos abiertos en diversas instituciones bancarias y que algunas sumas procedieron de actividades ilícitas.

Los créditos de Banco Unión

En las denuncias destacan los créditos otorgados por Banco Unión a una empresa, los cuales se canalizaron después a uno de los fideicomisos priístas; las declaraciones del ex director de Aeroméxico, Gerardo de Prevoisin, en el sentido de que entregó ocho millones de dólares al fideicomiso de Banca Serfin, y las constancias de tres cheques por un millón de pesos cada uno, que el ex funcionario de la aerolínea habría canalizado al Revolucionario Institucional

Luego de recordar que las autoridades de Hacienda y del Ministerio Público de la Federación se han negado a investigar estos señalamientos, manifestó que el pueblo de México tiene derecho a conocer la verdad, pues se trata de recursos recibidos, probablemente por el PRI, que es una entidad de carácter público.

No es admisible que un partido se refugie en el ''secreto fiduciario'' para negarse a dar cuentas a la nación. Menos aun cuando ese mismo instituto político sabe de sobra que los créditos ilegales que se convirtieron en pasivos del Fobaproa y fueron a dar al PRI, deben ser devueltos a la hacienda pública, según manda la ley.

Pablo Gómez señala en la misiva que cualquier partido político estaría en obligación de aclarar por completo los señalamientos en su contra, cuando se trata de dinero sucio, sin escudarse en subterfugios y en decisiones cuestionables de las autoridades, las cuales han sido señaladas como encubridoras de su proceder.

De acuerdo con el dirigente perredista, la población recibiría esta información con mucho interés. Además, el PRI quedaría libre de toda sospecha si no obtuvo dinero sucio y no gastó más de lo autorizado por el IFE en 1994.

Durante la conferencia de prensa, se refirió a la carta que los diputados enviaron al presidente Zedillo para pedirle que no se utilice el secreto bancario para impedir que se dé a conocer información del Banco Unión; manifestó que no han recibido respuesta del Ejecutivo y advirtió que si no hay una solución pronta a su demanda, insistirán en el juicio político en contra de José Angel Gurría, secretario de Hacienda, quien ha negado los datos.